Jueves Santo: ¿Cuál es el significado y origen para la Iglesia católica?

De acuerdo al calendario litúrgico, oficialmente la Iglesia católica inicia hoy el Triduo Pascual (periodo en el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo), con la celebración del Jueves Santo. ¿Cuál es el origen y el significado de esta fecha para la religión predominante en el país? Te informamos a continuación.

En el Jueves Santo el cristianismo conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, ocasión en la que, según las escrituras de la Sagrada Biblia, se realizó el lavatorio de los pies a todos sus compañeros, un gesto que para la Iglesia es un símbolo de entrega a los demás.

Este fue el momento en el que Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos antes de su muerte. Además, durante esta cena les anunció que uno de ellos le traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote, quien hizo una seña a los enemigos dándole un beso en la frente.

La sagrada escritura narra asimismo que durante esta reunión, el momento más relevante es cuando Jesús toma el pan, lo parte y lo reparte entre los comensales, diciendo: “Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”. Considerando así el nacimiento del sacramento de la Eucaristía, uno de los siete sacramentos para los católicos.

Día del sacerdote, representante de Jesús

A continuación, Jesús toma un cáliz lleno de vino y dice: “Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”. Y concluyó: “Haced esto en conmemoración mía”. Esta última frase es interpretada por la Iglesia como la institución del Orden Sacerdotal, otro de los siete sacramentos y es por ello que, también se considera como el “Día del sacerdote”, ya que es el momento en el que se crea esta figura como representación de Jesús.

Huerto de Getsemaní

Tras la Última Cena, se produjo otra de las escenas recordadas por los cristianos en el Jueves Santo. Jesús salió para orar al huerto de Getsemaní, pidiendo a sus apóstoles que le acompañasen en la oración. Sin embargo, pese a la promesa, todos cayeron en profundo sueño tarde o temprano.

Según el relato, Jesús se llena de miedo mientras reza, diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. Siento una tristeza mortal”.

Tras la oración, se lo llevan arrestado, guiados por Judas Iscariote, quien le había entregado por 30 monedas de plata. Los 4 evangelios relatan que, en este momento, el Apóstol Pedro cortó la oreja derecha a un sirviente del Sumo Sacerdote con su espada.

El Evangelio de Juan, concreta que este sirviente se llamaba Malco. Jesús le sanó la herida al instante y ordenó envainar la espada a Pedro, pronunciando una famosa frase: “quien a hierro mata, a hierro muere”.