Opinión
Después de las vacunadas con Abdo-Mazzoleni, ¿ahora nos toca padecer las cubanas?
El pasado lunes, los medios informaron que Julio Borba, el ministro de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) ya remitió a la Cancillería, para los trámites de rigor, la nota de inicio oficial de las negociaciones con el totalitarismo castrista a efectos de adquirir la vacuna anticovid de La Habana, bautizada Soberana 2, por tratarse de un biológico “antiimperialista”. Las actuales presiones ideológicas del muy fuerte lobby habanero aquí se sucedieron sin pausa en los últimos meses, y, como lo anticipáramos, tuvo a uno de los gestores principales en el embajador Bernardino Cano Radil, impuesto años atrás a la Cancillería local por la senadora ANR Lilian Samaniego, como parte de su cupo prebendario-colorado en RREE. Para esto sirve el patrimonialismo en los puestos públicos, desde el más importante para abajo.
Es así que estaríamos ahora “entre los primeros en recibir” las dosis, dijo el titular del MSPyBS, y en lo que para él puede convertirse en un acto de sincericidio agregó: siempre que “Cuba consiga la certificación” de su validez, no solo la cubana, sino también la internacional. Es decir: estamos deseando comprar un producto que no sabemos si tendrá o no su título de vacuna anti Covid-19. Al dar su aceptación, sin tener la certeza de que la vacuna vaya a ser certificada, Borba se rindió ante su colega el canciller Euclides Acevedo quien desde luego que también forma parte del poderoso lobby castrista aquí, por suerte ahora solo interesado en vacunarnos. En lo que se refiere a las vacunas Soberana 2, los senadores, en esto de las vacunas, por lo común poco atentos al interés de la ciudadanía, esta vez sí cumplieron su rol de contrapeso y control del Ejecutivo. Es lo que quieren hacernos creer los que se dicen de oposición y sus aliados colorados que también los tienen.
Unos días antes el canal cartista GEN, entrevistaba a Cano Radil quien propalaba que 45 días atrás había empezado la vacunación en la isla caribeña con “Abdala” y “Soberana 02”, ambas candidatas de la Revolución Cubana a ser consideradas vacunas para inmunizarnos de la Covid-19. En otras palabras, la población cubana ya estaba recibiendo los pinchazos anti el virus de la actual pandemia mundial. No se sabe si en un acto de solidaridad revolucionaria Cano Radil ya se vacunó en La Habana o lo hizo en otro sitio cercano, por ejemplo en la repulsiva e “imperialista” Miami. Cuando hable con él prometo que voy a preguntarles y les informaré al respecto. Casi todos los medios locales informaron acerca de la probable excelencia de la vacuna cubana en gestación y alguno que otro recordaba que estaba siendo experimentada en ¿voluntarios? cubanos e iraníes…
Plutocracia castrista neototalitaria
La plutocracia comunista de la isla necesita con urgencia aferrarse a algo (ya ni siquiera la Venezuela “bolivariana” les produce la riqueza que allí acumulaban y, en Cuba, los militares y la seguridad de Estado ahora tampoco son confiables), y están ensayando un intento vano para impedir el estallido de la crisis terminal de la “Revolución Cubana”. Es por eso que sus altos burócratas enriquecidos también recurren a la martingala de la “ciencia revolucionaria” de la vacunas, como si con ello podrán conjurar la crisis histórica de fin de ciclo que padece la Cuba castrista. El año pasado el PIB de Cuba cayó 11%, más que por la pandemia a raíz del colapso de su economía estatalizada y del régimen de terror al que la ciudadanía emergente está empezando a perder el miedo. Meses atrás se realizó el VIII Congreso (probablemente el último) de los comunistas castristas, sin la menor novedad, excepto la de la creciente insurgencia de grupos disidentes pacíficos (intelectuales, artistas y periodistas perseguidos, sobre todo) que proliferan en un hambreado y vejado pueblo habanero que ya no quiere “Patria o Muerte”, sino “Patria y Vida”, como establecieron los raperos que hoy lideran a una parte considerable de los nuevos e incontenbles contestatarios. Como si fuese poco, apareció la pandemia.
Los marxistas-leninistas y castristas (especie en extinción en el mundo) decidieron que tendrían la vacuna propia para combinarla con turismo y hacerle la competencia a Miami, nada menos. Y encontraron que gracias a sus amigos y correligionarios paraguayos seríamos sus conejillos de Indias. ¿Por qué no? Conocedores de la maldición Abdo-Mazzoleni de las vacunas, ellos también decidieron involucrarse en un negociado, mayor si cabe, pues aquí ya no solo los colorados en el poder (divididos y todos) desean riqueza a cualquier precio. También en las carpas opositoras hay muchos aspirantes que aprendieron las artes de acumular de los “mbareteses” del más de medio siglo último. ¡Tienen alumnos aventajados incluso entre los “opositores” de los grupos partidocráticos infiltrados por HC, por ejemplo, dueño actual del coloradismo y quien aún no se dio cuenta que es a él al que quieren destronar sus empleados en la politiquería local! ¿Por qué solamente él tiene derecho a tanta riqueza?
Una vez más nuestro aparato de Estado (desordenado, de pésima gestión, con líderes que no privilegian el genuino interés nacional y carente por completo de inteligencia estratégica) se encuentra frente a un desafío internacional. En lo que sigue ofrecemos un muy rápido informe, desde variados puntos de vista periodísticos del exterior, acerca de la complejidad de la cuestión de las vacunas cubanas: otro misterio, envuelto en un secreto y encerrado en un enigma, que además tiene la enorme dificultad no solo de estar inundada de intereses crematísticos sino ahora, en este caso, también de componentes políticos e ideológicos. Ante tamaño desafío la cuestión salud pública queda por completo sin importancia. El laberinto de todo lo relacionado a las vacunas anti Covid-19 queda resumido en este informe de contenidos periodísticos foráneos algunos de los cuales tuvieron repercusión en medios paraguayos. Veamos:
El 15 de abril último, un despacho de la agencia noticiosa francesa AFP, en su sección para descubrir manipulaciones informativas, afirmaba que la OMS no había otorgado “categoría de excelencia” a la vacuna cubana contra la Covid-19 “Soberana 2”, como miles de veces se había compartido en la redes y en medios. La OMS explicó a la agencia noticiosa que “no emite ese tipo de calificaciones” y que la mencionada vacuna se encuentra en la fase 3 de ensayos clínicos según datos del instituto cubano BioCubaFarma. El 2 de mayo, la agencia española EFE hablaba del proyecto de inmunización cubano más avanzado, en su fase 3, denominado “Soberana 2”, afirmando que carecía de datos disponibles sobre su eficacia en etapas previas, y asimismo de autorización para uso de emergencia, algo que La Habana esperaba lograr en junio. El sitio “France24”, el 9 de mayo hacía saber que Cuba recurrirá a sus “propios fármacos” para “un ensayo”, pues las dosis no cuentan (ni siquiera) con la autorización del organismo regulador del país”, lo que se espera ocurra en junio.
El “Chicago Tribune”, el 14 de mayo, teniendo por fuente a la norteamericana y experimentada agencia noticiosa AP, describía la vacunación masiva realizada por autoridades cubanas como una “intervención sanitaria”, hasta que los organismos cubanos otorguen la autorización de emergencia a sus vacunas principales, “Abdala” y “Soberana 2”. El día anterior, el sitio “es.euronews.com” difundía que la vacunación anti Covid-19 en la isla se llevaba a cabo con “vacunas de fabricación propia”, carentes del “visto beno de las autoridades reguladoras y sobre las que no existen datos sólidos de eficacia”. Una semana antes, el 7 de mayo, “Los Ángeles Times” difundía que “Cuba comenzará un programa de vacunación masiva (“intervención sanitaria”) la semana próxima con sus propias inoculaciones para millones de habitantes a fin de contener un rebrote del coronavirus que azota la isla, informaron el viernes las autoridades. El ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda reconoció que la Fase III de ensayos clínicos recién culmina y todavía falta información, pero aun así se empezarán a aplicar las inoculaciones”.
El siempre “olvidado” interés nacional
Los correligionarios paraguayos del totalitarismo castrista, dentro y fuera del parlamento, y los que al parecer ya tiene al interior de nuestra servicio exterior (al embajador Cano Radil casi quiero designarlo ya como diplomático de La Habana), ¿informaron de todos estos “pormenores” apenas aquí esbozados a nuestras autoridades y a la prensa? Acerca de medios locales, a este respecto solo cabe decir que no encontramos voces inquisitivas acerca de las vacunas cubanas en nuestro periodismo. Acaso porque no hemos buscado bien.
El 26 de marzo, un despacho de la mítica BBC de Londres, no podía ocultar su celebración de la vacuna cubana, pero envuelta en un título que consideraron neutro: “Cuba empieza a administrar su vacuna contra la covid-19 a trabajadores de salud en la última fase del ensayo clínico”. El contenido se encuentra en las redes y basta que lo baje (quien los desee, como todos los mencionados) con los datos proporcionados en estas líneas. El sitio “eldiarioes”, con información de “The Guardian”, el 9 de mayo y sin ambages, aunque sin afirmar, cantaba casi la epifanía de la Revolución Cubana cuando esta se está muriendo: “Golpeada por el doble embate de las sanciones estadounidenses y la pandemia… esta isla asediada podría convertirse en el país más pequeño del mundo en desarrollar sus propias vacunas contra la Covid-19”. Los datos que este sitio ofrece no refrendan la empatía a La Habana.
Incluso los redactores de la agencia rusa (antes soviética) “sputniknews”, el 16 de mayo fueron más prudentes que sus colegas de “eldiarioes”, pues con cuidado redactaron: “Con la puesta en marcha del estudio de intervención masiva de los proyectos vacunas anti-COVID-19 Abdala y Soberana 02, miles de cubanos reciben desde el 12 de mayo la primera dosis de estos fármacos”. Tuvieron más pudor informativo, los de “sputniknews”, que sus colegas alemanes de DW, quienes un mes antes, al parecer, ya estaban preparándose para viajar al Caribe: “Cuba se prepara para convertirse en destino de vacunas turístico cuenta con un sistema sanitario mucho más avanzado que otros países del Caribe y es incluso el único país de América Latina en inventar varias contra el coronavirus”.
La conclusión es que nuestros órganos del Estado, casi sin excepción, por medio de los servidores públicos correspondientes (los de carrera y los votados) no están en condiciones de lanzarse en serio al ruedo internacional en busca de lo mejor para el interés nacional paraguayo y sin la menor necesidad de abrirnos fuentes externas de conflicto, que con las propias ya tenemos en exceso. El ministro Borba dijo que negociaremos con las autoridades cubanas siempre que “Cuba consiga la certificación” de la validez de su(s) vacuna(s), no solo la cubana, sino también la internacional. ¿Se habrán enterado en la Cancillería y en el actual Senado?
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Er Degen
18 de mayo de 2021 at 13:18
La vacuna Soberana 2 ya ha pasado varias fases de pruebas cientificas desde hace más de 3 años respetando tiempo y protocolo, elaborada para combatir el neumococo de la meningitis en niños para el virus del Covid 19 procedieron luego a ampliar su espectro antibacteriano y antiviral; Lo considero entro los más seguros, teniendo en cuenta que las desarrolladas en los paises ¨capitalistas¨ tiempo y protocolo cientifico fueron saltados en esa carrera comercial entre industrias farmaceuticas.
Er Degen