Discurso de seguridad carcelaria en jaque

Un peligroso grupo de reclusos desató su furia a través de un violento motín en la Penitenciaría de Emboscada, causando incendios y la toma de rehenes. A tan solo días del discurso de Peña sobre el rotundo éxito del operativo Veneratio, el crimen vuelve a marcar la hoja de ruta del gobierno en las cárceles.

El motín realizado por un grupo de reclusos dentro de la Penitenciaria de Emboscada, finalmente fue controlado. Durante el incidente, los reos mantuvieron como rehén por dos horas a un funcionario de la cárcel, que ya fue liberado. No se reportó ningún herido durante los disturbios.

Finalmente, se pudo restablecer el orden en el interior de la Penitenciaría “Padre de la Vega” de Emboscada, luego de que un grupo de reclusos del Pabellón B del penal, se amotinaran, quemaran colchones y mantuvieran de rehén a un funcionario.

Julio Cuevas es el funcionario penitenciario que estuvo retenido por dos horas por los internos y que posteriormente fue liberado.

Durante los disturbios no se registraron personas heridas. El origen del conflicto fue porque los reos exigían que uno de los internos sea trasladado a otro penal.

El viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, sostuvo que se pudo controlar el amotinamiento que inició en horas de la tarde y que ya se logró identificar a una veintena de reclusos que protagonizaron el incidente en el interior del Pabellón Bravo.

Benítez fue claro al decir que el Estado no va a negociar con los internos, al referirse a la exigencia de que un interno del PCC sea trasladado a otro penal.

Confirmó que el motín con quema de colchones solo se centró en el Pabellón B y que seguramente tendrán que lidiar de vez en cuando con este tipo de situaciones. Sin embargo, evitó dar el nombre del recluso cuyo trasladado estaban exigiendo los demás.

Informe presidencial

El pasado lunes, el presidente de la República, Santiago Peña, durante su primer informe de gestión realizó una mención especial a los agentes del grupo Lince que participaron de la incursión en la penitenciaría de Tacumbú en el operativo Veneratio en diciembre pasado, donde perdió la vida el suboficial Martín Mendoza a quien recordó con mucho orgullo.

El jefe de Estado mencionó que, cuando se dio inicio al operativo Veneratio, pensó que podría tratarse del último día de su Gobierno, considerando los riesgos que se asumían y las vidas que se arriesgaban.

“Les confieso que el 18 de diciembre del año pasado, me levanté a las 4 de la mañana pensando en el operativo que podría significar mi último día en el cargo. Fue una decisión difícil, en la que podíamos tener grandes pérdidas si no fuera por la valentía de nuestras fuerzas de seguridad”, indicó ante el Congreso de la Nación.