¿Cómo afecta a nuestro cuerpo la primavera?

El punto de inflexión que desencadena los cambios es el horario que se produce a finales de septiembre. Para empezar, y según la Sociedad Paraguaya de Neurología, la adaptación a este nuevo horario puede durar hasta cinco días.

Durante ese proceso de cambio nuestro cuerpo necesita adaptarse y reajustarse, siendo el cambio más severo el que se produce a nivel cerebral.

Con el ajuste del cerebro, quienes en invierno y otoño han sufrido ciertos episodios depresivos, comienzan a dejarlos atrás. En esto tiene mucha parte de culpa que nuestro cuerpo segrega más cantidad de ciertas hormonas.

El cuerpo y la primavera. Foto: La Vanguardia.

Astenia primaveral

La astenia primaveral es esa sensación de debilidad y falta de energía que nos acompaña en gran parte de los primeros días de la primavera. Esta tiene su origen en el hipotálamo, que es la que se encarga de regular el sueño, la vigilia, el apetito o la sed.

Sus cambios son consecuencias de la subida de las temperaturas y la presión, los cambios bruscos de meteorología o alteraciones en la rutina diaria.

Alergias

Son las causantes de la mayoría de las visitas a la farmacia en esta época del año y entre sus efectos y los de algunos fármacos contra los mismos, suponen un agravante de la astenia primaveral.

Cambios hormonales

Dicen que la primavera la sangre altera y esto es totalmente cierto y literal. En primavera es cuando nuestro cuerpo libera más oxitocina, dopamina y serotonina, responsables del sentimiento de placer y del buen estado de ánimo. También se liberan más feromonas, que disparan el apetito sexual. Con este cóctel en la sangre es inevitable sentir como mejora nuestro carácter, como se reduce el estrés y mejora nuestro estado de ánimo.

Cambios conductuales

Con 22 grados y más horas de luz nuestro comportamiento y el disfrute de las horas del día también cambia. Estamos más tiempo en la calle, con amigos y familia, hacemos más actividades deportivas y tenemos más nivel de actividad. Llevamos un estilo de vida más saludable, tanto a nivel nutricional como emocional y esto contribuye a aumentar el nivel de hormonas relacionadas con el placer y la felicidad.