“Extensión universitaria”: tráfico de drogas

Estudiantes universitarios, varios de ellos de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), pertenecían a una red de traficantes de drogas, según las noticias publicadas por los medios periodísticos. La corrupción aparejada con el narcotráfico, en esta línea, no se sabe si el narcotráfico alentó la ambición y la corrupción, o la corrupción enquistada y fortalecida por gobiernos débiles, en esta mal llamada democracia, permitió que floreciera el narcotráfico. Aún se recuerda al expresidente de Uruguay, Mujica, quien se había referido a un sector de la ANR como “Narcolorado” que, según sus palabras, fue motivo del derrocamiento del entonces expresidente Fernando Lugo. ¿Qué de realidad hay de esta temerosa declaración? Si vemos las últimas detenciones realizadas, algunas de estas personas están vinculadas a los movimientos  de “moda” de la ANR que actualmente están en pugna por la presidencia de la República.

¿Qué hace la actual cúpula de la ANR para sanear esta institución? En varias oportunidades he manifestado que la ANR debe ser depurada desde sus fuerzas internas, con el fin de reiniciar un nuevo modo de conducir esa nucleación partidaria, principalmente para dar paso a jóvenes  honestos que quieren una Nueva República y, por ende, una nueva nación para sus hijos. La corrupción casada con el narcotráfico es letal, y vemos ahora las consecuencias que eso conlleva: universitarios involucrados en el narcotráfico. ¿Cómo se  puede leer esta coyuntura? Se presupone que los universitarios, especialmente de la Facultad de Derecho, tendrían por lo menos un poco más de evolución cognitiva o competencias cívicas para con su patria; pero la realidad es otra, dura y sangrante: la moral y la ética totalmente ausentes en estos futuros auxiliares de la justicia. Las denuncias y los escándalos que ocurren diariamente no conmueven a los políticos actuales. Vemos ahora que el narcotráfico es parte de la vida diaria de los universitarios.

¿Hacia dónde va nuestra nación? La hecatombe financiera, la inflación galopante, el sueldo mínimo que no alcanza, el transporte público colapsado, inseguridad en las calles, en fin, una pléyade de reclamos que desahucian a la población. ¿Qué hace el Gobierno para reducir el descontento social actual? Por lo que se lee en los medios, los que están en el Gobierno solo se ocupan de posicionar a sus candidatos para la siguiente ronda. Ninguno de los candidatos de ambos movimientos de moda actualmente de la ANR responderían al deseo de los paraguayos de bien, de construir una nueva nación. Ambos movimientos, salpicados por la corrupción, ¿y la justicia?, siguen con los ojos cerrados, pero solo para la población desamparada y abandonada a su suerte. Los del círculo del poder y amigos de la justicia llevan una vida sin sobresaltos, a pesar de las denuncias diarias de supuestos hechos graves de corrupción.

Como profesional de la educación y comprometido con la transformación educativa, duele ver a jóvenes universitarios que hayan caído en las redes del narcotráfico. ¿Qué dirán sus padres?, quienes seguramente se sacrifican día y noche para que sus hijos tengan una formación profesional que luego les pueda sostener por el resto de sus días. Definitivamente, el narcotráfico destruye vidas y todo intento de desarrollo de una nación. Es penoso ver que los jóvenes arriesgan sus vidas y futuro por obtener dinero fácil, pertenecer a un círculo de amigos con alto poder adquisitivo (producto, quizás, del narcotráfico) y otras perlas que, gracias al dinero sucio, las pueden obtener.

Quizás lo que había sentenciado el expresidente Mujica se esté cumpliendo, o se esté visibilizando en esta coyuntura actual, en la cual varias operaciones con ayuda internacional se están ejecutando. Esta ayuda quizás reduciría el control de supuestos grupos de narcotraficantes que causan zozobra a la población y ponen en jaque a las órganos de seguridad del Estado.

En los intentos de crear un nuevo sistema educativo para el país, en algún tiempo se ha enfatizado la “Enseñanza en valores”, entiendo que estos jóvenes universitarios involucrados en el tráfico de drogas ya son el resultado de esa educación en valores. ¿Qué ha pasado? ¿Sería otro fracaso de tantos intentos de transformar la educación paraguaya? Con este hecho bastante llamativo de esta organización universitaria, es una señal que el momento ha llegado en transformar realmente este país. Miremos y apuntemos con el dedo índice a esos políticos corruptos, aunque es mala educación apuntar con el dedo a las personas, pero en este caso, es imperativo señalar a esos políticos que se están mofando del pueblo. Salvemos a nuestros niños y jóvenes de la degradación e involución sociocultural en la que están sumergidos y, especialmente, de movimientos políticos (sea cual fuere el color) que en estos momentos se están reacomodando para “salvar” una vez más al país, obvio, no para salvar a este pueblo, sino para llenar sus bolsillos con el metálico, producto del sudor de tantos trabajadores honestos.

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