Nacionales
Armado pero no hasta los dientes
Dasypus novemcinctus o tatu hu. Foto: Carlos Ortega.
Hace unos días, el apreciado Carlos Ortega me mencionaba que no había hablado de los tatúes así que el compromiso era ver sobre cuál de las nueve especies de tatúes, armadillos o mulitas, hablar y me compartió fotos del tatu hû (a veces escrito jhú) o armadillo grande, conocido por su nombre científico (Dasypus novemcinctus) como el armadillo de nueve bandas. Recibe otros nombres como armado, mataco y otros más relacionados con las diferentes lenguas que ocurren en toda su área de distribución, ya que esta especie ocupa casi todo el territorio americano, desde Norte América hasta América del Sur. El nombre en idioma guaraní siempre tiene connotaciones graciosas, ya que se utiliza también para los genitales femeninos, y el adjetivo denota el color de este animal, por ello también se lo conoce como tatú negro.
Estos animales son fascinantes, ya que pertenecen a un grupo muy especial de mamíferos que están relacionados con los perezosos y los osos hormigueros. Además, me traen muy lindos recuerdos de mi niñez y adolescencia cuando encontrábamos restos de las placas del extinguido y gigante gliptodonte. Estos animales pertenecen a un gran grupo conocido científicamente como xenarthra (que quiere decir articulaciones insólitas o especiales, características de las vértebras lumbares) o desdentados (edentata), ya que tienen una dentadura muy particular a causa de estar muy especializados en su dieta. Hay varios grupos que han evolutivamente convergido en la falta o reducción de dientes debido a una especialización en su alimentación que se da sobre animales blandos, especialmente invertebrados como hormigas y termites. En el caso de este tatú tiene dientes reducidos, pero no los utiliza ni para morder ni para masticar. Tienen un destacado rol en la naturaleza, ya que, entre otras cosas, mantienen las poblaciones de invertebrados al depredar sobre ellas y también al escarbar el terreno, haciendo que el mismo se airee y haya movimiento de nutrientes. El hábito de escarbar y “hociquear” lo hace con unas garras muy particulares, otra característica de los xenarthra. Así que en el caso de este armadillo o armado, con una gran coraza de protección, viene bien preparado, pero no hasta los dientes, ya que si bien tiene dientes no los usa.
Son tatúes grandes, pero no tan grande como el tatú carreta, de color oscuro, negro o gris, con esas nueve bandas que lo identifican, puede llegar a pesar hasta unos ocho kg. Tiene su cuerpo cubierto de placas, lo que le da la apariencia de acorazado, y esas placas dérmicas están cubiertas de placas epidérmicas muy parecidas a las escamas de los reptiles. Al no tener piel y solo una coraza le cuesta mantener la temperatura corporal, así que prefiere los lugares templados y cálidos y evita los lugares fríos. Cuando un tatú anda por el campo se pueden ver sus señales y rastros por el hábito que tiene al buscar la comida, pero además porque deja marcadas cuatro uñas delanteras y cinco traseras en una impronta muy particular.
Le gusta habitar cuevas que hace con gran habilidad por su destreza para cavar. Estos pozos en los pastizales o en el monte son un problema para otros animales, por ejemplo, los caballos pueden lastimarse al meter las patas en estos buracos en la tierra (y también me he acercado al suelo para ver de cerca gracias a haber tropezado con las cuevas de tatú). Estas siempre tienen tierra retirada y fresca que denota actividad en las cuevas. Usan estas cuevas para guarecerse, si bien no pasan mucho tiempo en ellas. Los huecos en el bosque siempre están asociados a zonas con muchas raíces. Cuando uno se lo encuentra en la naturaleza, normalmente en el crepúsculo o durante la noche, puede notar que no tienen buena vista, pero sí un gran olfato y una gran audición.
Estos animales tienen otra particularidad, ya que dan a luz entre 4 y 10 crías, en primavera-verano, lo normal es que tengan cuatro crías, pero las crías que tienen son genéticamente idénticos, es decir, el huevo fecundado se divide en cuatro y de allí se produce la gestación. Por ello, estos animales han sido foco de estudios en biomedicina. Y como si esto fuera poco, tiene la habilidad de hacer inflar sus intestinos para poder flotar y así cruzar zonas profundas y nadar, como así también puede saltar, lo que muchas veces sorprende porque uno no se espera que este tipo de animal tenga habilidades para el salto.
La carne de este tatú es muy apetecida, particularmente en nuestra región; sin embargo, esta especie es reservorio y porta la bacteria que produce la lepra, y quienes comen su carne corren el riesgo de contraer la lepra. Esta es una especie increíble, que llama mucho la atención a habitantes de otros continentes, y tiene un rol muy destacado en el ecosistema y es una de las especies que brinda servicios concretos y directos al ser humano. Suele cohabitar en zonas urbanas, así que deberíamos ver mecanismos para asegurar que la especie se perpetúe tanto en la naturaleza como en nuestros ámbitos urbanos y suburbanos.
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