Velázquez se envalentona y amenaza al EPP con “aniquilamiento total”

Luego de la llamada “operación tormenta”, del 20 de noviembre pasado, en que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) abatió en Amambay a tres integrantes del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), entre ellos a Lucio Silva, uno de sus miembros fundadores, el vicepresidente Hugo Velázquez renovó sus amenazas contra el grupo armado, invitándolo a “entregarse si quiere evitar el aniquilamiento total”.

En declaraciones a los medios, Velázquez sostuvo que el único modo en que los guerrilleros del EPP pueden evitar ser “aniquilados” por la FTC es “entregarse a las autoridades”. Argumentó que no son los militares paraguayos, ni el gobierno, los que eligen el camino de la guerra, sino “ellos quienes realizan esto”.

El Vicepresidente volvió a calificar de “exitosa” la “operación tormenta”, que abatió a los epepistas Esteban Marín López, de 36 años, Rodrigo Argüello, de 24 años, y el septuagenario Lucio Silva, un hombre que estuvo en los comienzos del grupo, en 1997.

«Esto es un logro que fortalece a nuestras tropas”, dijo Velázquez, y aunque reconoció que no puede hablarse de “una victoria definitiva”, es “una respuesta positiva que dan nuestras fuerzas públicas a estos delincuentes, y que levanta la moral de las fuerzas armadas y recupera la confianza de la ciudadanía”.

“Ojalá que no terminemos en el aniquilamiento y la única manera que veo que esto no ocurra así es que ellos se entreguen, después no hay otra manera de que esto no termine de esta forma”, manifestó.

Operación tormenta

El operativo de la FTC, se registró en la noche del último viernes al pie del Cerro Guasú, en la zona de Yby Yaú, muy cerca de donde fueron secuestrados el 9 de septiembre el exvicepresidente Oscar Denis Sánchez y su peón, el joven Pa´i Tavyterá Adelio Mendoza, que fue liberado pocos días después y cuya comunidad, Ita Guasú, tiene al Cerro en su cosmovisión ancestral; y a menos de 30 kilómetros de donde se registró el enfrentamiento anterior, el 2 de septiembre, donde fueron abatidas las dos niñas Villalba de nacionalidad argentina.

La noticia sobre esta incursión militar en la zona del secuestro del septuagenario político liberal de Concepción, y la confirmación luego por parte del gobierno que los abatidos hicieron parte del grupo que se llevó a Denis Sánchez, generó expectativas sobre una inminente resolución del caso, incluso del rescate del expresidente, pero todo esto se diluyó con el correr de las horas y la falta de información oficial sobre las evidencias que las autoridades decían que podían encontrar en las mochilas y equipos incautados al grupo en su huida.

Y como en ocasiones anteriores, a la noticia del nuevo enfrentamiento armado, le siguió el rápido viaje del presidente Mario Abdo Benítez y su ministro del Interior Euclides Acevedo, aunque vale decir que en esta oportunidad ambos mantuvieron un perfil más bajo, e incluso se ahorraron declaraciones, dejando a los militares a cargo de las respuestas a la prensa.

Para la familia del exvicepresidente, la falta de noticias sobre el caso resulta angustiante. “Esta falta absoluta de información, este desconocimiento del paradero de papá no está haciendo muy mal”, había dicho Beatriz Denis, la hija mayor del político secuestrado, en ocasión de cumplirse dos meses de su secuestro, el 9 de noviembre pasado.

En los primeros días del plagio, el gobierno ordenó un despliegue de tropas y equipos de combate inédito desde la caída de la dictadura, en 1989, que incluyó más de un millar de hombres, blindados y transporte, además de incorporar asesores colombianos en contrainsurgencia y tecnología de rastreo, que sin embargo en casi 80 días no ha conducido al rescate de Oscar Denis, ni muchos menos ha llevado a Edelio y Urbieta, que siguen con paradero desconocido desde hace varios años.