La fauna política paraguaya está llena de Doppelgänger

Doppelgänger es un vocablo de origen alemán (término acuñado en 1796 por el alemán Jean Paul) que ha traspasado a la literatura, es un término que indica una doble personalidad. En la cultura nórdica al Doppelgänger se lo puede asociar con mala suerte, o incluso la muerte. En la literatura universal, la técnica del Doppelgänger ha sido utilizada en varias obras cumbres. Una de ellas es la famosa novela “El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde” del escritor inglés Robert Louis Stevenson (1886).

Stevenson pensaba en el dualismo del ser humano, una parte buena y otra malvada, y para lograr la separación de lo malo y lo bueno, Stevenson pensó en una pócima o bebida, con la que al beberla, se separaban los dos mundos. Jekyll, de científico pasa a convertirse en Hyde, una persona malvada y capaz de cometer cualquier atrocidad.

En lo últimos días hemos visto en nuestra política varios Doppelgänger en el escenario criollo actual. El caso de la directora del Registro Electoral, María Teresa Peralta, es un ejemplo literario del Doppelgänger. Según algunas informaciones en las redes sociales, esta señora había expresado que, como correligionaria y simpatizante del movimiento Honor Colorado, puede visitar a su líder sin colisionar con su responsabilidad como directora de tan sensible dependencia del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

Es inconcebible que una funcionaria del TSJE pueda estar coqueteando con los líderes de movimientos partidarios, sean cuales fueren, pues la Ley 1626/2000 de la Función Pública es bastante clara y taxativamente prohíbe que en tiempo o jornada de trabajo se realicen actividades partidarias.

En nuestra política criolla tenemos varios Doppelgänger, especialmente en los dos movimientos de los precandidatos extemporáneos de la ANR que se lanzaron recientemente a la carrera proselitista. En el valle de las lágrimas de la oposición también hay un tendal de Doppelgänger para el deleite de cualquier avezado escritor, hay de todos los colores, “hay de todo tío”.

En literatura podemos encontrar todo tipo de historias, sean con sustento real o totalmente extraídas de la abstracción del escritor. El dualismo (el bien y el mal), así como lo describió Stevenson, en un individuo, es casi imposible separarlos —se es malo o se es bueno—, aunque por esas cosas raras de la evolución cognitiva del individuo, o quizás por el calor del verano paraguayo, en Paraguay los políticos sí pueden separarse del lado oscuro cuando se trata de captar votos de inocentes ovejitas y borreguillos.

Un ejemplo concreto de esta inverosimilitud literaria es el caso del precandidato por Honor Colorado, quien apoyó a un corrupto, pero luego, como arte de magia, ahora muestra su lado bueno, manso, recto y demócrata.

Me imagino que después de leer este artículo, los escritores tomarán sus plumas y darán vida a muchos Doppelgänger que corroen con su maldad natural a este sufrido pueblo paraguayo.