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Alarmante cifra de infantes en pobreza total

Ilustración: IP

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En la semana se conoció que cerca del 40% de la población infantil en Paraguay vive en las más precarias condiciones de pobreza, de los cuales un 6% está en pobreza extrema. La grave y fría realidad que reflejan los números llaman a las autoridades a abordar la problemática con mayor seriedad.

La pobreza infantil priva a niños, niñas y adolescentes de los recursos necesarios para sobrevivir, desarrollarse y prosperar. Esta situación afecta su acceso a alimentos, salud, vivienda y educación, lo que se traduce en una pobreza multidimensional.

Los primeros años de vida son clave para su desarrollo, y la privación puede tener consecuencias a largo plazo. Es importante implementar medidas efectivas para combatir la pobreza infantil y proteger a niños, niñas y adolescentes de las privaciones.

Los niños y niñas que viven en situación de pobreza e inseguridad alimentaria están en un mayor riesgo de sufrir consecuencias irreversibles en su desarrollo cognitivo, nutricional, físico, social y emocional. Aunque estos periodos de privación pueden ser cortos, sus efectos pueden durar toda la vida, lo que destaca aún más la necesidad de adoptar medidas efectivas para combatir la pobreza infantil.

Datos de Unicef

Unicef estima que más del 50% de las personas en pobreza extrema en el mundo son niños y niñas, a pesar de constituir solo una tercera parte de la población global.

África subsahariana soporta la mayor carga de niños y niñas que viven en pobreza extrema, alcanzando un alarmante 40%. Además, en los últimos diez años, la tasa de pobreza extrema en la región ha aumentado significativamente, pasando de 54,8% en 2013 a 71,1% en 2022. Las demás regiones del mundo han registrado un descenso constante en las tasas de pobreza extrema, con la excepción de Oriente Medio y África del Norte.

Los niños y niñas tienen más de dos veces más de probabilidades que los adultos de vivir en hogares extremadamente pobres, sin acceso a los alimentos, saneamiento, vivienda, atención sanitaria y educación necesarios para sobrevivir y prosperar. A nivel mundial, esto lleva a que el 15,8% de los niños y niñas vivan en hogares extremadamente pobres, en comparación con el 6,6% de los adultos

Es crucial que todos los niños y niñas tengan un camino claro para salir de la pobreza a través del acceso equitativo a una educación de calidad, una nutrición adecuada, atención médica y protección social.

Según UNICEF, en 2022, 333 millones de niños vivían en la pobreza extrema, es decir, con menos de 2,15 dólares al día. Esta cifra representa al 54,8% de los niños menores de 18 años, una proporción muy superior a la de su peso demográfico en la población general.

Este dato es alarmante y pone de manifiesto la necesidad de abordar las raíces estructurales de la pobreza y la pobreza extrema. Estas raíces son complejas y variadas, pero incluyen factores como la desigualdad, la discriminación, el cambio climático y los conflictos armados.

Realidad nacional

La tasa de pobreza en Paraguay es del 26,4%, siendo las zonas rurales las que experimentan niveles más elevados de pobreza que las áreas urbanas, según datos oficiales.

La mitad de la población en situación de pobreza en Paraguay son niños, niñas y adolescentes. El 37,9% de los niños, niñas y adolescentes en Paraguay vive en condiciones de pobreza total, de los cuales el 31,6% se encuentra en situación de pobreza no extrema y el 6,3% en situación de pobreza extrema.

Estos datos muestran que la pobreza infantil es un grave problema en Paraguay. Los niños, niñas y adolescentes que viven en la pobreza tienen menos probabilidades de acceder a la educación, el cuidado de la salud y otras oportunidades básicas. Esto puede tener un impacto negativo en su desarrollo físico, mental y social.

Se necesitan medidas específicas para garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes tengan las mismas oportunidades de éxito.

Algunas recomendaciones para abordar la pobreza infantil en Paraguay:

  • Invertir en educación y salud, fundamentales para el desarrollo de los niños. Los gobiernos deben invertir en programas de educación y salud de calidad, especialmente para los niños que viven en la pobreza.
  • Promover la inclusión social: los niños que viven en contextos de desigualdad tienen más probabilidades de sufrir discriminación y exclusión. Los gobiernos deben promover políticas inclusivas que garanticen que todos los niños tengan las mismas oportunidades.
  • Fortalecer la protección social para ayudar a los niños que viven en la pobreza a cubrir sus necesidades básicas. Los gobiernos deben fortalecer los sistemas de protección social para llegar a los niños que más lo necesitan.
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