Raza “aria”

Es interesante que todavía haya personas, y entiendo que no son pocas, que sienten cierta admiración por lo que ha dejado el nazismo en la historia de la humanidad. De hecho, existe un tendal de informaciones en las redes a sólo un clic para acceder a ellas.

En estos últimos días, se ha vuelto viral en las redes sociales debido a sus manifestaciones el senador “libero-cartista” Dionisio Amarilla Guirland, en una sesión oficial del Congreso paraguayo. En dicha sesión, manifestó ser de raza “aria” y lo hizo con orgullo, sosteniendo esta afirmación. Supongo que este señor se refería al concepto lingüístico acuñado en el siglo XIX para identificar a antiguos hablantes de origen indoeuropeo. Sin embargo, esta hipótesis ha sido rechazada y refutada por varios lingüistas, ya que no existen evidencias antropológicas que la respalden.

Según la documentación lingüística en este tema, el término “ario” se refiere a la lengua proto-indoirania arya, que hablaban los antiguos pueblos indoiranios. Actualmente, el término indo-ario se utiliza para identificar la familia de lenguas sánscritas y también idiomas modernos como el hindi, urdu, bengalí, nepalí, punjabi, gujarati, romaní, cachemir, cingalés y marathi. Estos idiomas comparten una relación filogenética con la familia lingüística indoeuropea y se clasifican en tres grandes grupos:

Indoario antiguo:1500 a. C. hasta ca. 500 a. C.

Indoario medio: desde el 500 a. C. al 1000 d. C.

Indoario moderno: desde el 1000 d. C. hasta la actualidad.

Entiendo que este congresista se habría referido a esta historia resumida de las lenguas indoarias cuando afirmó su ascendencia “aria”, ya que no se relaciona directamente con su primer apellido de color patito.

Sin embargo, lo que se puede inferir es que su alusión se refiere a la concepción errónea y pseudocientífica de una raza superior que se creía que se encontraba en algún pueblo nórdico de Alemania, Países Bajos y Escandinavia. Teoría desarrollada por el teórico racial alemán Hans Friedrich Karl Günther (1891-1968). En mi opinión, este congresista no parece estar lo suficientemente preparado en lingüística como para respaldar la tesis del origen indoeuropeo desde un punto de vista lingüístico.

Esta supuesta raza “aria”, como la denominó Hitler, se caracterizaba por tener un cráneo dolicocefálico, ser rubios, tener ojos claros azules y una piel bastante clara, con una estatura promedio de cerca de 1,75 centímetros. Aunque no todos los alemanes tenían estas características, y se buscaba corregir estas imperfecciones mediante la crianza selectiva. Esta visión racial sirvió como base para ciertas políticas sociales alemanas articuladas por Hitler.

Si este senador, que perdió su investidura en el Congreso pasado debido al tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y corrupción, afirmara ser de raza “aria” como lo ha manifestado, tendría un cráneo dolicocefálico (alargado), lo cual está muy lejos de ser cierto. De acuerdo a sus rasgos craneales correspondería más a la de los braquicéfalos, es decir, un cráneo corto y grande, lo que comúnmente se conoce como “los comunachos”.

En la legislación alemana, específicamente en el Código Penal, los artículos 130 y 86 están claramente especificados y prohíben hacer apología del nazismo. Aquellos que infringen estas leyes pueden ser condenados hasta a 5 años de cárcel.

Existe una lista importante de símbolos o manifestaciones nazistas que están prohibidos, desde llevar el bigote de Hitler hasta manifestaciones mediáticas o demostraciones populares, entre otros.

Cada vez sorprenden más a la ciudadanía estos referentes de la política paraguaya, especialmente porque gastan su preciado tiempo debatiendo sobre temas que no tienen absolutamente nada que ver con la problemática angustiante actual de la nación.

De una vez por todas, estos políticos deben dejar de decir disparates y ponerse a trabajar para sacar al pueblo del fango en el que está atascado.

Le asigno una tarea a este congresista: que investigue cómo se ha formado el grupo étnico de los paraguayos, que está muy lejos de ser de raza “aria”, desechando la absurda visión nazista.

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