Incautan lujosas propiedades de Santoro en Ciudad del Este

En un contundente golpe contra la delincuencia, agentes antinarcóticos llevaron a cabo una serie de operativos en la región de Alto Paraná, dando seguimiento a los rastros dejados por miembros vinculados con el siniestro Clan Insfrán y su líder, Sebastián Marset. Como resultado de estas diligencias, dos opulentas viviendas, cuyo valor conjunto asciende a la considerable suma de 1 millón de dólares, han sido decomisadas. Se presume que estas propiedades pertenecen a Federico Santoro y su esposa María Araki, ambos en el centro de una investigación en curso.

Las autoridades encargadas de la lucha contra el tráfico de drogas, en colaboración con la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), llevaron a cabo la incautación de los bienes en cuestión durante los operativos. Según las fuentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), las dos residencias, una elegante vivienda tipo dúplex en el exclusivo condominio “Los Lapachos”, en el Área 1 de Ciudad del Este, y otra majestuosa propiedad en el barrio privado “Campos del Lago”, a orillas del río Acaray, tienen un valor estimado de 1 millón de dólares en conjunto. Estas propiedades se presumen vinculadas al ciudadano uruguayo Federico Santoro, quien se señala como una figura clave dentro de la trama delictiva dirigida por Sebastián Marset.

El avance de esta investigación se tradujo en un hito importante ayer, cuando la jueza Rosarito Montanía ordenó la detención preventiva tanto de Federico Santoro como de su esposa, María Virginia Araki. Ambos están siendo investigados por su presunta participación en actividades de lavado de activos derivados del narcotráfico y por su asociación con grupos criminales.

En la actualidad, Federico Santoro se encuentra bajo reclusión en las instalaciones penitenciarias de San Pedro, mientras que su esposa está detenida en la cárcel de Coronel Oviedo. Estas acciones judiciales representan un paso significativo hacia el desmantelamiento de la organización criminal liderada por Sebastián Marset y el Clan Insfrán. Las autoridades continúan trabajando incansablemente para seguir desenmarañando las conexiones y asegurando que la justicia prevalezca en este caso que ha mantenido en vilo a la comunidad local.