The show must go on

Contenido para los medios de comunicación y las diversas plataformas comunicacionales de carácter alternativo hay para rato. Basta con presenciar las sesiones del Congreso y las conferencias de prensa convocadas con frecuencia. Uno se da cuenta de que los medios informativos están saturados de trabajo. La clave, sin embargo, es tocar la tecla correcta en la forma de comunicar los distintos episodios que generan información útil para la sociedad.

En ese contexto, la semana pasada estuvo atiborrada de eventos de tinte político que incluso podrían considerarse absurdos, algunos, como el rechazo del proyecto contra la  imprescriptibilidad de hechos punibles contra el patrimonio del Estado. Paralelamente a este controvertido rechazo, se aprobó a tambor batiente la obligatoriedad de la entonación del himno nacional paraguayo en las escuelas del país, al menos una vez a la semana.

En el plano jurídico, las idas y venidas de las conferencias de prensa brindadas por la Fiscalía han movido nuevamente el avispero sobre el caso que enlutó prácticamente al sistema jurídico del país. Según las declaraciones del fiscal, el caso aún está en la nebulosa y “ni tan cerca ni tan lejos” de ser aclarado. Las reacciones de los juristas especialistas no se hicieron esperar y han bombardeado con explicaciones y aclaraciones con fundamentaciones jurídicas, en el sentido de que las declaraciones del fiscal estarían alejadas de las posibilidades jurídicas contempladas en el sistema jurídico del país.

Un tema que se debe tener muy en cuenta: la exsenadora Desirée Masi, en su cuenta social X publicó lo siguiente:

“Todos repiten “territorialidad” como excusa de inacción de la investigación del @MinPublicoPy. Para qué pio modificamos Código Penal? “La ley penal paraguaya  también será aplicable en hechos realizados en el extranjero”

Inc 9. SICARIATO. O que significan crímenes  trasnacionales, sello  del crimen organizado? Los parlamentarios de este período, salvo pocas excepciones, NO LEEN NADA LUEGO? Madre mía”

Me pregunto, como ciudadano de a pie, si el fiscal general del Estado está actualizado con las leyes del país.

En fin, “the show must go on“, es el título de una canción  de Freddie Mercury, emblemática, por cierto, y este show se concentra actualmente en el Congreso, que es una fuente interminable de noticias de las cuales se nutren, como ya he mencionado, los distintos medios de información. Lo grave de este show es el mensaje que se da a la sociedad, especialmente a la generación joven que se está formando, y necesita un modelo equilibrado y racional ante estos eventos que marcan la historia contemporánea del país, especialmente en la constelación política.

Si analizamos desde los cánones educativos, ¿cómo un escolar interpretaría que, por un lado, se exija cantar el himno nacional del país y, por otro lado, se blinde a corruptos con una ley desde todo punto de vista amoral e irracional? Claro, desde mi óptica; quizás algún encumbrado político me haga ver diferente la situación.

Recuerdo las charlas del sociólogo Gerardo Fogel, quien hablaba sobre la educación sistemática y la asistemática. Según este académico, la asistemática es la que más se impregna en el nivel cognitivo del niño. A modo de ejemplo, afuera, el niño está atiborrado de gigantografías de una bebida azucarada muy popular, mientras que en su patio se pudren pomelos, mangos y otras frutas. Se opta por la bebida artificial azucarada antes que las frutas saludables que abundan en nuestro país. Con este ejemplo, es posible dimensionar lo pernicioso que resulta enviar mensajes negativos a la sociedad, especialmente a los niños que poco o nada entienden del engranaje de la sociedad actual.

Se habla hasta el cansancio de valores, de familia, de protección a los niños, entre otros ejes esenciales de la vida humana, pero en la realidad es totalmente otra cosa: sigue la corrupción generalizada, los políticos voraces que solo piensan en su bienestar y una justicia debilitada por los embates de fuerzas exógenas que atentan contra los postulados jurídicos.

Me pregunto si es posible salvar este país. Esta cantinela se repite desde el advenimiento de la democracia, y hasta ahora, muy poco se ha logrado, y ya van 35 años de esperas para disfrutar de las libertades plenas de todos los paraguayos.

Me pregunto hasta cuándo este Congreso se estará burlando del pueblo, que solo lucha por mejorar su calidad de vida.

Un poco de vida se pide, pero conforme este nuevo gobierno se va desarrollando, y que apenas tiene unos meses, pocas esperanzas hay de un despertar de la nación, pues los que deben velar y aplicar correctamente las leyes se empeñan en retrasar el desarrollo del país.

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