Quien paga al flautista escoge la melodía: Biden contra los súper ricos

El año pasado (18 de octubre) publiqué un artículo titulado “La amenaza globalista y socialista (Siglo XXI)” en el que cuestiono la ironía o la lógica de ver a las compañías más ricas y los hombres más ricos apoyar a los demócratas, quienes pregonan más control e impuestos contra los intereses de estos más ricos.

Muchos de estos super ricos, como Bill Gates, abogan la propuesta de pagar más impuestos; sin embargo, contratan a los mejores de Harvard y Yale, ofreciéndoles millones, para pagar menos impuestos o esconder sus empresas en paraísos fiscales. ¿Cuál es el juego de estos súper ricos que con una mano ofrecen el pan y con la otra esconden la piedra?

Después de que Biden se hiciera con el poder con ayuda de los súper ricos, muchos demócratas socialistas no quedaron nada contentos. De hecho, Bernie Sanders se pasa refregando su retórica preguntando “¿cómo puede ser que Amazon prácticamente no pague impuestos?” El fundador de Amazon es Jeff Bezos, uno de los súper ricos que se ha vuelto increíblemente más rico con esta pandemia.

El presupuesto para que Paraguay funcione durante todo un año es lo que Jeff Bezos gana en un día. Cada segundo Bezos gana lo que un americano medio gana en una semana, solo que ese americano medio debe pagar 30 % de impuestos.

Este 9 de julio, el Washington Post (ahora propiedad de Jeff Bezos) publicó un articulo en el que comenta el decreto presidencial de Biden que con palabras intenta batallar contra las compañías gigantescas que se han apoderado de Estados Unidos. La idea es básica y correcta: Estados Unidos se ha hecho grande gracias a la competencia libre y justa; y “capitalismo sin competencia no es capitalismo, es explotación”, afirmó Biden.

El decreto presidencial de Biden contiene 72 puntos en los que se pretende principalmente limitar el poder de estas súper empresas que se están devorando todo. No solo atañe a las grandes empresas tecnológicas, sino también a las compañías farmacéuticas, los seguros médicos, las agroindustrias, y manufacturas, pero también involucra a compañías no tan grandes, pero que dominan el mercado.

Pero ¿qué impacto tendrán los 72 puntos de Biden? ¿Realmente Biden está haciéndoles la guerra a quienes lo pusieron en el poder? Estos súper ricos se han vuelto inmensamente ricos gracias a esta pandemia. De ser cierto que se les estará poniendo límites y obligando a pagar más, aunque haya llegado bastante tarde la propuesta, será algo muy bueno, pero la realidad parece ser siempre la misma: Quien paga al flautista elige la melodía.

Por otra parte, no hay que olvidar que uno de los más beneficiados, de implementarse el plan de Biden, será China, ya que abre nuevamente ciertas puertas a comercios internacionales.

Estratégicamente el decreto contiene puntos en los que el público en general estará muy complacido. Por ejemplo, si los servicios de internet en el avión no son óptimos uno puede solicitar una devolución parcial; igualmente, no se perderá la garantía Apple si uno envía a un técnico fuera de esa compañía. Pero, aunque estos sean detalles importantes, no cambian en mucho el monopolio de hecho que ya tienen estas compañías.

El decreto de Biden es bastante ambiguo en lo que respecta a restringir a quienes lo pusieron en el poder; de hecho, se lo ve principalmente solo como una “guía”, donde ‘urge’ mayor control. Varios economistas ven a este paso solo como a un “primer paso”, mientras que los analistas políticos lo ven como una simple maniobra política para apaciguar a los demócratas socialistas que han visto en este año al auge de riqueza de los ya súper ricos que nunca antes se ha visto.

De cualquier modo, todo está por verse. ¿Estaremos quizás en el umbral de la destrucción de los grandes señores feudales o se trata simplemente de una demagogia barata de parte de un demócrata?