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Opinión

Déficit de talento humano en el sector TIC en Paraguay

POR Lilian Demattei
Directora General de Ciencias y Tecnología del MEC - Profesora Titular de la UNA.

El mundo todavía trata de acomodarse después de la pandemia y frente al horizonte que se expande y vaticina, entre otras cosas, que para el 2030 más del 60 % que nacieron a partir de los 90 (generación Z) trabajarán en oficios de tecnologías de la información que aún no existen. Y en ese escenario Paraguay encuentra un territorio propicio, considerando que esta generación Z corresponde al 73 % de la población paraguaya. No obstante, el país debe sortear una interesante carrera de obstáculos para integrarse con éxito a ese futuro próximo.

En Paraguay, un profesional del sector TIC figura entre el top-10 de los oficios con mayor empleabilidad y mejor remunerados, con posibilidades superiores al 85 % de hallar empleo rápido y salarios atractivos, la pregunta es ¿por qué si es tan demandante y bien remunerado aún hay déficit?; ¿por qué los jóvenes siguen, en su mayoría, ingresando y graduándose en carreras convencionales? En los últimos 3 años solo el 4 % de los graduados en instituciones de educación superior en el país lo hicieron en carreras TIC.

No es solo en Paraguay, la misma OCDE señala que en las aspiraciones de los jóvenes, el dominio de carreras como derecho, medicina, ingenierías, administración y gerencia, psicología y arquitectura sigue guardando relación con las prioridades que tenían sus padres hace dos décadas.

Cerrar las brechas de capital humano para cubrir la demanda del sector es un desvelo del Gobierno, de la Industria y la Academia desde hace varios años, y en medio de este han surgido algunas soluciones. Mientras el Gobierno Nacional se volcó en una cruzada a gran escala con la agenda digital y en su Plan Nacional TIC (PNTIC, 2022) ubica al ciudadano como principal beneficiario, quien hace parte de la sociedad civil, el sector empresarial TIC, la academia y la comunidad técnica, que usa y/o requiere a las TIC para aumentar su productividad, quienes, a su vez, son usuarios y beneficiarios potenciales del óptimo desarrollo del Plan, como también de su mejora continua y la cobertura de sus líneas de acción. También hace parte de la población objetivo, los Organismos y Entidades del Estado (OEE), los cuales son proveedores de servicios esenciales y prioritarios, incluyendo al Talento TIC, quienes hacen parte de la Cadena de Valor del Ecosistema TIC del país.

Cabe resaltar que esta población objetivo se entiende como usuarios directos e indirectos de las acciones e inversiones realizadas para tener servicios públicos más eficientes, las mejoras en la calidad y cobertura del acceso a Banda Ancha y la inversión en TIC para la transformación digital de los distintos sectores productivos, la financiación de emprendimientos digitales y la capacitación de la ciudadanía para el aumento de la oferta de Talento TI.

Si bien hay problemas estructurales que el país aún no descifra, por ejemplo el despliegue de la fibra óptica nacional, los vacíos de todo este proceso corresponde a un déficit de personal técnico especializado en el área, que no está cubriendo la educación paraguaya para formar a los jóvenes en habilidades y competencias relacionadas con tecnologías de la información, internet de las cosas, software, apps y las llamadas habilidades blandas, apenas se da cobertura en las empresas, o el sector financiero, aunque no sin un costo de tiempo importante en el entrenamiento, formación y certificación de sus talentos humanos contratados o a contratar. “En la mayoría de los casos, a las empresas, las industrias y el sector TIC se toma cerca de un año entrenar a los empleados para que cuenten con las habilidades o competencias TIC”.

Para detectar los orígenes de estas falencias hay que retroceder hasta la educación escolar, al debate de la evolución de la educación en torno a la tecnología le ha faltado abordar asuntos de fondo como la transformación del modelo educativo, es necesario apuntar a la política pública de la “apropiación de la ciencia y la tecnología en el ámbito educativo”. Según los datos postpandemia en instituciones educativas oficiales determina que los docentes no poseen conocimientos técnicos y pedagógicos para integrar la tecnología en su labor de enseñanza cotidiana.

Pero aun sí tuviesen la capacidad de hacerlo y decidieran transversalizar los aprendizajes sobre la ciencia y tecnología en todas materias. La última reforma que tuvo el currículo en Paraguay tiene más de 30 años y responde a un modelo educativo de transmisión de información, en el que tiene poca cabida la experimentación, la creatividad, la autonomía y el trabajo colaborativo, pilares de la cuarta revolución industrial. Pero a falta de respuestas y dinamismo del sistema educativo, programas y proyectos de carácter público han democratizado el conocimiento en ciencia, tecnología e innovación en las diferentes ofertas de capacitación y entrenamientos disruptivos como los bootcamp o academias no formales de robótica y programación.

El proceso de desarrollo de habilidades tecnológicas mediante el aprendizaje, y la gestión de cambio, en la transformación digital debe ser continuo, a modo de incrementar la productividad, la competitividad y permitir mayor eficiencia en todos los sectores de la sociedad, mejorar las condiciones de aprendizaje y reducir la brecha digital. Se debe favorecer las condiciones para el desarrollo del talento digital, promoción de emprendedores, consolidación de los espacios y ecosistemas digitales y propiciar las inversiones TIC. Para complementar, los objetivos son: (I) Fortalecer competencias digitales a nivel de gestión pública y ciudadanía, (II) Desarrollar e implementar cursos y talleres de capacitación para jóvenes, emprendedores y empresas digitales, (III) Mejorar el aprendizaje a través del uso masivo de medios innovadores tecnológicos, (IV) Financiar emprendimientos y soluciones de base digital en sectores priorizados de alto impacto social, a través de acciones colaborativas entre investigadores, empresas y organismos públicos y (V) Realizar campañas de sensibilización y difusión del uso eficiente de las TIC (PNTIC, pag 45).

El término recurso humano describe a la persona como un instrumento no como el capital principal de la empresa, que posee habilidades y características que le dan vida, movimiento y acción a toda organización; por tanto, en la actualidad, se utiliza el término talento humano, ya que todas las personas poseemos talentos.

En las organizaciones, la pérdida de capital, equipos, maquinarias tiene solución como la cobertura de una prima de seguros o la obtención de un préstamo para recuperar esos recursos en caso de daño o pérdida; pero, cuando existe la fuga del talento humano, estas vías de solución no son posibles de adoptar, ya que compensar la pérdida de un capital humano realmente requiere de esfuerzo y dinero. El tener la persona idónea requiere de un proceso de reclutar, seleccionar, capacitar y desarrollar el personal necesario para la conformación de grupos de trabajo competitivos. Por ello se considera al talento humano como el capital más importante para las organizaciones; por tanto, debe existir una correcta administración de este.

En conclusión la empresa de hoy no es la misma de ayer, los cambios que diariamente surgen en el mundo influyen notoriamente en el diario accionar de cada empresa. Por tanto, cada uno de los componentes que forman la empresa debe moldearse para ajustarse óptimamente a estos cambios. Cada factor productivo debe trabajar de manera eficaz en el logro de los objetivos que estos cambios conllevan; el tratamiento del talento humano como capital humano, que debe considerarse de real importancia por sus capacidades, sus aptitudes, por valerse por sí mismo y entregarle lo mejor de sí a su trabajo, sintiéndose conforme con lo que realiza, labor que debe ser reconocida por parte de la organización para que se esté se encuentra a gusto al trabajar.

Necesitamos capital humano que gestione el conocimiento el cambio continuo, para ello las claves son: el pensamiento crítico, la solución de problemas, la asertividad, comunicación, el liderazgo, a la par de habilidades duras como en análisis de sistemas de información y manejo de software. Podríamos decir que “estamos en un momento donde la piedra angular es asegurar la sinergia entre el estudiante, la academia y la empresa donde a cada uno le corresponde dar el recurso, la habilitación y la práctica respectivamente“.

Siendo así, solo el engranaje de “Industria-Estado-Academia” hará posible que Paraguay mire con viento a su favor la revolución tecnológica que está ocurriendo.

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