Visión utilitarista del casi ministro de Salud

Faltan apenas tres semanas para que el nuevo gobierno empiece su “reseteo” con la promesa de que el país “esté mejor”. El eslogan “Vamos a estar mejor” que llevó a Santiago Peña, de la mano del movimiento de moda, Honor Colorado, de la ANR, ya está enfrentando algunas dificultades antes de asumir su mandato.

El primer problema, de acuerdo a las expresiones de la ciudadanía en las redes sociales y medios de comunicación, sería la elección del Gabinete del próximo gobierno. Muy pocos son los nombrados que no cargan una mochila pesada en sus espaldas. Por lo que se puede inferir, según los nombramientos y publicaciones, este gobierno sería una continuación del plan de gobierno del expresidente Horacio Cartes, ya que varios colaboradores suyos están en la nómina del nuevo Gabinete.

El gran secreto que estaría guardado bajo siete llaves de oro sería saber quién es el responsable de estas asignaciones. Según el propio presidente electo, él mismo es el encargado de la “selección nacional” para el próximo periodo presidencial, pero por los nombres de los recientemente designados, se presumiría que el expresidente estaría aconsejándolo para esta notable selección de ministros.

Como todo gobierno que inicia, se le debe dar el voto de confianza, es decir, los primeros 100 días de luna de miel en los que estos nuevos funcionarios públicos de alto rango deberán demostrar lo que saben hacer y, especialmente, tratar de cumplir las promesas electorales pregonadas durante la carrera presidencial, como “el dinero debe regresar al bolsillo de la gente”, “vamos a estar mejor” y otras frases que la sociedad ha tenido que aguantar hasta el hartazgo.

Algunos ministros designados visitan periódicamente los medios de comunicación, especialmente los medios allegados al grupo Cartes, o exgrupo Cartes, si así se podría definir. En sus visitas y llamados a reuniones de prensa, tratan de vislumbrar lo que en el futuro articularán en sus respectivos ministerios. El ministro de Educación ya adelantó que se enfocará en la lectura comprensiva, capacitación docente e infraestructura, entre otros puntos esenciales del quehacer educativo. El de Obras Públicas también adelantó sus planes en la cartera, aunque no ha mencionado el sonado caso del Metrobús, por ejemplo.

Y en la cartera de la Salud, en estos días el Dr. Felipe González, que en principio fue designado para ocupar la cartera de Salud Pública, causó controversia al referirse a los pacientes terminales de cáncer como un “malgasto” para el Estado, argumentando que no tienen oportunidad de recuperación y, en resumidas cuentas, que no sobrevivirían. Esta declaración, que finalmente le valió “ser destituido” antes de asumir, se ha viralizado en redes sociales y medios de comunicación, generando malestar e indignación en muchos connacionales; incluso una experta en derechos humanos ha mencionado que esto podría entenderse como una “apología a la eutanasia”. También un miembro del Círculo Paraguayo de Médicos ha criticado la infeliz declaración del médico y, para cerrar esta batahola de indignaciones, una carta abierta emotiva y triste enviada por una familia de San Juan Bautista, Misiones.

Poner precio a la vida es un tema muy discutido y estudiado en el campo de la filosofía con los postulados de la teoría utilitarista de Benjamin Bentham y de John Stuart Mill. El conocido y afamado filósofo Michael Sandel ha tocado este tema con estudiantes de Harvard en su curso What’s The Right Thing To Do? (¿Cuál es la acción correcta para hacer?). En el episodio n.°2 de este curso totalmente gratuito ofrecido por la Universidad de Harvard, detalla con una magistral aclaración que la teoría utilitarista puede ser objetada y lo ilustra con el caso de un estudio de Philips Morris: el costo y análisis del tabaquismo, realizado en la República Checa. En relación al costo-beneficio al que hace mención Sandel en su alocución, a modo de resumen, detalla lo siguiente:

Resumen del caso:

El Estado checo gana una suma de USD 147 millones si el ciudadano fuma.

El Estado ahorra en los ítems del apartado de beneficios la suma de 1.227 dólares por individuo.

Sandel aclara que en algunos análisis de costo y beneficio se incorpora el valor de la vida, es decir, poner un precio a la vida.

Volviendo a nuestra realidad diaria, la teoría utilitarista es cruel, fría y despiadada si la analizamos desde un ángulo netamente matemático; en ese sentido, el futuro ministro de Salud tiene razón, pero lo que se le habría escapado es el contexto social en el que vivimos, además del elemento ético que debe primar cuando el médico y paciente se enfrentan ante una barrera infranqueable, como son las enfermedades terminales.

Me hubiera gustado que el inicio de este gobierno fuera armonioso, como varias veces se ha leído en los medios, pero la situación es otra: el copamiento del Congreso, la discutida elección de ministros, el nombramiento de profesionales precarios del derecho en instituciones sensibles, entre otros, hacen que se dude de un buen gobierno en estos cinco años que nos esperan.

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Fuente consultada: What’s The Right Thing To Do – https://www.youtube.com/watch?v=0O2Rq4HJBxw&t=400s