Libertad de expresión

El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos describe claramente los elementos fundamentales que tienen que ver con la libertad de de expresión. Veamos lo que reza este artículo: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Este derecho está protegido en varios tratados internacionales y regionales. Además de la protección de la libertad de expresión, que es parte intrínseca de los derechos humanos, hay otros derechos como la libertad de pensamiento, libertad de conciencia, libertad de religión y libertad de asociación. Sin estos derechos, que están concatenados con la libertad del individuo en expresarse y realizarse, difícilmente éste pueda realizarse como individuo.

En estos días, se ha hecho viral la supuesta prohibición de que los medios de prensa vinculados al expresidente Horacio Cartes ingresen al PC de la Concertación para cubrir el día de las elecciones. A raíz de este ya recurrente fauxpas de los actuales candidatos estrellas, la sociedad y los medios de prensa se han hecho eco y han reclamado esta violación a la libertad de expresión y difundir informaciones.

Lo que se ha logrado en estos años de democracia es la libertad de expresión, después de 35 años de mantener la boca cerrada, el paraguayo ha podido liberarse y aprender a expresar sus opiniones, denunciar y criticar a los gobiernos cuando estos faltan a sus obligaciones ante el pueblo. Aún falta mucho para que estemos a la altura de otros países latinoamericasnos que sí ya están un poco más avanzados en este tema.

Con el advenimiento de la globalización y la digitalización, el derecho a la libertad de expresión se ha fortalecido gracias a las redes sociales y las distintas plataformas de comunicación, en las que los ciudadanos expresan sus opiniones, denuncias y frustraciones en sus idiomas, en nuestro caso: el castellano y el guaraní. Se puede leer desde un tierno comentario hasta denuncias concretas con patrocinio de abogados, especialmente cuando se lesiona la reputación de los individuos.

Analizar el rol de los medios de prensa en nuestro país es un poco complejo, pues en esencia, los medios responden a grupos comerciales que buscan el lucro, y por ende, el personal que está bajo la supervisión de los dueños de los medios, debe discretamente estar en consonancia con la línea editorial del medio, aunque nuestra Constitución ampara el ejercicio del periodismo en todas sus formas.

Este sería quizás el caso que involucra al medio vinculado directamente al expresidente de la República y sobre quien pesa la carga de haber sido declarado significativamente corrupto y haber sido sancionado por la OFAC, títulos no muy agradables de llevar, estimo.

Lo complicado de este panorama es que el personal no puede “patear la olla que le da de comer”, y en consecuencia, la tarea se vuelve compleja al no poder criticar y/o denunciar a su propio patrón.

Durante el gobierno de Cartes hubo problemas con la prensa, incluso una periodista de un medio importante fue prácticamente echada por el propio expresidente del lugar donde estaba realizando su trabajo como reportera. En estos días, se ha dado vuelta la tortilla, y el medio, vinculado al expresidente, en cierta manera, ha experimentado en carne propia lo que implica cuando no se respeta la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo, en este caso, la supuesta prohibición hecha por el candidato presidenciable de la Concertación.

El objetivo esencial de la prensa es informar, pero malinformar, manipular, desinformar violan los preceptos fundamentales del derecho a la libertad de prensa.

Al Paraguay aún le falta mucho en este tema, debe caminar un largo trecho para que se respete al individuo desde lo elemental de su conciencia hasta sus derechos básicos.

Recomiendo a los amigos periodistas que trabajan en los distintos medios de comunicación que realicen sus tareas bajo conciencia limpia y honesta, con el fin de regenerar el tejido moral de la nación.

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