Madres vs. tecnología: cuando la crianza se debate entre las pantallas y el ocio saludable

¡Mi hijo nunca usará un celular! Es prácticamente la mayoría de las afirmaciones que los jóvenes se han hecho antes de decidir ser padres, viéndose prácticamente obligados a “tragar” sus palabras ante los berrinches, llantos o momentos de tensión. No te preocupes, casi nadie está exento de ello a estas alturas.

Sin duda, el avance de la tecnología y los efectos tanto negativos como positivos que conlleva, nos hace debatir indudablemente entre el rol que ejercen los padres y en especial las madres que deben encontrar un equilibrio entre el uso de tecnología para los niños y la manera en que los mismos tengan un ocio saludable lejos de las pantallas.

¿Es mejor prohibir el uso de la tecnología hasta que mi hijo tenga 18 años? Desde El Nacional quisimos conocer una opinión profesional y por ello, acudimos a la Lic. María Elisa Sosa, psicóloga del área educacional y especialista en estimulación temprana.

“El uso de pantallas para niños de todas las edades, como así también adolescentes, ya se tiene por de más sabido sobre los efectos negativos, incluso en adultos”, advirtió la profesional.

No obstante, reconoce que con el escenario actual es prácticamente imposible huir de ello. “Ahora la realidad también nos lleva a darnos cuenta de que no es fácil rehuirles, por lo cual es un ejercicio que debemos practicar, alejarnos de los dispositivos”, agregó.

Comparó la situación al ejercicio de la alimentación y estilo de vida saludable, “algo así como comer verduras o practicar ejercicios, es decir, de manera consciente buscar las alternativas que nos lleven a realizar actividades que puedan suplantar el uso de las mismas”, indicó.

Sedentarismo en la infancia

“La mayoría de las afecciones de muchos niños y adolescentes por el sedentarismo y el uso de las pantallas tienen el mismo origen, el uso indiscriminado de ellas. Así también la obesidad, problemas de vista, audición, otros incluso de índole psicológica y psiquiátrica, como la violencia, depresión, ansiedad, y dificultades de relacionamiento”, remarcó.

Por lo tanto, como respuesta a la consulta, la psicóloga afirma que no se elimine del todo el uso de las pantallas, sobre todo porque el entorno nunca lo hará y esto podría hacer sentir al niño con una falta que podría buscar por otros medios, generando que de adulto, quiera hacer uso indiscriminado de ello.

“Por ello, aunque hoy en día es difícil alejarse de la tecnología, el esfuerzo debe hacerse considerando los efectos tan nocivos en las personas”, finalizó la entrevistada.