73 años de media: una esperanza de vida tan larga a nivel global

POR Dr. Libero Antonio Oropallo

Comunicador Sanitario.

Nunca el ser humano ha contado con una esperanza de vida tan larga a nivel global: 73 años de media. Las mayores esperanzas de vida presentan: Japón, Suiza, Singapur y España con una media, esta última, de 83,3 años. Este hecho es extraordinario si tenemos en cuenta que hace poco más de un siglo (1900), la esperanza de vida en muchos países era la mitad o incluso menos de la mitad. Por ejemplo: en España se situaba en 31,6 años.

Las razones de este logro son numerosas: en principio, el progreso de la medicina; después, la aumentada supervivencia de los pacientes con cáncer (solo en los últimos cuarenta años) y la notable supervivencia de los pacientes con HIV, oportunamente tratados.

Increíble, es también la reducción de la mortalidad infantil (2,52 muertos por cada 1.000 nacidos vivos, cuando en 1900 había entre 160 y 200 muertos por cada 1.000 nacidos vivos).

Evidenciamos también las mejoras en la higiene, potabilización del agua, la seguridad alimentaria, la prevención y el tratamiento de enfermedades, infecciones (vacunas y antibióticos).

Sin embargo, actualmente nos enfrentamos a nuevos desafíos en el campo de la salud, porque la gran longevidad lograda, las crecientes resistencias a los antibióticos y los estilos de vida sedentarios o con dietas insanas están provocando otros graves problemas sanitarios: sobrepeso, obesidad, diabetes, infecciones intratables, numerosas enfermedades asociadas al envejecimiento como: el alzhéimer, artrosis, enfermedades cardiovasculares, fracturas óseas, cáncer, etc.

La medicina del futuro podría resultar decisiva para paliar o resolver los nuevos desafíos sanitarios que estamos viendo en el presente y sobre todo enfermedades que nunca han tenido cura.

Así, la terapia genética y la medicina regenerativa (ya sea mediante el uso de células madre o de tejidos u órganos bioartificiales) podrían ser la clave justa para tratar de forma más efectiva los innumerables daños en el cuerpo humano.

A su vez, tecnologías como la inteligencia artificial podrían hacer más seguras (con menos errores médicos), eficiente y precisa, y los fármacos dirigidos a frenar los procesos involucrados en el envejecimiento podrían no solo aumentar aún más nuestra esperanza de vida, sino también el número de años con la calidad de vida.

Sin duda, le debemos mucho a la medicina actual, probablemente algunos que están leyendo este artículo no estarían vivos si no fuera por su logro. Pero, es necesario concentrarse con mucha energía y no desmeritar, por puro egoísmo, la medicina del futuro, las terapias genéticas y la medicina de precisión.

Al echar la vista atrás, tenemos que sorprendemos con todo lo que se ha conseguido en tan poco tiempo, y si echamos la vista al presente, es inevitable ilusionarse por todo lo que está por llegar.

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