Prensa no alineada

Las manifestaciones de los estudiantes han marcado la agenda del país en las últimas semanas. Esto no se desmoralizó con la contra propaganda que instaló el gobierno con el fin de desmeritar y ningunear los genuinos reclamos de los estudiantes. Les han tildado de minoría ruidosa y les han lanzado otros epítetos no positivos hacia esa camada de jóvenes que son el fundamento del futuro del país, o por lo menos serán eslabones del cambio generacional del país.

Se desprende de la propia boca del presidente que, de cierta manera, insinuó a su estilo y con esa característica risa burlona o quizás nerviosa que encierra alguna inseguridad en su actuar actual como jefe de Estado, que es la prensa no alineada al oficialismo la que instaló la idea de que los programas ya blindados por ley no cumplirían con su objetivo. Esto, por supuesto, fue respondido por los estudiantes con argumentos bien sostenidos y racionales al dudar de que dichos programas realmente estarían en peligro si se financiaran con la famosa fuente 10, de recursos genuinos del Tesoro. Este asunto fue muy bien aclarado por varios referentes de la política, la sociedad y los estudiantes, pues existirían programas que no están financiados actualmente por esa tan mencionada fuente. Eso es más que evidencia para que los estudiantes duden de las verdaderas intenciones del gobierno.

Esto no es invención de la prensa no alineada, sino que son hechos que fueron visibilizados por varios grupos e individuos en los diferentes medios de prensa y en las redes sociales. Es lamentable que el intento de acallar las voces de la prensa se tenga que revivir en la era del conocimiento, la comunicación y la digitalización mundial, pues hoy en día con un clic se puede acceder a una cantidad de informaciones clave para entender el panorama informativo que no se aparta de la realidad.

El periodismo actual enfrenta desafíos únicos, como señala un artículo de Leah Silver en la Red Internacional de Periodistas. Los formatos tradicionales se están alejando del periodismo moderno debido a la velocidad con que las noticias se desarrollan en el mundo. Los medios informativos aplican una fuerte presión a sus periodistas con el fin de informar en la brevedad posible los eventos que marcan la agenda diaria de la población, para que estos estén informados. En este contexto, el periodista se siente casi obligado a interactuar con el lector usuario, que de alguna manera proveerá información de primera mano a los actuales medios en fomato digital.

En décadas pasadas, en nuestro contexto local, al periodista le resultaba difícil informar con rapidez, pues en primer lugar se debía y se debe actualmente verificar las fuentes para no caer en desinformación, lo cual puede resultar peligroso.

Según mis apreciaciones, la prensa no alineada no ha instalado absolutamente nada para que las manifestaciones cobren fuerza, tal como ha sucedido en las últimas semanas. Solo ha cumplido su rol de informar y a la vez de servir como contrapeso hacia las acciones del gobierno que no están muy clarificadas o aclaradas, o en su defecto, con una mala estrategia comunicativa. A pesar de tener una vocería que se encarga de transmitir la información a la masa poblacional.

Según lo que se pudo leer desde el inicio de este gobierno, no existe actualmente un buen equipo que pueda transmitir verazmente las informaciones gubernamentales. Quizás esto se debe a que las informaciones que emanan del oficialismo no están bien transparentadas, y es ahí donde la prensa actual, con la ayuda de sus lectores, puede articular su rol de contrapeso.

En cuanto a los medios noticiosos del país, son solo unos cuantos los que son considerados formadores de opinión, y los otros “alienados” responden directamente al oficialismo, e incluso, podrían responder a un grupo político específico.

Según mis observaciones de la prensa en el país, en una población que lee poco, que ya no compra diarios impresos, sino que se informa a través de los medios digitales y de las redes sociales, y en la que las noticias se saturan, se debe modernizar o reestructurar con el fin de que haya una mejor comunicación con el lector que tiene información original, pues esa información difundida por los medios tiene su génesis en los propios entornos de los lectores.

Nuevamente, manifestar que la prensa no alineada está en contra de las acciones del gobierno es una declaración no muy feliz del propio presidente de la república.

Se vive supuestamente en democracia y esta se nutre del disenso; son las reglas de juego a las que el presidente debe someterse. Además, la libre expresión y libertad de prensa están más que consagradas y blindadas en la constitución nacional de la república.

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