Opinión
Qatar 2022: Messi en nivel dios
UNO
Apareció el equipo. Enfrente tenía al cuco que eliminó a Brasil. No importó. Lo minimizó. Como sucedió en el 86 ante Bélgica. Si bien en el 90 mereció el triunfo ante una inoperante Italia, ese equipo nunca enamoró con su juego. Jamás. Tampoco convenció el del 2014, cuando eliminó (por penales) a Holanda, en las semifinales. Faltaba algo.
En esta semifinal se vio la madurez y personalidad del team. Parecido al del 86. Incluso, con mayor cantidad de jugadores de buen pie. Tiene un mediocampo envidiable: Enzo Fernández, Mac Allister, De Paul, Julián Álvarez y el 10. Lo que asombra aún más, es que son pibes de veintipocos años.
Scaloni planteó una táctica impecable. No disputó la supremacía del mediocampo. Los primeros veinticinco minutos fueron de dominio de los europeos, con Modric –ese jugadorazo– como eje. En tanto, Argentina esperó a los croatas. Cuando recuperaron la pelota, aparecía Enzo –pivote libre, no como fijo– y sus pases a espaldas de la defensa rival fueron fundamentales. De ahí vino el penal –dudoso– y luego el segundo, que sentenció el partido. Ningún equipo que anhele, seriamente, ser campeón se puede venir abajo por un gol. Nunca.
DOS
Los argentinos aprendimos que ganar no es todo. La gente valora muchísimo más otra cosa. Lionel Messi
Recuerdo el 94, cuando los brasileños se autoimpusieron ganar la Copa del Mundo. Se repitió como un mantra, hasta la saciedad. Estaba en el ambiente. Veintiocho años emerge el deja vú, esta vez, albiceleste. Es como si la historia le debiera una Copa del Mundo a Argentina. Y es así.
¿Cuantas alegrías le debemos a los jugadores y técnicos –de ese país vecino– que vinieron a jugar por estas tierras?
Y debo incluir a todos los países latinoamericanos, incluso Brasil y España. Perdieron, por muy poco, las finales del 90 y 2014. Y tenemos a ese paradigma del fútbol mundial que es Leo.
¿Acaso alguien puede dudar que pudo levantar la Copa América de 2015, o la del 2016?
Lionel provocó algo impensado cuando disputó la final de la Copa América 2021. La gran mayoría, incluidos brasileños, querían que la ganase. Deduzco no es solo por el fútbol brillante que nos ha brindado, sino por cómo es: simple, humilde y generoso. No es grandilocuente ni polémico. Rehúye, inteligentemente, la política. De ahí el cariño que le tiene la gente.
Con 35 años a cuestas, se preparó especialmente para el Mundial, el último. No corre como antes, tiene chispazos. Regula y sabe –mejor que nadie– cuándo arrancar o dar pase gol. El eslalon del Diez –ante el mejor defensa del Mundial– es la muestra del por qué este es el deporte más bello.
Era David eludiendo a un Goliat, dejándolo en evidencia para la secuela lógica: el tercer gol.
Scaloni tiene gran mérito, formó un equipo que, al ganar la Copa América, obtuvo la confianza necesaria para afrontar mayores retos. Ojo, no es una selección que presiona constantemente. Espera y contragolpea con eficacia; también sabe defenderse con la posesión. Está construida así. Recuerda a cómo el Real Madrid conquistó la última Champions.
Por último, Lionel Messi no necesita ganar el Mundial para ser considerado uno de los mejores de la historia o el mejor de todos. Es de necios condicionar esa elección a lo que sucederá el domingo.
Hay que disfrutar la final, será su último partido mundialista. A lo mejor nos tiene reservado más eslálones.
TRES
Los seleccionados sudamericanos tienen desventajas porque no tienen el mismo nivel de competencia que los europeos. Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar al Mundial. El fútbol no está tan avanzado como en Europa. Es lo que se vio en los últimos mundiales. Kylian Mbappé.
Francia hizo lo de siempre. Es un equipo hecho a la medida de su técnico. Hace lo justo y necesario, no más. Sin Rabiot, modificó el dibujo táctico que obligó a Griezmann a estar más en tareas defensivas. Kylian y Giroud, cuando se animaron, se bastaron para llevar peligro al arco marroquí. Fue a cuentagotas. Aun así, la falta de Rabiot se notaba.
La defensa rival, que se había lucido en todo el torneo, flaqueó en un par de oportunidades. Se enfrentaba a uno de los mejores del Mundial. Era lógico, no está acostumbrada a estas instancias.
Lo de Marruecos ha sido sorprendente. Es el primer equipo africano en llegar a semifinales. Espero que no corra la misma suerte que Turquía o Corea del Sur, los cuales no confirmaron su actuación relevante en el siguiente Mundial, cruzando la frontera del olvido. Lo que sí, los africanos aprendieron a ser disciplinados tácticamente. A tomar nota, cuentan con más de diez jugadores jugando en Ligas Europeas. No es casualidad. Se nota la mano del entrenador y de la Federación Marroquí.
Mbappé tiene que aprender que a veces es más conveniente no decir toda la verdad. Jorge Valdano, exjugador y comentarista argentino.
A Brasil le costó la eliminación. Ecuador perdió claramente ante Senegal. En tanto, Uruguay tuvo un planteo rácano -en los dos primeros partidos– y lo pagó.
Los equipos sudamericanos no participan de la Liga de las Naciones. Craso error.
Si la final la ganan los galos, pues la premisa –desde 2006 hasta ahora– se mantendrá incólume.
El domingo lo sabremos.
Eso sí, será un partidazo.
-
Destacado
Peña deja la cumbre del G20 en ambulancia tras sentir dolor en el pecho
-
Lifestyle
“Bungee jumping training”: saltar para estar en forma
-
Política
Falleció el abogado José Fernando Casañas Levi
-
Deportes
¿No habrá premiación si Olimpia grita campeón este domingo?
-
Deportes
Cuando Lionel Messi no conocía a Antonio Sanabria
-
Agenda Cultural
Paraguay e Irlanda celebran el legado de Madame Lynch
-
Deportes
¡Olimpia aguanta con uno menos y conquista su estrella 47!
-
Política
En redes sociales despiden a Casañas Levi