Hay un nazi en mi sopa

UNO

En pleno partido del US Open, un fascista emitió el grito oprobioso.

–Deutschland über alle; esto es: Alemania por encima de todo.

Entonces el rubio tenista alemán Alexander Zverev, con pinta de rockero, se quedó atónito. Decidido, paró el match y se dirigió al juez.

-¡Ha dicho la frase más famosa que hay de Hitler en el mundo!, es inaceptable.

A continuación, el árbitro se dio la vuelta y exigió que se ubicara al retrógrado. En tanto, Alexander estaba decidido a no continuar. Transcurridos unos segundos, los guardias lo identificaron y conminaron a salir del recinto. El indeseable se retiró acompañando de los custodios, entre gritos de aprobación y aplausos de la multitud. Esto reafirma lo que piensa gran parte de los alemanes, hoy en día, de Hitler.

-Es una mancha negra en su historia. La cual, no desean que se vuelva a repetir.

Indudablemente, el tenista tiene sus principios enhiestos. En Alemania, ser nazi es un delito.

DOS

Es un obeso cincuentón, natural de Tebicuary. Es el arquetipo del político paraguayo del siglo XXI. Desde temprana edad dio cuenta de su habilidad con los números; y, mucho ojo, para entablar lazos con las personas convenientes. Lo cual, dio frutos en 1999.

-Fue nombrado director de Administración y Finanzas de la UNA.

Ocho años después, declaró que aún vivía en alquiler, pero al mismo tiempo poseía 2.000 millones de guaraníes, los cuales guardaba debajo del colchón. No es joda, ese monto no figuraba en su cuenta corriente. El susodicho contaba con un salario de G. 10.800.000; a eso sumemos G. 8.000.000 por asesoría. En el 2015, los alumnos de la universidad lo acusaron de planillero. Era el momento de “UNA no te calles”; por lo tanto, renunció.

El 2018, sumó bienes inmobiliarios valuados en más de 3 mil millones y 900 millones en vehículos.

-Increíble, ¿no?

Acá la gente confunde el termino “liberal”. Muchos de los políticos del PLRA no merecen, en absoluto, ese calificativo.

-¿Qué significa ese término en política?

Se atribuye a las personas que promueven las libertades civiles y económicas. Se oponen al absolutismo y conservadurismo. Se fundamentan, tanto en el Estado de derecho como en la democracia representativa y la división de poderes.

Recordar que Amarilla fue expulsado del Congreso anterior acusado de enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y corrupción.

-¿Hace falta añadir algo más?

TRES

Los estudiosos europeos del siglo XIX, utilizaron el término “ario” para identificar a los pueblos indoeuropeos. A mucha honra, yo lo digo: mi ascendencia materna es indoeuropea y no me avergüenza ser indoeuropeo. Yo soy de raza aria y mi ascendencia es de raza aria. Senador Dionisio Amarilla.

El columnista de este diario, Martín Ramírez, doctor en Lingüística y Filosofía, refutó las falacias vertidas por el congresista. Asimismo, dejó en claro que Hitler buscaba la perfección racial.

-Esto es, ser caucásicos, rubios, estatura 1.75 cm. y ojos azules.

En otras palabras, senador, usted hubiera pasado por los hornos crematorios sin lugar a dudas.

Personalmente no me asombra, en absoluto, que una autoridad ensalce la raza aria. Hace un tiempo, en la Feria Alemana de San Bernardino, se vendían jarras de chopp con el rostro del Führer o la esvástica. Muchos compraron. Ante el lógico reclamo del presidente de la Unión Hebraica, se inició un debate. Lo mas insultante fue cuando un conocido periodista justificó las compras en nombre de la libertad. Discutí con muchos que tenían la misma posición del periodista. Entonces les pregunté lo lógico.

-Si estás tan convencido, ¿por qué no colocas la esvástica como tu foto de perfil en las redes sociales?

Ninguno me respondió.

Por último, sin inmutarse, el referido parlamentario insultó y trató de denigrar la figura de una de las pocas personas rescatables del Hemiciclo Paraguayo.

-La senadora Celeste Amarilla.

Incluso la llamó mestiza, ahondando en su supina ignorancia. El ínclito debería saber que Paraguay es una nación mestiza, de descendientes de los guaraníes y españoles. Por ende, todos son mestizos.

Y sí, Dionisio Oswaldo Amarilla Guirland, no eres de raza aria. Aunque te duela.