Viernes Santo en Paraguay y sus tradiciones religiosas

El Viernes Santo, también conocido como Viernes de Pasión, es una fecha de profundo significado para la comunidad católica en todo el mundo y en el Paraguay, donde la población es predominantemente creyente, cada acto toma mayor fervor y devoción. Este día conmemora la crucifixión y muerte de Jesús en el Calvario, un evento central en la fe cristiana que marca el sacrificio de Cristo por la redención de la humanidad.

En Paraguay, el Viernes Santo, los fieles católicos participan en diversas actividades religiosas y tradiciones que han sido parte integral de la cultura paraguaya durante siglos. Una de las tradiciones más destacadas es la procesión del Viacrucis, que recuerda los últimos momentos de Jesús antes de su crucifixión. Esta procesión, que se lleva a cabo en muchas iglesias y comunidades en todo el país, es una oportunidad para reflexionar sobre el sufrimiento de Jesús y meditar sobre el significado de su sacrificio.

Recordemos que, una atracción que incluso se ha hecho internacional es la que se ve en la localidad de Tañarandy donde la comunidad misionera se alberga en un encuentro religioso, cultural y artístico para dar una verdadera experiencia de viacrucis.

El recorrido de las Siete Iglesias, es otra tradición importante en Paraguay, cuyo recorrido simboliza un acompañamiento a Jesús en cada una de las estaciones, desde la noche de su captura hasta su crucifixión.

Puntualmente, a las 15:00, se realiza la celebración de la Pasión de Cristo, que incluye la lectura de los pasajes bíblicos “Las Siete Palabras”, que relata los eventos que llevaron a la crucifixión de Jesús. Esta celebración es una ocasión para que los fieles se unan en oración y contemplación, recordando la importancia de la fe y la redención en sus vidas.

Otra celebración religiosa consiste en la “Adoración a la Cruz”, donde los feligreses se acercan a besar al crucifijo, como símbolo de amor hacia la entrega de Jesús.

Este día también es un día de ayuno y abstinencia en la Iglesia Católica, en el que los fieles se abstienen de comer carne como una forma de recordar el sacrificio de Jesús en la cruz. Esta práctica es una muestra de solidaridad con los que sufren y una oportunidad para renovar el compromiso con la caridad y la justicia.

Incluso, en tiempos antiguos, era común pedir a los niños que no corran o emitan sonidos fuertes, como símbolo del luto. Tradición que fue mermando hasta ahora.