Proponen trasladar restos de Madame Lynch al Panteón de los Héroes

Un proyecto de ley impulsado por las diputadas Esmerita Sánchez y Rocío Abed busca trasladar los restos de quien fuera la compañera del Mariscal Francisco Solano López, Madame Alicia Elisa Lynch, al Panteón de los Héroes, y que se otorgue la nacionalidad paraguaya post mórtem.

En el proyecto, que actualmente se discute en las comisiones de Asuntos Constitucionales y Educación Cultura y Culto, de la Cámara de Diputados, las legisladoras sostienen que el traslado de los restos de Madame Lynch al máximo altar de nuestro país busca “hacer justicia”, por ser “parte fundamental de nuestra historia nacional”, considerándola “mujer que merece mucha mayor admiración por parte del pueblo paraguayo, mayores recordaciones y homenajes por su inmensa e inapreciable entrega la Patria”.

Entre las consideraciones, la iniciativa hace un repaso de la vida de Elisa Lynch, destacando sus aportes a la cultura y la vida social paraguaya, y especialmente durante la guerra contra la Triple Alianza, donde “fue madrina de guerra, se encargaba de los uniformes y la comida de los soldados, cavó trincheras con otras mujeres; fue enfermera en la Batalla de Curupayty y cuidó hasta el último suspiro al general José Eduvigis Díaz, dio siete hijos al Paraguay, herederos de la estirpe de Solano López, entre ellos al héroe de la guerra, el coronel Panchito López, quien acuñó la frase: un coronel paraguayo no se rinde”.

Argumenta que Lynch “impulsó el gusto por el teatro y talentos afines, e inició el florecimiento del arte en su condición de mujer”. Agrega que “su vida sin matrimonio con Solano López la llevaron a verdaderas etapas de sufrimiento en cuanto a su vida pública”.

Precisamente, este último punto fue, según la historiadora Ana Barreto Valinotti, lo que impidió en 1970 que sus restos, repatriados de Francia, fueran alojados en el Panteón de los Héroes, “porque no estaba casada legalmente con López”. De concretarse, Madame Lynch sería la primera mujer en ser alojada allí, lo que para nada es un dato menor.

Casos imposibles

En los últimos años, el Congreso aprobó leyes para disponer el traslado al Panteón de los Héroes de personajes prominentes de la cultura y el deporte nacionales, como el músico José Asunción Flores, creador del género musical paraguayo por excelencia, la Guarania; el escritor Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes de Literatura, y el máximo ídolo futbolístico Arsenio Erico, más conocido como el “saltarín rojo”.

Sin embargo, los restos de ninguno de ellos fueron trasladados nunca, ya sea porque no hubo consenso con familiares o herederos, o por la oposición de asociaciones culturales relacionadas con su legado que no fueron consultadas en el proceso de sanción de la ley.

Antonio Pecci. SEP

El periodista Antonio Pecci, quien escribió libros sobre el maestro Flores, explicó que en el caso del creador de la Guarania, cuyos restos descansan en la plaza que lleva su nombre y el del poeta Manuel Ortíz Guerrero, ubicada sobre la avenida Mariscal López frente a la cárcel de mujeres, tanto los herederos del músico como el Ateneo “José Asunción Flores” se opusieron por cuanto cada año su tumba es escenario de homenajes de delegaciones de varios países, incluso de Europa.

“En la plaza hay un hermoso conjunto de obras del escultor Herman Guggiari; los restos de Flores se depositaron ahí durante la administración municipal de (Carlos) Filizzola, y todos los años vienen delegaciones de diversos países, traen su placas y las colocan ahí; si te fijas vas a ver que el lugar está lleno de placas recordatorias de muchos países”, dijo Pecci.

El periodista comparó la situación con lo sucedido con el músico Emiliano R. Fernández, cuyos restos descansaban también en un paseo en Guarambaré, y era objeto de visitas, homenajes, serenatas, “y cuando se lo trasladó al Panteón desapareció toda esa expresión cultural”.

En el caso de Roa Bastos, según señaló Pecci, algunos de sus descendientes en el país, como su hija Mirtha, estaban de acuerdo con mover sus restos al Panteón, pero la oposición de sus otros hijos que viven en el exterior pesó más, y también el hecho que el mismo autor de “Yo, El Supremo” había dejado expresamente establecido que deseaba yacer junto a su padre y su madre en el Cementerio de la Recoleta, que es donde se encuentra su tumba.

Pecci considera fundamental que los congresistas “hagan rondas de consenso previo antes de elaborar estas leyes”.