Ciudadanía indígena. El dilema

Desde el inicio del proceso de democratización, las comunidades indígenas han ido evaluando su posibilidad de participar con mayor cercanía en la vida del país, poco a poco comenzaron a ingresar en el estilo de vida de las sociedad externa, su lejanía de la sociedad de consumo ha ido también quebrándose de su  encierro para sumergirse en la adquisición de productos de consumo e  incluso de las nuevas tecnologías como los celulares y las computadoras.  Y hoy, siendo ciudadanos paraguayos-indígenas, participan en las contiendas electorales con sus mejores programas sobre las acciones que podrían emprender desde ese espacio.  Mas de una treintena de indígenas referentes de diferentes pueblos se candidataron y aparecieron en las opciones de las listas de los diferentes partidos y movimientos, pero no lograron el resultado deseado.

Efectivamente, en este tránsito hacia la participación política, avanzaron al conocimiento de las formas democráticas, diferentes a las prácticas de sus propias culturas. Una de las cuestiones aprendidas es la del derecho al ejercicio de la ciudadanía en las elecciones, fueron comprendiendo el poder del voto ciudadano y la importancia de contar con una cédula de identidad para poder estar inscriptos en el padrón electoral. En esa ruta, han transitado por senderos sinuosos, marcados por la apetencia de los políticos, para aprisionar el voto de los indígenas a su favor a cualquier precio.

Se ha evidenciado, especialmente en varias zonas del Chaco, casos de camiones de carga repletos de indígenas con sus cédulas ya cooptadas por los candidatos para la certeza de los votos indígenas, donde las cifras de votantes superan muchas veces a las cifras de los paraguayos no indígenas. Ellos y ellas narran hoy experiencias dolorosas sobre la cacería de sus votos en comunidades enteras.

No solo quieren votar libremente, quieren ser elegidos. Con esta experiencia, han aprendido muchas cosas; comprenden a cabalidad el valor de un voto ciudadano, pero también han comprendido que pueden ser elegidos para ocupar los escaños como personas electas para servir al país y a sus pueblos. Con mucha razón,por la cercanía, el espacio preferido es el de las elecciones municipales, y sus aspiraciones a ser elegidos como miembros de la junta municipal.

Con la  pretensión de ingresar al espacio mínimo, el municipio, como primer paso, ya corrieron  tres décadas en que personas indígenas se inscriben como candidatos en las listas de partidos políticos y movimientos, lo hacen como ciudadanos paraguayos, sin distinción de identidad étnica, y el resultado es negativo, sólo unos pocos lograron en algún periodo eleccionario ingresar como concejal municipal, como paraguayos, no como indígenas, ya que en el país no se cuenta con padrones con variable indígena.No se sabe cuántos indígenas están inscriptos, no se sabe cuántos se candidatan, y no se sabe cuántos han entrado. No se pudo obtener una cifra sobre la participación indígena en las últimas elecciones, como dice el informe de la misión de la OEA, por no contarse con la inscripción con identidad étnica. No tienen visibilidad en cifras estadísticas.

Conforme a la expresión de algunos referentes de los pueblos indígenas hoy, un cambio de estrategia electoral es de prioridad, pensando en las elecciones generales. ¿Cuál ha de ser el trazado de esta nueva mirada? ¿Cuál y cómo actuar para una mejor posibilidad de acceder a los cargos electivos? ¿Cómo posicionarse mejor? Son preguntas que surgen actualmente en sus conversaciones, y que se irán aclarando en los próximos meses.  Sin embargo, ya se han manifestado algunas alternativas viables, como la de la inscripción con identidad étnica en el Padrón Electoral, o la de solicitar un sistema de cuotas como derecho de las minorías, elaboración de lista independiente de personas indígenas, o tal vez puede surgir algo que les de mayor visibilidad y que ni siquiera podemos imaginar desde nuestra visión, por lo general, unidimensional.

Las próximas elecciones generales, que ya se ha impregnado en el ambiente, no sorprenderá a la pretensión indígena. Lo que habría que pensar hoy es que las propuestas de los pueblos indígenas pueden resultar en la necesidad de un ajuste en el sistema electoral, alguna modificación de las leyes electorales, la que recaerá también en modificación del sistema de padrón electoral, como ha ocurrido en otros países.  Cómo se dice comúnmente, eso se viene. Habría nuevas propuestas el próximo año.

*Jurista especializada en derechos humanos, por la Universidad de Estrassburgo, Francia.