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Los huecos en los árboles y su rol para las aves y la biodiversidad

El carpintero Colaptes campestris frente a una oquedad. Foto: Lidia Pérez de Molas.

El carpintero Colaptes campestris frente a una oquedad. Foto: Lidia Pérez de Molas.

POR Alberto Yanosky
Biólogo y conservacionista.

Un tema que no había abordado es el de las cavidades en los árboles y su importancia para la biodiversidad, y agradezco a la profesora Lidia Pérez de Molas por sugerirme abordar este tema y aún más importante fue su contribución de fotos para poder ilustrar el tema. Estas cavidades, también conocidos como huecos, oquedades o agujeros de los árboles, son cruciales para las aves y otros animales silvestres por varias razones, entre ellas para proveer de hábitat y refugio.

Un hueco o agujero de árbol es una cavidad semicerrada que se ha formado naturalmente, inclusive hechas por los animales, excavado o no excavado, en el tronco o la rama de un árbol. Se encuentran principalmente en árboles viejos, vivos o no. Los huecos se forman en muchas especies de árboles, y son una característica prominente de los bosques naturales y también en las plantaciones y actúan como un recurso o hábitat en donde se desarrollan hongos y un número importante de animales vertebrados e invertebrados.

El carpintero Campephilus leucopogon con buenos resultados. Foto: Lidia Pérez de Molas.

El carpintero Campephilus leucopogon con buenos resultados. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Los huecos pueden formarse como resultado del estrés fisiológico de las fuerzas naturales que causan la excavación y la exposición del interior de la madera. Las fuerzas pueden incluir viento, fuego, calor, rayos, lluvia, ataque de insectos (como hormigas o escarabajos), bacterias u hongos. Además, los árboles pueden podarse solos, dejando caer las ramas inferiores a medida que alcanzan la madurez, exponiendo el área donde se adhirió la rama. Muchos animales desarrollan aún más los huecos utilizando instrumentos como su pico, dientes o garras. El tamaño de los huecos puede depender de la edad del árbol, a mayor edad mayor cantidad de huecos.

Los huecos de los árboles proporcionan sitios esenciales de anidación y refugio para muchas especies de aves. Estas cavidades ofrecen protección contra los depredadores y abrigo, cuando existen condiciones climáticas adversas, creando un entorno seguro para criar a sus crías. También es importante considerarlos como sitios de reproducción. Muchas especies de aves, especialmente las aves que anidan en agujeros, dependen de los huecos de los árboles para reproducirse. Estas cavidades naturales a menudo se prefieren a los sitios de anidación artificiales debido a sus propiedades de aislamiento y camuflaje natural.

Hueco en Aspidosperma quebracho-blanco. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Hueco en Aspidosperma quebracho-blanco. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Los huecos son un hábitat importante en particular cuando es obligatorio, ya que esto significa que ningún otro recurso sería un sustituto factible. Los animales pueden utilizar las oquedades como refugios tanto diurnos como nocturnos, así como para la crianza de su prole, la alimentación, la termorregulación y para facilitar el comportamiento de distribución y dispersión. Si bien el uso también puede ser oportunista, en lugar de obligatorio, puede ser difícil determinar la naturaleza de la relación de una especie con los huecos, ya que puede variar a lo largo del área de distribución de una especie o depender de las condiciones climáticas. Los animales seleccionarán un hueco en función de factores como el tamaño y la forma de la entrada, la profundidad y el grado de aislamiento. Tales factores afectan en gran medida la frecuencia y la estacionalidad del uso de huecos.

Los huecos de los árboles albergan una amplia gama de vida silvestre, incluidas y no solo las aves, sino mamíferos, reptiles, anfibios e invertebrados, incluyendo insectos y arañas, entre otros. Esta biodiversidad es crucial para mantener ecosistemas saludables. La importancia de los huecos de los árboles está influenciada por factores ambientales que afectan las necesidades de microhábitat de la vida silvestre. Por ejemplo, el tamaño, la profundidad y la ubicación del hueco pueden determinar su idoneidad para diferentes especies. Los huecos de los árboles generalmente se forman en árboles viejos a través de procesos naturales como infecciones por hongos, actividad de termitas o daño físico. Estos procesos crean cavidades semicerradas que son ideales para la habitación de la vida silvestre. En los arroyos y otros humedales, los troncos huecos pueden ser importantes para los animales acuáticos como refugio y fijación de huevos.

Huecos. del carpinetero Campephilus leucopogon. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Huecos del carpintero Campephilus leucopogon. Foto: Lidia Pérez de Molas.

La investigación ha hecho destacado avance en la relación de los huecos y la vida silvestre, inclusive se ha propuesto una clasificación cuando no son excavados. Pueden ser nudos, que se crean a partir de una rama que se desprende de un tallo principal; chimeneas, las que se crean cuando un tallo se rompe y hace una entrada orientada hacia arriba; grieta las que se crean cuando un tronco se parte; y los orificios del tronco, cuando se forma una cavidad en el tallo principal. Si es estrecho y alargado, se llama hendidura.

En general, los huecos y agujeros de los árboles desempeñan un papel vital en el apoyo a la vida de las aves y el mantenimiento del equilibrio ecológico.

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