Pettengill: ¿la tercera fuerza dentro de la ANR?

De la galera aparece una nueva figura que se lanza a la arena política, aunque es una persona allegada al poder de turno, empresario de alto nivel y conocido fanático de un club popular. Me refiero al Ing. Luis Pettengill, quien saltó de repente y rápidamente se ganó el hueco de mi tan mentada hipótesis de la génesis de la tercera fuerza política dentro de la ANR. Me parece plausible, bastante coherente, y se evidencia la fuerza interna que fluye dentro del caracú mismo de ese partido tradicional.

Pettengill estimo que podría llegar muy lejos, incluso llegar al sillón presidencial en caso de ganar las internas coloradas. Lo que este veterano empresario debería hacer para llegar a los colorados de bien es demostrar que no tiene ningún vínculo con ninguno de los dos movimientos que actualmente están bastante visibilizados, incluso hasta el hartazgo con sus campañas proselitistas con tufo de rancio populismo.

Pettengill debe demostrar que realmente quiere sanear, en primera instancia, a la ANR, y luego de llegar a la presidencia, reordenar el caos en el cual el país está sumergido, y justamente, con mala conducción de estos dos movimientos: Honor Colorado y Añetete, que llevaron al poder a dos gobernantes. Estos solo se preocuparon de aumentar sus dividendos. Harta está la sociedad de leer diariamente las publicaciones en los medios de prensa sobre la inmensa fortuna y malgasto estatal que estos mesiánicos han hecho en sus gobiernos.

Estos “héroes” dejaron con los sueños frustrados por casi 10 años a una población sufrida, aislada e ignorada. ¿Qué han hecho en estos casi 10 años de Gobierno? Por lo que se sabe, solo se dedicaron a endeudar a la nación. ¿Obras?, ¿qué obras? Del anterior gobierno, un viaducto inundable, un metrobús fantasma. ¿Y el actual? Deudas para contener la pandemia de Covid que fueron a parar en los bolsillos de gobernadores, uno de ellos, con serios problemas con la justicia por este hecho.

En fin, las evidencias saltan a la vista, del fracaso de estos dos periodos presidenciales que hundieron y endeudaron más al Estado. ¿Quiénes pagarán esas cuentas? Estoy seguro de que estos próceres no, sino nuestros hijos y nietos. Pettengill debería pensar y reflexionar racionalmente en qué se está metiendo; puede escarbar en la historia reciente y detenerse en el Gobierno de Wasmosy, un exitoso empresario, considerado como uno de los barones de Itaipú, un outsider que prometió desarrollar el país 50 años en 5. Creo que ni un metro pudo avanzar, lo que la gente se acuerda es cuando pidió refugio a la embajada brasilera cuando las papas quemaban con el otrora hombre fuerte, Lino Oviedo.

La sociedad debe preguntarse por qué un empresario exitoso y millonario se metería a la política, ¿para gobernar un país?, ¿salvar al país? No nos bastan los ejemplos de Wasmosy y del tabacalero de ramos generales, Horacio Cartes, quien está bajo la lupa de vaya a saber qué operación secreta articulada por el Tío Sam (hipótesis).

Pequemos de inocentes y démosle  un voto de confianza a Pettengill y pensemos: se mete en la política para quizás:

• desalojar a los piratas que han cooptado a la ANR.
• mandar a la cárcel a los corruptos, evasores de impuestos, narcotraficantes y lavadores de dinero consuetudinarios.
• reordenar el caos en que está sumido el país, producto de dos gobiernos totalmente ineficientes y con alta sospecha de corrupción generalizada.
• hacer respetar las leyes y devolver el Estado de Derecho a la nación.
• priorizar la educación, salud y seguridad.
• priorizar y devolver la dignidad a un postergado pueblo.

En fin, la lista sigue, pero entiendo que los citados son las acciones más urgentes que el pueblo quiere ver ahora mismo, aunque desde mi visión, el desalojo de los piratas de la ANR sería el bálsamo para cerrar heridas y encaminar hasta una armonía partidaria para luego lograr sanar a esta nación.

El Paraguay, en estos 32 años de democracia, ha experimentado todo tipo de héroes que vociferaban a muerte la única intención de desarrollar el país y brindar una mejor calidad de vida a su pueblo, pero la realidad fue y es lamentablemente otra. Hoy, estos mesiánicos disfrutan del trabajo “duro y honesto” que han hecho en sus gobiernos.

Considero, y creo que la mayoría de la población estará de acuerdo conmigo, que Pettengill podría realmente actuar con principios morales universales y lograr un verdadero cambio, primero, dentro de esa agrupación partidaria, y, luego, si llegase a la presidencia, reordenar este maltratado país.

Definitivamente, Añetete y Honor Colorado deben preocuparse, o en su defecto, descabalgar de sus ambiciones populistas de empotrarse en el poder, porque cosas nuevas no nos ofrecen. De la misma cantinela ya la gente de a pie está cansada, 10 años de sostener una estructura que solo dio rienda suelta a la corrupción.

Será una verdadera fiesta cívica verlo a Pettengill contra el candidato de la concertación, pues será como un reseteo 4.0 con realidad aumentada que dejará, sin lugar a dudas, una experiencia nueva en la vida de los paraguayos.

*Correo electrónico: [email protected]