Los líquenes, seres vivos que pasan desapercibidos

POR Alberto Yanosky

Biólogo y conservacionista.

Motivado por los líquenes y su relación con los colores que “descubrí” en México y doblemente motivado por las imágenes de Lidia Pérez de Molas, a quien le estoy sumamente agradecido, es que me decidí a ahondar más sobre el tema y presentarles un análisis un poco más profundo. Espero que esto los motive a mirar más a sus alrededores, no solo las cortezas de los árboles, las hojas, pero también las rocas y los mismos seres vivos como insectos o ranas, que todo parece indicar que hacerse mimético, críptico es una buena adaptación, y si esto se hace con referencia a un liquen, parece que tiene sus ventajas. Esto se expresa a través de una diversidad de formas y colores que nos fascinan. Gracias a Lidia Pérez por estas maravillosas tomas de la naturaleza que nos rodea.

Los líquenes son organismos importantes tanto en entornos naturales como artificiales debido a sus características biológicas únicas y funciones ecológicas. Los líquenes son una asociación simbiótica entre un hongo y un alga o cianobacteria. Son conocidos por su capacidad para colonizar una amplia gama de entornos, desde las tundras árticas hasta las selvas tropicales, e incluso las zonas urbanas. El hongo proporciona estructura y protección, mientras que el alga o cianobacteria realiza la fotosíntesis para producir alimento. Los líquenes vienen en varias formas, que incluyen crustosa (parecida a una corteza), foliosa (parecida a una hoja) y fruticosa (parecida a un arbusto). Los líquenes se reproducen tanto sexual como asexualmente. La reproducción sexual implica la producción de esporas por parte del compañero fúngico, mientras que la reproducción asexual puede ocurrir a través de la fragmentación o la producción de soredios (así llamamos en biología a unos pequeños grupos de células de algas rodeadas de filamentos fúngicos).

Como todo ser vivo que está en la naturaleza, los líquenes tienen un destacado rol en los ambientes naturales. Son bioindicadores, ya que los líquenes son sensibles a los cambios ambientales, en particular a la calidad del aire. Las diferentes especies tienen diferentes niveles de tolerancia a los contaminantes, lo que las convierte en excelentes bioindicadores para monitorear los niveles de contaminación del aire. Además, son parte crucial en la formación del suelo; los líquenes contribuyen a la formación del suelo al descomponer las rocas por medios físicos y químicos. Este proceso, conocido como meteorización biológica, ayuda en la creación de suelo en paisajes áridos. También los líquenes desempeñan un papel en el ciclo de nutrientes al fijar nitrógeno, especialmente aquellos que involucran cianobacterias.

Este nitrógeno fijo se pone a disposición de otros organismos del ecosistema. Y finalmente, no quiero dejar de mencionar el rol que tienen en sí en el hábitat y como fuente de alimento, ya que los líquenes proporcionan hábitat y alimento para diversos organismos, incluidos insectos, aves y mamíferos.

Quisiera destacar la importancia de los líquenes en los entornos creados por la humanidad y me voy a basar en solo tres de ellos. Por un lado, para el monitoreo de la contaminación por su sensibilidad a los contaminantes, los líquenes se utilizan en áreas urbanas para monitorear la calidad del aire. La presencia o ausencia de ciertas especies de líquenes puede indicar el nivel de contaminación. Por otro lado, tienen un valor estético y cultural, ya que los líquenes se suman al valor estético de los paisajes urbanos y monumentos históricos. A menudo se encuentran en edificios, estatuas y otras estructuras, lo que contribuye a su belleza natural. Y finalmente, las aplicaciones biotecnológicas. Los líquenes se utilizan en la producción de tintes naturales, antibióticos y perfumes. Sus compuestos únicos tienen aplicaciones potenciales en la industria farmacéutica y otras industrias.

El mimetismo es un fenómeno biológico en el cual un organismo evoluciona para parecerse a otro organismo u objeto, a menudo para protegerse de los depredadores. Este fue uno de mis primeros temas de investigación cuando me inicié en biología. Hay diferentes tipos de mimetismo, incluido el mimetismo batesiano (donde una especie inofensiva imita a una dañina) y el mimetismo mülleriano (donde dos especies dañinas evolucionan para parecerse).

Si bien los líquenes en sí mismos no suelen estar involucrados en el mimetismo, pueden ser parte del entorno donde ocurre el mimetismo. Por ejemplo, vemos en las fotos el camuflaje (por favor no inventen palabras que no existe en nuestro idioma), ya que algunos animales, como ciertos insectos y reptiles, pueden evolucionar para parecerse a los líquenes como una forma de camuflaje. Esto les ayuda a evitar a los depredadores al mezclarse con su entorno. Los líquenes pueden crear microhábitats que sustentan a varios organismos, algunos de los cuales pueden usar el mimetismo como estrategia de supervivencia. Si bien los líquenes no están directamente involucrados en el mimetismo, pueden influir en los entornos donde ocurre el mimetismo, proporcionando hábitats y superficies que los organismos pueden imitar para protegerse.

En resumen, los líquenes son componentes vitales de los entornos naturales y artificiales, ya que contribuyen al equilibrio ecológico, al control ambiental y a diversas aplicaciones biotecnológicas. Su presencia y salud pueden proporcionar información valiosa sobre el estado del medio ambiente. Revisando con detalles las imágenes que nos comparte Lidia Pérez de Molas, observen formas y colores, localizaciones y piensen que dos grupos vivos evolucionaron para convivir, en una situación simbiótica en la cual ambas se benefician y de por sí solas no vivirían.