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Política

Presupuesto Estatal, dignidad y respeto al ciudadano

Gloria Ayala Person. Foto Gentileza.

Gloria Ayala Person. Foto Gentileza.

Así como en tu presupuesto sería un grave error gastar más de lo que ganas, le pasa lo mismo al Estado. El Presupuesto de Gastos de la Nación (PGN) permite proyectar obras de infraestructura, pago de obligaciones, inversión en salud, educación y seguridad, visualizar gastos corrientes y, en suma, definir la eficiencia y eficacia de los tres Poderes del Estado a nivel país.

Los ciudadanos nos hemos ajustado los cinturones en un año crítico en lo económico, financiero y social, lo mínimo que podemos esperar del Estado es transparencia, mesura y equilibrio presupuestario. Sin embargo, nos sorprende que el “presupuesto austero” presentado al Legislativo, recorta gastos de capital, pero no disminuye gastos corrientes. Estamos altamente endeudados y no se atreven a recortar los beneficios bochornosos de unos cuantos operadores políticos que utilizan el Estado como si fuera su patio. Además de no recibir de manera eficiente lo mínimo que se espera del Estado: salud, educación y seguridad, ahora sentimos que nos endosan la deuda que tendremos que pagar durante varios años.

El PGN nos ilustra como se proyecta el origen de los fondos (impuestos, aranceles, tasas, multas, deudas) y su aplicación (infraestructura, inversiones de capital y gastos). Así como al analizar tu presupuesto, podemos visualizar claramente tus prioridades porque allí pones tu dinero, pasa lo mismo con el PGN, lo que le interesa al Estado se observa en el dinero que destina a mantener ese gasto.

Claramente el Estado se ha reformado bastante desde 1992 (Constitución Nacional vigente) como muestra vale un botón, de hecho, puedo mostrarte muchos botones que señalan la forma en la que se ha acrecentado la estructura estatal, fíjate en los cuadros 1, 2 y 3.

Paraguay es el Estado con mayor tasa de crecimiento en el gasto público de toda Latinoamérica, duplicó su deuda externa con relación al PIB (17% en 1995 y 31% en 2020).

Todo esto es largamente conocido y demostrable, pero en esta Pandemia donde el ciudadano se ha ajustado los cinturones porque está desempleado, cerró su negocio, perdió lo que tenía y debe mendigar un plato de comida de ollas populares, sencillamente se ha convertido en un derroche inadmisible, el Paraguay necesita líderes políticos y de gestión que tengan al país como interés superior.

Una importante parte del presupuesto se destina al MEC, pero allí, cuando analizamos encontramos que el 75% se aplica a salarios y montos residuales se destinan a mejorar la calidad de la educación e inversiones. De hecho, tenemos menos alumnos en el sistema educativo público, pero hay un gran aumento en los gastos del sector. Así en el 2012 teníamos 1.386.315 alumnos y gastábamos 3.991.571 por cada alumno mientras que en 2018 tuvimos 1.256.953 y el gasto ascendió a 6.361.566 por niño. En síntesis, estamos invirtiendo mayores recursos con peores resultados.

Un tema por demás preocupante es que la disminución de los docentes por jubilación impacta directamente en un aumento de Déficit de la caja fiscal, solo en el sector de maestros estamos hablando de Gs 400 mil millones que pagamos todos los contribuyentes.

Por otra parte, el Presupuesto de Gastos de la Nación es una norma jurídica donde el Legislativo ordena al Ejecutivo, sobre cómo disponer de los recursos para hacer frente a los gastos públicos (le indica como administrar), además de ello, la misma ley ordena habilitaciones, prohibiciones o restricciones en el llamado articulado del Presupuesto.

En dicho articulado, se disponen derechos y obligaciones a los administradores y los administrados. Por ejemplo, se establecen subsidios de salud para los empleados públicos, normas de aplicación al seguro médico pagado con dinero del contribuyente a favor de los empleados, concesión de retiros voluntarios, normas de inversión de los ahorros previsionales, entre otros.

A este respecto, resulta prioritario suspender la discrecionalidad de cualquier ordenador de gastos (ministros) a que firmen acuerdos, de ningún tipo, que alteren y comprometan flujos de Gastos en el ejercicio vigente o futuros sin la autorización expresa de modificación autorizada por el Congreso por una Ley.

El Presupuesto es la herramienta para contener, ordenar y racionalizar las eventuales conductas de la administración de los recursos públicos, para evitar que se degeneren en seguir cargando al contribuyente prestaciones que no van para su beneficio sino para sostener algunos esquemas de privilegio propios de nuestra gobernanza política.

Se pueden proponer innumerables mejoras al Estado, pero por el momento, me atrevo a plantear solo 3 puntos que, a mi entender, son cruciales de incorporar en el acuerdo del PGN 2021:

  • Suspender o diferir la creación de cualquier nuevo ministerio, secretaría o institución pública, hasta una revisión completa de la composición del gasto público.

·         Eliminar la figura del retiro voluntario (no porque no quiero que se retiren, se vayan a su casa y dejen de ser una carga para todos, sino porque esos montos no se ahorran, simplemente se reasignan “políticamente”).

·          Prohibir la firma de cualquier tipo de acuerdo o convenio que represente obligaciones en materia presupuestaria a futuro a toda autoridad, si el acuerdo o convenio no tiene previamente autorización legislativa.

Hay tantas cosas urgentes, como por ejemplo una profunda revisión y definición de la Caja Fiscal que está con saldos negativos y crecientes, una gigantesca carga para nuestros adoloridos hombros. Pero, tenemos que elegir las batallas y para ésta del PGN, ya no hay tiempo que dilatar.

No existe dinero público, es dinero de los contribuyentes y exigimos sea administrado con responsabilidad y transparencia. Sigamos Hablando de Dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.

 

 

 

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