A mayor clientelismo, menor ciudadanía

El Paraguay es el país más partidizado de la región. El 76 % de la población en edad de votar está afiliado al Partido Colorado o al Partido Liberal. El 60 % votará por el candidato/a de su partido, independientemente de su perfil o propuesta.

El partido político, particularmente el tradicional, cumple una función cultural importante. Construye un marcado sentido de pertenencia a una “gran familia”. No resuelve solo problemas económicos particulares, construye identidad. Configura un ore. 

1. Forma de la política: El clientelismo es la forma dominante de hacer política en Paraguay. Está ampliamente extendido y normalizado. Estructura el sistema de partidos.
2. Políticos y clientes cultivan una lealtad recíproca: Los primeros ofrecen el acceso a bienes, servicios y cargos públicos; los segundos, votos durante las elecciones y respaldo durante el gobierno. El puntero es el mediador entre unos y otros.
3. Funcional y dinámico. La relación de lealtad debe ser funcional. Si una de las partes incumple, la reciprocidad se rompe. Es una relación de ida y vuelta. Las personas que actúan como clientes son cautivas de los políticos que actúan como “patrones”, pero estos también son cautivos de sus clientes con respecto a los cuales tienen lealtades que deben responder.
4. Modelo fortalecido en la democracia: El origen del clientelismo se remonta a la historia colonial. Durante la dictadura stronista protagonizó un salto cualitativo pero, paradójicamente, fue durante la transición democrática que se fortaleció y profundizó, paradoja que define uno de los mayores desafíos nacionales: a mayor clientelismo, menor ciudadanía.
5. Rasgo de la vida en Paraguay: Es un rasgo de la vida política, económica, social y cultural del país. Las personas se socializan aprendiendo maneras de ver y hacer pautadas por el clientelismo. Para buena parte de la población, es la manera habitual de resolver problemas concretos de diversa índole.
6. Sistema clientelar: Las relaciones clientelares forjaron un sistema complejo que tiene vida propia, independientemente de las personas, grupos e instituciones. La maquinaria funciona las 24 horas de los 365 días al año. Requiere crecientes recursos para su reproducción.
7. Es transversal: Cruza las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales, así como a todos los partidos políticos, no solo a los tradicionales. Tampoco involucra solamente a las clases populares, sino también a las clases medias y altas. Alcanza también a las organizaciones de la sociedad civil y las formas de participación.
8. Relación con la corrupción, la ineficiencia y la cooptación del Estado: La corrupción, la mala calidad del gasto público y de la gestión en general, están imbricados con el sistema clientelar, así como la vulnerabilidad creciente del Estado ante los poderes fácticos y, cada vez más, el narcotráfico. A mayor clientelismo, menor Estado Social de Derecho.
9. Es uno de los tabúes de la política: En toda la transición, no emergió una fuerza política partidaria que asumiera el combate frontal al clientelismo. El tema no está en la agenda política. Se conversa en el pasillo. Abunda la catarsis y escasea el análisis. Allí su fuerza: al ser incomprendido, es subestimado, realimentándose la normalización o naturalización. “Las cosas siempre fueron así y así seguirán siendo”.
10. ¿Señales de cambio?: Pareciera que el modelo clientelar se fortalece, sin contrapesos relevantes. La pandemia Covid-19 dejó suponer que lo habría puesto en crisis; pero no fue así. Por el contrario, hay quienes observan señales de cambio en las nuevas generaciones y en las organizaciones ciudadanas. Una posición emergente considera que la superación del sistema clientelar demanda un cambio cultural. 

El clientelismo es un fenómeno sistémico y crónico que requiere un abordaje equivalente. Las acciones sectoriales o unidimensionales y los esfuerzos puntuales son inefectivos. Tal vez las respuestas surjan de dos conceptos: proceso sistemático + integralidad ¿Quiénes piensan desde estos términos el clientelismo en Paraguay?

Notas

Los puntos expuestos en este artículo son conclusiones surgidas del conversatorio “Cientelismo versus ciudadanía: desafíos para el fortalecimiento de la democracia en Asunción”, promovido por el grupo de reflexión Ciudad y Cultura, mechadas con el análisis de los autores.

[1] Lachi, Marcello y Rojas Scheffer, Raquel. Correligionarios. Actitudes y prácticas políticas del electorado paraguayo. Asunción: Centro de Estudios Educación Popular Germinal y Arandurã Editorial, 2018.

* Mabel Causarano es urbanista e investigadora. Vladimir Velázquez Moreira está abocado a estudios socioculturales de la ciudad y la participación ciudadana. Ambos integran el grupo de reflexión Ciudad y Cultura y la plataforma ciudadana Asunción Causa Nacional.