Día Internacional de la Mujer: mujeres indígenas lideran labores en obras públicas

El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) incorporó a mujeres de pueblos originarios en la rehabilitación del tramo Villa Ygatimi-Ko’e Pora-Arroyo Itanará, en el departamento de Canindeyú, iniciativa que forma parte del Programa de Mejoramiento de Caminos Vecinales II.

Suni Ávalos y Nelia Ferreira, de las comunidades indígenas San Antonio e Itanarami, respectivamente, pertenecientes a la etnia Ava Guaraní, son ejemplos de esta transformación. Ambas recibieron capacitaciones certificadas que fortalecieron sus habilidades técnicas y fueron contratadas por la empresa Wheelco S.A. como banderilleras y monitoras viales.

Estas mujeres no solo desempeñan funciones técnicas esenciales, sino que también actúan como agentes de cambio, desafiando prejuicios sociales y promoviendo la igualdad de oportunidades laborales entre géneros. Su trabajo cuenta con el respaldo de especialistas sociales y la supervisión técnica de la Dirección de Gestión Socio Ambiental del MOPC.

La obra, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), abarca aproximadamente 21 kilómetros hasta el arroyo Itanará, que limita con el departamento de San Pedro. Este corredor es crucial para la producción agrícola y ganadera, conectando Villa Ygatimí con General Resquín y pasando por las zonas de Itanará y San Vicente, para finalmente unirse con la ruta PY08, desde donde se puede acceder a los puertos Antequera y Villa del Rosario.

La nueva infraestructura vial beneficiará a más de 15.000 habitantes. Tendrá un ancho de 6.4 metros y banquinas de 1.5 metros a cada lado, con una estructura que incluye subbase de suelo cemento, base granular estabilizada, imprimación asfáltica, riego de liga, tratamiento superficial simple en banquina y carpeta de concreto asfáltico.

Este proyecto, liderado por Wheelco S.A., cuenta con una inversión de G. 47.291.659.831, y su fiscalización está a cargo de la empresa Inconpar S.A.

El compromiso del MOPC con la inclusión y el desarrollo de la infraestructura rural no solo mejora las condiciones de vida de las comunidades, sino que también empodera a las mujeres indígenas en el ámbito laboral.