El embajador Marc Ostfield movió el avispero

Definitivamente, la presencia del actual embajador estadounidense, Marc Ostfield, en el país ha marcado eventos muy importantes en el trajín político del país. Desde las consabidas conferencias de prensa en las que se exponían casos significativamente corruptos y con prohibición de pisar suelo estadounidense, hasta la última declaración sobre el asesinato del finado fiscal Pecci en los dos años desde ese luctuoso suceso, el embajador ha sido la persona más destacada en el ámbito de la política dura y pesada, en la que nadie realmente quiere involucrarse.

Esta vez, se ha informado directamente que el gobierno de los EE. UU. y de Colombia están unidos para esclarecer este deplorable suceso que ha enlutado prácticamente a toda la nación. Aunque no es el único suceso luctuoso que ha cobrado vidas valiosas, es la primera vez que un gobierno extranjero abiertamente se posiciona para el avance de las investigaciones.

Mientras tanto, a nivel local, el Ministerio Público insiste en que también tienen voluntad de que este caso no quede en el olvido. Según el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón Fernández, es difícil la intervención del MP porque no manejan fuentes propias, sino de otra fuente de justicia. Se entiende esto, pero ya han pasado 2 años y recién ahora se articulan para poder coordinarse y convenir con autoridades colombianas, quizás para unificar la información.

Resulta extraño esto, pues apenas el embajador movió el avispero, el MP también se mueve. Como es un caso muy complejo, nos deberíamos preguntar cómo debería actuar el MP paraguayo ante estos casos que están fuera de su jurisdicción y competencia. Pero, ¿por qué entonces los EE. UU. meten sus narices en un tema que compete tanto a Paraguay como a Colombia? Siempre se habla de soberanía y muchos políticos se ufanan y se ponen los guantes de boxeo para defender la dichosa soberanía paraguaya, ¿pero en este caso, dónde están los héroes que vociferaban en contra del embajador en los esperados viernes?

Es sabido que en la historia del país, los EE. UU. han jugado un rol preponderante en la constelación política del país, aunque para la generación actual está un poco alejada de la memoria colectiva, pero este caso ha tocado de lleno a esta nueva generación que ya tiene conciencia de las cosas pesadas y puede interpretar los discursos oficiales contra lo que la realidad misma le advierte o le enseña.

Esta intervención directa de los EE. UU. en tratar de resolver este caso local, es una bofetada a manos llenas al actual gobierno y deja en mala posición a los paraguayos que aún creen en su país como un Estado soberano e independiente.

En caso de que este llegara a su final, y se espera muy pronto, sería uno de los primeros casos en contra de la ley del “oparei”, pues aun el magnicidio del Dr. Argaña está en la retina de muchos paraguayos y aún existen dudas sobre los verdaderos responsables de ese suceso que paralizó al país.

En este contexto, la familia Pecci ha publicado un sensible comunicado que los medios se han hecho eco, y rescato el siguiente párrafo de dicho comunicado, con el fin de tratar de comprender el inmenso dolor que el crimen organizado ha causado a esta familia:

“Solicitamos a las autoridades encargadas de la administración que respetuosamente ahorren cualquier tipo de estipendio público en memoria del Dr. Marcelo Pecci. Les solicitamos que en lugar de lirios o calas, cartas o cintas, hasta el último recurso se destine a averiguar quién ordenó matarlo. Cualquier otro homenaje, lastimosamente, no podrá ser bienvenido”

Más claro y contundente no puede ser este texto, y se espera que las autoridades locales puedan ponerse en la piel de la familia Pecci para llegar al responsable de este magnicidio. Esto debe solucionarse, pues hace poco el presidente Peña con bombos y platillos celebraba la nueva tarifa de la energía eléctrica excedente de Paraguay que le corresponde de la hidroeléctrica Itaipú.

Esta celebración quedará en el vacío y no tendrá ningún mérito si este caso, que dejó paralizado al Ministerio Público, no se resuelve.

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