Salud que se cae a pedazos

Mientras se derrochan millones de guaraníes en cargos públicos, algunos innecesarios y otros por nepotismo, el área de salud sigue muy relegada. Techos que caen sobre pacientes, falta de medicamentos y médicos con bajos salarios, son algunos de los componentes de la pésima situación sanitaria, que también colapsa por la gran cantidad de enfermedades.

Recientemente, parte del cielorraso del área de terapia intensiva del Ineram se desprendió y afectó la estadía de una paciente internada en el lugar. El director del centro asistencial, Felipe González, admitió que la infraestructura está decadente y que no tienen presupuesto suficiente para la realización de grandes mejoras.

Unos 45 cm² de cielorraso se desprendió del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram) a causa de la humedad, y cayó al lado de una paciente internada en la Unidad de Terapia Intensiva, confirmó el director Felipe González.

Ocurrió en horas de la mañana del pasado martes, cuando el personal de enfermería se disponía a realizar la higiene de los pacientes.

Esta situación se repite en casi todos los hospitales públicos del país, que además cuentan con profesionales de la salud que perciben salarios más bajos que miles de funcionarios públicos.

“Frustrante e indignante”, así definió este hecho el coordinador de terapia intensiva del Hospital de Acosta Ñu, el Dr. Diego Gamarra, quien percibe un sueldo de G. 5.000.000.

Mientras algunos, sin contar con título universitario, ganan mensualmente más de 10 millones de guaraníes.

El coordinador de Terapia Intensiva del Acosta Ñu, doctor Diego Gamarra, lamentó que los “nepobabies” perciban altos salarios, mientras los médicos deben “rogar” por reivindicaciones justas, como bonificación por insalubridad. Afirmó que siente “frustración, indignación y rabia” ante la diferencia salarial.

“Hambre cero” recorta fondos de Salud

El proyecto denominado “Hambre cero en las escuelas”, tiene como finalidad la universalización de la alimentación, llegando a 1.300.000 estudiantes, los 180 días del año lectivo.

El problema es que para eso, todo el dinero del Fonacide sería destinado a este efecto, un total de USD 250 millones, dejando sin financiamiento al Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI), que además financia al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y otros; la ley de Arancel Cero; el Fondo Nacional de Salud; la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD); proyectos de infraestructura para la educación.