Caio Manhanelli: Abdo llega al tercer año de gestión “sin liderazgo y sin plan de gobierno”

Mario Abdo Benítez asumió como presidente el 15 de agosto del 2018 en medio del clamor ciudadano que rechazaba los hechos de corrupción de políticos que incluso fueron imputados.

La gente puso sus esperanzas en él cuando frases como “caiga quien caiga” o “limpiar la corrupción de la estructura del Estado”, se oía en las promesas del mandatario que de boca para afuera se imponía para ser un gran líder. Sin embargo, aparentemente todo siguiría siendo una asignatura pendiente.

Hoy se cumplen tres años de su mandato y, diferentes analistas políticos, califican el gobierno de ineficiente y de mala gestión. “La falta de liderazgo, la ausencia de un plan de Gobierno y el silencio ante los hechos irregulares son los factores que resumen lo que es el gobierno de Mario Abdo Benítez en estos tres años que está en el Palacio de López. Es muy claro que no logra ejercer un liderazgo claro y contundente”, dijo el analista y consultor político Caio Manhanelli a El Nacional.

“En estos tres años lo que se puede corroborar es la falta de brújula, falta un norte para este gobierno. No hay un proyecto para el país, no hay una propuesta sólida”, aseguró. “Es un Gobierno que no dio respuestas a los problemas que se dispuso resolver al comienzo”, sostuvo.

Lo que la pandemia se llevó…

Si bien el primer año del mandato de Mario Abdo fue alborotado, se esperaba un mejor panorama para el segundo. Sin embargo, el rápido crecimiento de la pandemia del coronavirus en el 2020 obligó a enfrentar nuevos desafíos y durante esa lucha quedaron a la luz nuevos supuestos hechos de corrupción que se extendieron hasta el 2021.

En marzo de este año, en su tercer año de gobierno, el titular del Ejecutivo tuvo que hacer cambios en su gabinete, tras una manifestación que terminó con casi 30 personas heridas, en el marco de un reclamo ciudadano por falta de medicamentos, la no llegada de vacunas contra el coronavirus, la suba del pasaje y la crisis económica y social.

El primero en renunciar fue el doctor Julio Mazzoleni, quien dejó su cargo de Ministro de Salud ante la falta de medicamentos e insumos en los hospitales. “Este fue uno de los hechos más fuerte en su tercer año de gobierno. Sacar al ministro de Salud en plena pandemia hizo decaer mucho lo que representa su gobierno para con la gente”, dijo Manhanelli.

Ese mes, Abdo anunciaba que cambiaría al tan criticado ministro de Educación, Eduardo Petta, como también a la ministra de la mujer, Nilda Romero y al jefe del gabinete civil, Juan Ernesto Villamayor. “Lo que se hizo fue un baile de sillas. Se acomodó un grupo aquí y otro allá y ya bueno, no cambió nada. Después de eso Mario Abdo permaneció callado muchas semanas”, agregó el analista político. “La aprobación de Mario Abdo es patética. Donde se hace la pregunta explota el rechazo”, comentó.

Evitó el segundo juicio político de su gestión

También en marzo de este año, la Cámara de Diputados de Paraguay desestimó y archivó el pedido de juicio político que presentó la oposición contra el presidente Mario Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez, por supuesto mal desempeño en sus funciones para enfrentar a la pandemia.

La oposición unida no logró superar los 53 votos necesarios, dos tercios de la plenaria, para que el intento de destitución del Ejecutivo avanzara.Este fue el segundo esfuerzo por someter al presidente de la República a juicio político. El primer intento ocurrió en agosto de 2019, debido a un polémico acuerdo de compra de energía a la hidroeléctrica binacional Itaipú, compartida con Brasil. El acta se anuló y se desactivó el juicio político.

“Al final de cuenta la pandemia le salvó en marzo. Con la pandemia, los sectores políticos prefirieron acomodarse e intentar mantener lo que existía para no generar más colapsos sociales ni rupturas”, dijo Manhanelli.

“No se pensó en crear una política diferente y sólida para pelear contra el Covid”

“Por un lado hay cosas muy positivas y que de verdad cuando uno analiza la gestión se puede decir que fue exitosa en la lucha contra la pandemia. Por ejemplo: cerrar las fronteras como se hizo al principio de esta problemática. Pero por otro lado, hubo un mal planeamiento o de hecho no hubo planeamiento, no se pensó en crear una política diferente y sólida para pelear contra el Covid . No hubo direcciones en cosas sencillas”, dijo Manhanelli.

“Paraguay tenía condiciones de marcar incluso una agenda de combate al Covid al principio de la pandemia. Pero no se animó. No tiene (Mario Abdo) solo falta de liderazgo hacia dentro, tampoco logra sacar provecho de oportunidades para enseñarse como liderazgo regional”, explicó.

Paro de camioneros

“Aquí nuevamente se ve la falta de liderazgo de Mario Abdo Benítez. El grupo de camioneros es un movimiento predecible. Es muy raro que un gobierno se adelante a este tema y no se podía esperar algo diferente de este gobierno. Normalmente esperan que se explote y que se rompa las reglas para después actuar y eso está pasando”, añadió.

“No saben lo que es ser presidente de la República”

A sus tres años de gobierno, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez brindó algunas palabras. “Enfrentamos (la pandemia) sin ninguna receta, nadie en el mundo sabía cómo enfrentar (al COVID-19), estoy seguro que cometimos muchísimos errores, pero una vez que culmine vamos a hacer una evaluación de lo que acertamos y nos equivocamos”, sostuvo.

El mandatario cree que algo se hizo bien para que el Paraguay esté posicionado bien ante la región y el mundo. “Paraguay es el único país que disminuyó la pobreza extrema en pandemia. El sector más vulnerable disminuyó, somos el país con mejor clima de negocios, no lo dice el presidente”, comentó.

“Mucho hicimos mal, pero algo hicimos también para que estemos posicionados bien en plena pandemia, por eso quiero agradecer a todos los ministros que me acompañan, exigidos al máximo con recursos limitados, siendo creativos y tolerantes, fueron mis compañeros de lucha”, agregó.

“No saben lo que es ser presidente de la República en un tiempo donde por día se recibe el informe de la cantidad de fallecidos, no son números para mí, son nombres y apellidos, una familia en luto. Está sobre nuestros hombros y sobre mi hombro, más de 15.000 paraguayos fallecidos, pero tenemos que enfrentarlo, para eso nos eligieron y confiaron”, expresó.