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Opinión

Un tendal de oenegés y seguimos mendigando

POR Martín Ramírez Machuca
Dr. en Lingüística, Lenguas, Filosofía, Educación y Didáctica. Universidad de Kiel, Alemania.

Nuestro país recibe una tendal de  apoyo  de diferentes organizaciones  internacionales, además de ellas, de las famosas ONG que son Organizaciones no Gubernamentales, es decir, que son organizaciones que no  persiguen el lucro y legalmente no están relacionadas a nivel jerárquico  con las instituciones del Estado. Estas organizaciones, más que nada, son intermediarias entre empresas privadas e instituciones públicas.

De acuerdo al portal de la PRO ONG, estas organizaciones están clasificadas en tres grandes grupos:

  • Asociaciones con capacidad restringida: Son las ONG que solo ofrecen un servicio o beneficio a socios o miembros como en el caso de la Asociación Rural del Paraguay y la Asociación de Industriales Gráficos del Paraguay. Los más conocidos son gremios profesionales.
  • Fundaciones: Son similares a las asociaciones de bien común en el sentido de que ofrecen servicios al público, pero con la diferencia de que carecen de asociados y son de carácter perpetuo. Algunos ejemplos son Fundación Paraguaya y Fundación Principios de Vida.
  • Asociaciones de bien común: Son las ONG que ofrecen un servicio para el público en general. Como el Colegio Politécnico Johannes Gutenberg, que es una asociación de bien común, así como también Asociación El Camino, la cual es una comunidad terapéutica para el tratamiento de adicciones.

Desde todo punto de vista, la ayuda altruista que las ONG ofrecen al país para el desarrollo de su población es lobale y positiva, claro, toda vez que esas organizaciones cumplan a rajatabla los objetivos que persiguen.

Hace un tiempo que en nuestro país se ha instalado una buena cantidad de oenegés, un listado exhaustivo se puede obtener en Directorio de Organizaciones Privadas de Desarrollo del Paraguay, material publicado por el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), 2003.

La diversidad de servicios que ofrecen estas organizacions es impresionante, todas ellas apuntan hacia el desarollo del país. Se subentiende  que los proyectos presentados por cada organización tendrían un impacto directos en la calidad de vida de los ciudadanos paraguayos, claro, cuando en realidad se ejecutan correctamente.

En cuanto a su efectividad real, ya algunos políticos han tocado la llaga en el tema y han sugerido que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) controle mejor el presupuesto destinado a  las investigaciones. Esta manifestación ha desencadenado una fuerte respuesta del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) en apoyo a las actividades que desarrolla esta organización. CLACSO reúne a varios centros de investigación en Paraguay.

El año pasado, un medio peridístico ha publicado que la Itaipú Binacional ha entregado casi dos millones de dólares a la ONG Nuevo Horizonte para construir empedrados, que al parecer, el proyecto ha tenido ciertas imprecisiones a la hora de ejecutarlo.

Sostengo siempre que Paraguay debe salir de su letargo y dejar de recibir limosnas de países “hermanos” y, por supuesto de varias oenegés que, a la postre, también solicitan apoyo financiero al Estado. Estimo que la Contraloria General de la República tendrá bien  documentado el movimiento financiero de estas organizaciones.

Lo interesante de toda esta historia es que varias de estas organizaciones están radicadas en nuestro país hace varios años, siempre con el objetivo altruista de desarrollar el país, aclaro, que varias de estas organizaciones sí colaboran y trabajan sin cansancio para el mejoramiento de la calidad a de vida de muchos paraguayos, pero también hay varias que solo estarían de fachada y sin lograr sus objetivos propuestos.

Casi diariamente se lee en los medios de información que Paraguay está mal en todos los ejes de su estructura como Estado, especialmente en el plano de la justicia, y ni nombremos educación y seguridad ciudadana.

Mi pregunta un poco naíf es, entonces: ¿qué han hecho o qué hacen estas organizaciones?, ¿cuáles son los resultados de éxitos que pueden ser replicados en otros contextos del país para impulsar el desarrollo nacional? Actualmente, y según datos internacionales, Paraguay, está:

  1. En los peores lugares en el índice de corrupción en el sistema judicial. A modo de ejemplo, se ha visibilizado que el Gobierno de los EE. UU. ha removido el avispero para reordenar el caos que ha generado la corrupción generalizada al Estado.
  2. En educación no llegamos ni al nivel básico de la prueba estandarizada PISA, es decir, aplazados.
  3. En cuanto a seguridad, el ciudadano común está a merced de su Ángel de la Guarda, con el fin de no morir en manos de un motochorrro, caballo loco, yegua loca, chespi o de cualquier marginal andante.

En fin, la lista es larga y el lector me podría ayudar a engrosarla, de acuerdo a sus vivencias personales.

Es lamentable y degradante que el Estado paraguayo, con tres hidroeléctrcas, tenga que pedir limosnas para alimentar a nuestros niños, pues según los grandes pensadores que dirigen actualmente la educación del pais, vociferan que sin la ayuda económica de la Unión Europea, muchos niños  pasarán  hambre. Quizás algna ONG podría “investigar” por qué somos tan resilientes o pelotudos que no podemos levantar vuelo y exigir a las autoridades que cumplan su rol ante el pueblo.

Como el paraguayo es estoico y resiliente, esperará de nuevo estos cinco años a ver qué tal le va, porque los mesiánicos políticos que quieren llegar al sillón presidencial, sea del color del trapo que fuere, a bocajarro alardean que “vamos a estar mejor”.

Fuentes consultadas

Correo electrónico: [email protected]

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