San Juan Ára, tradición paraguaya entre delicias típicas, juegos y mucho fuego

Pese a que es una tradición originaria de los colonizadores españoles, el Paraguay adoptó la festividad de San Juan como una costumbre que trasciende en el tiempo con sus comidas típicas, juegos para predecir situaciones futuras y mucho fuego.

La fecha del 24 de junio fue elegida por la Iglesia católica apostólica romana como el nacimiento de San Juan Bautista, uno de los discípulos de Jesús. Una curiosidad es que la institución eclesiástica naturalmente utiliza las festividades de los santos el día de su muerte, pero en este caso, es lo opuesto.

De acuerdo a los datos que manejan los religiosos, la fiesta de San Juan se celebra con fuego porque, cuando nació el que luego fue santo, su madre, Santa Isabel, anunció el acontecimiento mediante una gran hoguera en el campo.

Con el paso de los años, ha ido desvaneciéndose la celebración de modo religioso para convertirse en una sana tradición pagana, teniendo en cuenta que los paraguayos no pierden la oportunidad de agruparse para realizar juegos, venta de comidas típicas y los tradicionales retos que involucran actividades principalmente con fuego, como son: el toro candil, el Judas kái, la pelota tata, o diversiones y competiciones como el yvyra sỹi , el kambuchi jejoka, la karréra vosa, el kure ñembohuguái, tata ári jehasa, el paila jeheréi, entre otros.

Las pruebas

Tanto desde la medianoche, como a las 12:00 del mediodía, los supersticiosos acuden a realizar conocidas “pruebas”. La pruebera es una de las más solicitadas, se contrata a una persona que haga lectura de cartas. También se utilizan las gotas de cera de la vela, dejadas caer en un recipiente con agua, con lo que se intenta descifrar figuras o letras.

Los hombres y las mujeres que desean casarse son los que recurren al “gallo ñemongaru” (dar de comer al gallo). Para este juego se deja al animal sin comida al menos por 24 horas (desde el 23 y se lo libera el 24) de modo a que la hora de la prueba, el animal esté hambriento.

También, se recurre a escribir en una serie de pedacitos de papel “San Juan dice que sí”, y sobre otra, “San Juan dice que no”. Los trozos de papel se mezclan en una caja, la persona interesada extrae una de ellas y sabrá si San Juan dice que sí o que no a su pregunta. Una variante de esta prueba es la de expresar un deseo, extraer una hoja de papel y, según lo que dice San Juan, se sabrá si la respuesta será positiva o negativa.