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Imane Khelif, la boxeadora argelina y la ventaja de su desequilibrio genético
Imane Khelif, boxeadora argelina de los Juegos Olímpicos París 2024. Foto: Redes.
Actualmente, el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif, quien ganó una medalla olímpica en los Juegos Olímpicos París 2024 y que está dando que hablar por su género, tanto que muchos genetistas, médicos, biólogos, deportólogos están buscando una explicación a su condición.
Desde mi punto de vista, tenemos que distinguir dos condiciones separadas: la primera, la presencia de los cromosomas XY; la segunda, el hiperandrogenismo.
La presencia de los cromosomas XY caracterizan biológicamente al género masculino, pero el fenotipo (características externas, en forma física) no se expresa de acuerdo al genotipo (característica genética), entonces es biológicamente masculino con fenotipo prevalentemente femenino, seguramente son responsables algunas mutaciones que sería oportuno estudiarla detalladamente.
Además algunas personas pueden tener XXY, un único cromosoma X o incluso tener cromosomas XY, y desarrollar genitales femeninos como vagina y útero, pero no producen óvulos.
También hay casos en los que una persona tiene rasgos sexuales asociados al sexo femenino como al masculino. Incluso existen personas que tienen tanto células con cromosomas XX como con cromosomas XY.
El segundo punto para analizar es el hiperandrogenismo, condición en la que el sujeto presenta una cantidad de testosterona muy superior a los valores normales.
Quiero aclarar que normalmente el género femenino presenta una cantidad de testosterona veinte veces inferior al género masculino y el 5% de individuos del sexo femenino también puede presentar hiperandrogenismo, esta es, sin duda una gran ventaja en el deporte porque la testosterona produce un aumento de la masa muscular, un aumento de la resistencia al esfuerzo y un aumento de la fuerza.
Pero la desigualdad genética entre competidores en el deporte no es nada nuevo, porque la naturaleza reparte nuestros genes como se le antoja, un ejemplo: para ilustrar este azar es el caso de Eero Mäntyranta, esquiador de fondo que ganó 2 mundiales y 3 oros olímpicos entre las décadas de los 60 y los 70.
Este finlandés se sometió a un estudio genético en el que se descubrió que portaba una mutación en un gen que le hacía producir un gran número de glóbulos rojos y transporte de oxígeno que le valieron una ventaja adicional frente a sus competidores.
Este desequilibrio genético es presente naturalmente en la boxeadora argelina Imane Khelif. ¿Es justo descalificar una ventaja natural? Seguramente no, pues al fin y al cabo a nadie se le ocurriría descalificar a los jugadores de baloncesto excesivamente altos respecto a los otros.
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