Reclaman que la justicia no investiga presunta negligencia médica tras muerte de un bebé

El ciudadano Agustín Cabrera reclama ante los medios de comunicación que el pasado 18 de abril se produjo el fallecimiento de su bebé en el hospital materno infantil de la ciudad de Capiatá y afirma que el lamentable desenlace es fruto de una negligencia médica.

Afirma que debido a que su esposa recibió atención demasiado tarde, su pequeño nació con muchos problemas pero que a las pocas horas falleció.

“Esto pasó el 18 de abril y hasta ahora el caso sigue ahí, no avanza nada, en síntesis la Fiscalía no está haciendo nada (…) Esto pasó en el Materno Infantil de Capiatá, la investigación lleva a cabo el fiscal Víctor Villaverde, yo no hablé absolutamente con nadie”, señaló el denunciante.

La familia, oriunda de la ciudad de Carapeguá, pide a la Fiscalía que investigue el caso y asegura que su esposa casi perdió la vida tras el alumbramiento. “Mi señora se está recuperando poco a poco, ella casi murió también, se fue a parar en terapia intensiva del Hospital San Pablo”, explicó.

“Yo primeramente no sabía luego que mi pequeño había nacido con varios problemas, a las 8 él nació y yo después de insistir varias veces, a las 12 me dicen que el bebé está luchando por su vida”, remarcó.

El caso

De acuerdo a la denuncia, el hombre llegó con su pareja al hospital de Capiatá, cuando la esposa manifestó que estaba a punto de dar a luz, pero los profesionales que le atendieron le indicaron que aún faltaba tiempo y que la embarazada tenía que caminar hasta estar lista. Siguiendo las indicaciones médicas, realizó la caminata por unos 40 minutos, no obstante manifestó que ya no aguantaba el dolor, por lo que la subieron en una cama y volvió a esperar.

Posteriormente, nació un niño pero ya con muchas dificultades de salud, por lo que le dijeron al padre que el bebé estaba grave y que faltaba terapia.

Cabrera recorrió con desesperación, a bordo de su motocicleta, todos los hospitales públicos de la zona, incluso llegó a uno privado donde le pidieron la suma de 80 millones de guaraníes.

Continuó su desesperado recorrido hasta que recibió la trágica llamada del hermano, quien le dio la noticia de que su pequeño había dejado de respirar.