Lilian obligó a Riera a retractarse públicamente

El caso del senador Rodolfo Friedmann, cuya pérdida de investidura el Senado dejó sujeta a una resolución judicial que puede llegar o no, continúa generando reacciones entre quienes votaron a favor y en contra del parlamentario oficialista.

En la sesión ordinaria de ayer, se vivió otro de estos capítulos cuando la senadora colorada Lilian Samaniego embretó a su colega Enrique Riera y lo obligó a disculparse públicamente por sus declaraciones  en un programa de televisión, donde dijo que su correligionaria había sido sobornada con una parcela de la mina de oro de Paso Yobai, en Guairá, para votar a favor de Friedmann.

“El dijo que el senador (Juan Darío) Monges y yo recibimos a cambio, según le contaron, una zona para explotar oro en Paso Yobai; todas cosas ya escuché en este tiempo, pero esto ya me superó”, señaló Samaniego.

“Y te digo senador Riera, mis posiciones nunca a cambio de nada; tres períodos llevo de senadora, y jamás le difame y le intrigué a nadie para defender mis posiciones, sean acertadas o no; nunca le ofendí a nadie”, agregó la parlamentaria.

“También dijo (Riera) que si no era verdad pediría disculpas, entonces ahora le aconsejo y voy a esperar que me pida disculpas, porque en este tema me voy a ir hasta el final, y lamento que si no lo hace vamos a encontrarnos en los estrados judiciales, porque él va a tener que demostrar algo que no existe”, amenazó.

Seguidamente, Riera, reconoció que sus dichos fueron frutos de la “imprudencia, fruto del pedido de gente que me dijo que no deje de mencionarlo, porque la versión que yo había recibido era esa”.

Paños fríos

Riera, incluso, argumentó que no ve “nada ilegal” en la posibilidad que Samaniego o Monges, “o cualquiera de nosotros quiera probar suerte en una mina privada, que no tiene contratos con el Estado”. “Es lo mismo que yo tenga animales”, comparó.

“Pero no quiero tener problemas con mis colegas por mis posiciones, así que quede bien grabado Lilian te pido públicamente disculpas, y al doctor Juan Darío Monges también; no debí haberlo dicho y la próxima vez que diga algo trataré de estar respaldado con pruebas sólidas para que no haya problemas”, añadió.

Argumentó que quedó “molesto porque no se trató el tema (destitución de Friedmann)”, y que quizás se dejó llevar por sus “impulsos, y porque la gente me lo repetía y yo me dejé llevar”.  “Espero que con esto quede aclarada esta argelería, no hace falta que nos veamos en los tribunales; no quiero más discutir con los colegas cuando defiendo causas y valores que tienen que ver con mis principios”, finalizó.