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Opinión

Los Emmy: la nimiedad hecha premio

UNO

The Wire era una serie que mostraba el patio trasero de Baltimore y comenzó a emitirse en junio de 2002. La ciudad donde se escenificaba la acción más parecía una ciudad latina. Era tal el grado de corrupción –e ineptitud- de las autoridades, que era difícil diferenciarlas de los narcotraficantes. Veíamos unos pocos policías competentes, pero con múltiples trabas para avanzar en los casos. Ergo, la línea divisoria entre el bien y del mal era muy difusa. Para más inri, los protagonistas (había varios) tenían una compleja vida personal. Por ejemplo, McNulty empinaba el codo frecuentemente, y era polígamo. Los casos se resolvían, o parte de ellos, en el transcurso o al final de temporada. Insólitamente, para nosotros, los policías que resolvían el crimen en cuestión eran castigados en vez de premiarlos. En suma, la serie era un estudio antropológico de la condición humana.

Para los votantes de la Academia esto era demasiado. Nunca entendieron The Wire; por ende, nunca ganó un premio Emmy. Y ese es uno de los mayores reproches que se le hace a la Academia de Ciencias y Artes de la Televisión. Realmente estos premios jamás recompensaron la calidad, sino lo popular o lo políticamente correcto. Salvo casos excepcionales. Generalmente, apuestan por lo conocido y con reparto estelar.

Claro que las premiaciones a Michael Keaton y Amanda Seyfried son totalmente justas e inapelables. Pero no son los mayores premios de la noche. De ahí que se entreguen al inicio.

Al galardonar al director y protagonista de El juego del calamar, se puede decir que apuntan a la inclusión. Como los Oscar que premiaron una correcta peli de sordos, ignorando peliculones como Licorice Pizza, El poder del perro o Drive my Car.

 En resumidas cuentas, Better Call Saul se emparentará con la serie de David Simon. Si bien Succesion es una gran serie, BCS no es inferior; muy por el contrario, diría incluso que la supera.

DOS

Apple ha entrado en la televisión conThe Morning Show, un drama soberbio sobre la importancia de la dignidad y de hacer lo correcto; hecho por una compañía que tiene fábricas de esclavos en China. Presentador Ricky Gervais en los Globos de Oro 2020.

Enfrente estaba el CEO de Apple. Así, Gervais desnudó la hipocresía de Hollywood y se burló de los discursos políticos de los ganadores, añadiendo: “Si ISIS crease un servicio de streaming llamarías a vuestro agente, ¿verdad? Así que, si ganas un premio esta noche, no uses esta plataforma para hacer un discurso político. No estas legitimado para dar discursos a nadie sobre nada. No sabes nada sobre el mundo real”.

Cada anfitrión después del inglés –sea Globos de Oro, Óscar o Emmys- quedó en evidencia. No era lo mismo. Nadie pudo opacarlo. Incluso, volvió Billy Cristal. Y se dieron cuenta que los noventa quedaron bien atrás.

Kenan Thompson fue soporífero, por decir lo menos. Sin gracia alguna. Entre lo políticamente correcto y el hecho de no querer zaherir a nadie, quedando todo en el terreno de la monotonía y lo cojudamente almibarado. Ah, sí, me olvidaba: por orden, posiblemente, de la NBC, se burló de Netflix.

Ahora, ¿realmente estamos premiando series de televisión o de plataformas? Los millenials y centenialls no ven la caja boba, todo lo visualizan a través de su smartphone, tablet o laptop. Solo un puñado (¿o es mucho?) de series que se emiten por las cadenas de televisión, compitieron. Entonces, ¿en qué quedamos?

TRES

Una publicación de Hollywood dijo que de presentar yo, significaría que algunas estrellas se mantendrían lejos… por miedo a que se burlen de ellos. Como si las estrellas pudieran huir de venir a los Globos de Oro particularmente, si sus compañías ya han pagado para que vinieran. Gervais anfitrión Globos de Oro 2016.

 Brad Pitt, Matt Damon y Harvey Weinstein se cagaron de risa. Y era cierto, por lo visto. Las denuncias por corrupción hicieron mella. Este año, ninguna cadena transmitió los Globos de Oro. Hace dos años atrás, Spielberg hizo lobby descaradamente por Green Book. Odiaba el hecho de que una película de streaming gane como Mejor Película. De ahí que la excelsa Roma se quedara sin el premio mayor.

¿Que HBO hace lobby por sus series y demás películas? Por supuesto, así como hacen las demás plataformas.

Ahora, ¿cuál es la más influyente y poderosa?

No es televisión, es HBO.

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