Por Taiwán, Senado rechaza negociación con China Popular por vacunas

Un proyecto de declaración instando al Poder Ejecutivo a entablar negociaciones directas, sin intermediación privada, con la República Popular China, por vacunas, medicamentos, insumos, equipos y asistencia sanitaria para la pandemia de Covid-19, fue desnaturalizado de tal manera por los senadores que resultó en un respaldo al gobierno en su afán de incorporar a las farmacéuticas privadas como intermediarias en la compra de los fármacos que Salud Pública todavía no puede conseguir.

La iniciativa, de la bancada del Frente Guasú, fue rechazada de plano por colorados y liberales – con la excepción, entre estos últimos, de Eusebio Ramón Ayala-, quienes la tomaron como si estuviera orientada a romper relaciones diplomáticas con Taiwán para inaugurar vínculos con la República Popular China.

Esto por lo menos es lo que parecieron entender los senadores Juan B. Ramírez, Zulma Gómez, Abel González, Arnaldo Franco, Fernando Silva Facetti y Juan Carlos Galaverna, cuya línea argumental cabalgó sobre la “lealtad” que nuestro país le debe a Taiwán,

Desde el luguismo, Esperanza Martínez y Carlos Filizzola, les hicieron notar que la “lealtad” en el caso de Taiwán más bien debiera ser en sentido contrario, puesto que Paraguay es uno de los pocos países del mundo que lo reconocen como nación independiente, y el único país en Sudamérica que mantiene vínculos diplomáticos.

El liberal Ramírez entendió que el proyecto era para relaciones diplomáticas con Pekín, y argumentó que reñía con las atribuciones constitucionales del Poder Ejecutivo. Incluso, habló de la idea – algo descabellada- de solicitar “compensación económica” a Pekín. “Después de todo, la pandemia comenzó en Wuhan, en China Continental”, argumentó.

“No estamos diciendo suspender relaciones con Taiwán”, aclaró Filizzola. “China Popular es una potencia económica, está compitiendo con Estados Unidos; no estamos hablando de cualquier país”, afirmó.

El parlamentario culpó a los “prejuicios ideológicos” la negativa a un acercamiento con el gobierno de China Popular. Recordó los anteriores rechazos del Senado, en 2018 a una declaración que instaba al Ejecutivo a un acercamiento diplomático con Pekín, y en 2020 cuando se rechazó solicitar ayuda a China Popular por la pandemia.

Presión exterior

“Hay que abrirse, dejarse de esta cuestión ideológica. Acá se rechazó la ayuda, pero igual China Popular envió una donación”, les recordó Filizzola el lote de insumos enviados por el gobierno de Pekín a solicitud de la bancada luguista.  “Ustedes se acuerdan del lote que llegó a través del Consulado de China Popular en Brasil, que entregamos a Salud Pública”, agregó.

Sobre la presión estadounidense al gobierno para evitar la relación con Pekín, el parlamentario contó que “hace unos días escuché de un vocero del gobierno, que con China no se podía porque Estados Unidos se oponía, Taiwán se oponía”.

“Resulta que ahora hay terceros países que deciden por nosotros; es una vergüenza que no podamos ejercer nuestra soberanía; en una crisis como la que estamos viviendo; hay que priorizar el interés de la gente, del pueblo paraguayo; no de gente de afuera”, afirmó.

Vacunas chinas

En la larga discusión del proyecto de declaración, se coló la disquisición de la senadora del PDP Desirée Masi sobre las vacunas chinas Coronavac y Shinofarm.

Haciendo valer su profesión de médico, la parlamentaria aseguró que “las dos vacunas chinas son buenas, tienen menos eventos adversos; son seguras, protegen, y  disminuyen la hospitalización”.

“El único supermercado abierto en este momento en vacunas, testeo, rastreo, etc, es China Popular”, afirmó Masi. “Creo que tenemos que tener, que el Ministerio compre de una vez; que nos traigan acá dos millones de dosis de China”, pidió.

La senadora sostuvo que “los recursos humanos de Salud” en el país “quieren las vacunas rusa y china”. “Ese es el nivel de la gente que no tiene el velo ideológico. Preguntenlé a los médicos y enfermeras, le van a decir la Sputnik V, y la Coronavac”, señaló.

“La gente cree que el privado puede traer y vender solo. El privado trae pero el Estado le compra el 100%. Una vacuna es un bien público. Hasta en Estados Unidos, el país más capitalista del mundo, compra el Estado”, afirmó.

Finalmente, al cabo de la larga discusión, el senador de Hagamos Patrick Kemper, propuso eliminar del acápite del proyecto el nombre de China Popular, y el senador de Patria Querida Rolando Rasmussen, pidió que también se borren la palabra “directas” y la frase “sin intermediarios privados”, que desnaturalizaron por completo la intención original.

El senador colorado Juan Carlos Galaverrna se opuso a ambas propuestas. A la propuesta del Frente Guasú, que finalmente terminó rendido a la idea de Rasmussen, la tachó de “oportunista”. Y a la propuesta Kemper la consideró “gatopardista”.