Nacionales
26 de febrero de 1949: derrocamiento del presidente Raimundo Rolón

El General Raimundo Rolón y Doña Guillermina Teixeira de Rolón. Foto: Gentileza.
En el hogar integrado por don Manuel Rolón y doña Elisa Villasanti, aposentados en Paraguarí, nace el 14 de marzo de 1903, Raimundo Rolón Villasanti. Según el historiador don Osvaldo Kallsen cursa -después de los primarios— sus estudios en la Escuela de Comercio. En cambio, el Dr. Carlos R. Centurión lo hace frecuentar las aulas del Colegio Nacional de la Capital para luego iniciarse en la milicia, orientación en la que coinciden ambos.
Raimundo Rolón obtiene en 1923 su despacho de teniente 2° de artillería. Desde entonces sus progresos en el arma serán evidentes. Así, el 11 de mayo de 1926 asciende a teniente 1°; el 13 de mayo de 1929 llega al grado de capitán, fue fundador de varios fortines en el Chaco, conviene destacar que fue el primer alumno de su promoción y el primer brigadier mayor de la Escuela Militar. Actuó también como oficial de planta de aquel instituto, donde ejerció el profesorado. Fue instructor de la Escuela de Aspirantes a Oficiales de Reserva e hizo cursos en la Escuela Superior de Guerra.
Durante la guerra se desempeñó en calidad de capitán del Grupo de Artillería N.º 2 “General Roa”. En febrero de 1933 se lo nombra jefe de operaciones en el Estado Mayor General del Comanchaco, en reemplazo del fallecido capitán Ramón Ávalos Sánchez. Su actuación le valió ser condecorado con la Cruz del Chaco. Asumió, más tarde y advenida la paz, las funciones de comandante en jefe de las fuerzas armadas. Culminó la guerra con el grado de teniente coronel.
Resulta indudable, en la trayectoria del general Rolón, una evidente inclinación a no desviarse de las tareas propias de su vocación. Pertenecía a una remesa que se había formado en el ideario del general Schenoni, soslayando o tal vez evitando su participación en las revueltas y asonadas que por largo tiempo distrajeron la atención de los hombres de armas y los sacaron de su verdadero camino. En este aspecto vale incluir, inicialmente, el testimonio del general Andrés Aguilera, condiscípulo y contemporáneo del general Rolón, que estando en Cangó (Artigas), en julio de 1924, fue apalabrado por un representante de capitanes residentes en la capital para sumarse a un movimiento contra el presidente Riart, a fin de impedir que el Dr. Eligio Ayala asumiera la primera magistratura.
De inmediato se puso de acuerdo con el comandante de sección en la batería, el entonces teniente 2° Raimundo Rolón, disponiendo ambos manifestar al emisario que no estaban de acuerdo con esa propuesta y que permanecerían leales al gobierno. Es por eso que, devenidos los sucesos de la Revolución Febrerista del 17 de febrero de 1936, Rolón se retira del servicio activo. Dicha situación le valió el confinamiento en Peña Hermosa, junto con otros compañeros, por estimar subvertida la disciplina castrense, reincorporándose con posterioridad al 13 de agosto de 1937.
Rolón formó parte del conjunto de las fuerzas armadas que en acto público, realizado el 13 de marzo de 1941, juró lealtad al “Movimiento Nacionalista Revolucionario”, inventado por el Gral. Morínigo.
Posteriormente, fue nuevamente alejado y reincorporado al Ejército, cumplió funciones como jefe de la Policía y después, embajador en el Brasil. El 3 de junio de 1948 Rolón es nombrado ministro de Defensa en el gabinete del doctor Frutos. Al asumir Natalicio González la presidencia el 15 de agosto, ha de confirmarlo en esa cartera. Natalicio González es bajado del gobierno por sus propios correlí y renuncia el 30 de enero de 1949, el Gral. Rolón participa activamente en su caída, prevista por el deseo de “institucionalizar la unidad partidaria”, tarea en la que estaban comprometidos no pocos dirigentes.
Ese día, designado por la Asamblea Nacional, el Gral. Rolón asume la presidencia, este nombramiento desagradó a muchos de los que habían participado en la rebelión. Compuso su Gabinete en Hacienda: Ramón Méndez Paiva, Interior: Liberato Rodríguez, Educación: Felipe Molas López, Defensa Nacional: Mutshuito Villasboa, Relaciones Exteriores y Culto: Juan E. O’Leary, Economía: J. Augusto Saldívar, Salud Pública y Previsión Social: Gerardo Buongermini, Obras Públicas y Comunicaciones: Rigoberto Caballero, Justicia y Trabajo: Juan Ramón Chaves. En tanto, se ha procedido a la reorganización del coloradismo reemplazando Molas López a don Manuel Talavera en la conducción de la junta de gobierno.
Elecciones en plazo de 60 días
Rolón prometió la realización de elecciones en un plazo de 60 días, pero pasados apenas 28 días, en el preciso momento en el que estaba en el casino de oficiales en una reunión militar, del Cuartel de la Artillería en Paraguarí, el capitán Sardi que comandaba las tropas, rodeó el Casino y ahí se procedió al apresamiento de toda la plana mayor, tanto del gobierno como del Ejército, cayendo en su misma ley Rolón, en un nuevo golpe se le impuso la renuncia. Su corto gobierno resulta ser otra víctima del caos al interior del Partido Colorado, que se realizó para concretar la unidad partidaria y “desalojar a los restos del “natalicismo” de las funciones oficiales. Asume en su reemplazo su Ministro Felipe Molas López, empezando así un nuevo tira y afloje por el poder de esos años.
Fue interventor y reorganizador de aduanas y puertos, cargo que desempeñara por varios años, y finalmente en carácter de senador nacional. Le acompañaron, asimismo, notorias inquietudes intelectuales, siempre en el plano profesional, mereciendo citarse las siguientes obras y contribuciones al dilucidamiento de la historia y de acciones bélicas que eran de su conocimiento: “La batalla general de Zenteno-Gondra”, “Nanawa y la rendición de Campo Vía”, “Boquerón, cuarenta años después” e “Historia de la guerra del Chaco” en dos 2 volúmenes, por citar solo a algunos miembros de la Academia Paraguaya de la Historia. Falleció en Asunción, el 17 de septiembre de 1981.
EXTRAÍDO DE: Conversaciones político-militares Vol. III de Alfredo M. Seiferheld / Los Presidentes del Paraguay de Raúl Amaral Tomo I
IMAGEN: Un joven Raimundo con su uniforme militar en 1927, junto con su firma y dedicatorio a Antonio Sanjurgo. Extraído de Imagoteca Paraguaya.
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