¿Por qué Asunción no puede ser como París?

Barón Georges-Eugène Haussmann (1809-1891), durante su periodo como ministro de París, bajo un pedido expreso de Napoleón III (1808-1873) para la reconstrucción de la ciudad de París, se inspiró en la estructura de un modelo de la ciudad moderna de Londres y logró convertir a París en una ciudad moderna, alejada de los míseros villorios que en esa época era la postal de París.

En una breve estadía que realicé por la ciudad de París, por motivos de trabajos académicos, la semana pasada, visité personalmente una parte de la ciudad luz, que en la Edad Media, era un villorio miserable alrededor de París y hoy en día forma parte de la moderna ciudad, con sus luces de ensueños y una comunidad que vive en paz con su ciudad. Según la crónica de ese tiempo, Haussmann había arrasado con el villerío infestado de ratas hasta convertirlo en una zona reluciente y digna de ser habitada y visitada.

Foto: Puente Alejandro III en la actualidad, archivo privado

Hoy en día, París es una ciudad que atrae a millones de visitantes de la Francia profunda y de todo el mundo, no solo para disfrutar de sus encantos edilicios llenos de historia, sino para imaginarse de la transformación que ha llevado a esa ciudad a lo que en la actualidad representa para el país y el mundo.

En una pregunta a mis seguidores de la plataforma de Twitter, muy fácil y a la vez profunda, para los que pillaron, claro. Estos reaccionaron con una variedad muy interesante de respuestas, por supuesto, todas analizadas, respetadas y valoradas. ¿Por qué Asunción no puede ser como París? Pregunta bastante naif y quizás, como algunos han mencionado, comparación imposible.

¿Por qué imposible? ¿Por qué Asunción no puede levantar vuelo? En época democrática (33 años), no se ha podido elaborar un plan urbano sustentable para potenciar, acercar la ciudad a sus habitantes y a la sociedad paraguaya misma. Durante la dictadura  (35 años), por lo menos había un cierto orden urbano y limpio en la capital de Asunción. Aclaro, con esto no estoy en favor de ninguna dictadura, sino que la administración de un Intendente como el Gral. Pereira, se ha plasmado en la ciudad de Asunción.

¿Que se ha hecho en estos 33 años de apertura democrática? ¿Cómo está actualmente la ciudad de Asunción? ¿Cómo están sus plazas, sus calles, su seguridad, su transporte público? Todos sabemos que Asunción, capital del país, está en terapia intensiva. Con urgencia necesita que las autoridades reaccionen y pongan su grano  de arena patriótico para modernizar la ciudad, acercar a la sociedad, a respirar aire fresco en sus plazas, a tomar un helado en algún rincón sin tener ningún temor de ser asaltado, a reunirse con amigos en la costanera y tomar alguna bebida refrescante y mirar el atardecer.

¿Por qué Asunción no puede ser como París? Lo que he mencionado, fácilmente se puede lograr con una administración honesta, con una visión urbanista futurista, con una administración racional y, por sobre todo, con honestidad y decencia.

Asunción puede ser mucho mejor que París, puede convertirse en el nervio motor de Sudamérica, que conecte con los demás países, por medio de un sistema ferroviario, aéreo, o fluvial rápido y eficaz, estar a unas horas en Buenos Aires, San Pablo, etc., dejo a la imaginación del lector lo que pudiera pasar si las autoridades de Asunción se despertaran.

Hasta ahora, desde el inicio de la tan mentada democracia, no ha habido un solo intendente que haya podido interpretar el concepto de urbanismo de una ciudad con fuerte historia colonial y que puede ser mucho mejor que París.

Un avezado y culto amigo tuitero ha dicho: “Necesitamos un Haussmann  para transformar Asunción”. La actual sede de la Municipalidad se ha construido durante la administración del Gral. Pereira, una persona de perfil bajo. En los corrillos militares le decían “Jagua Bulldog”, no por su fiereza, sino por su parecido al fiel amigo del hombre. Pereira, ¿el Haussmann olvidado?

En nuestro tiempo, los intendentes que pasaron por la Intendencia de Asunción están tan lejos de ser un visionario urbano como lo era Haussmann, sino la fama adquirida de estos que pasaron o del que actualmente está, va por trapisondas o por talento de bailarín en programas de telebasura.

¿Por qué Asunción no puede ser como París?, pues le dejo al lector a responder esta pregunta, que no tiene nada que ver con el tiempo ni comparación con países más desarrollados, sino con el amor a la patria, amor a su ciudad, a su sociedad y, por sobre todo, ser justo con los impuestos que cada ciudadano se ve obligado a pagar por el usufructo de su capital.

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