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Fulgencio Yegros: calle céntrica lleva nombre en honor a prócer de la Independencia

Por la Ordenanza 649 de 1942 se llama Brigadier Fulgencio Yegros a la avenida y calle que se inicia al Suroeste en la avenida Sebastián Gaboto, frente a la Agrupación Especializada, y se desplaza como avenida hasta la intersección de la Diagonal Cabañas y la calle Ita Piru. Prosigue su recorrido, como calle, hasta la avenida Mariscal López al noroeste.  Es paralela a las calles Independencia al Noroeste y al Sureste a Iturbe.

Fulgencio Yegros y Franco Torres y Penayo nació en Quyquyho, en la estancia Santa Bárbara de su familia, en febrero de 1780. Su abuelo había sido gobernador de la provincia.

El capitán general Fulgencio de Yegros y Ledesma pertenecía a una de las familias de mayor tradición de la provincia.  Su padre fue el sargento mayor José Antonio Yegros, quien tuvo destacada actuación militar.  Su madre, María Ángela Franco de Torres, era de una familia considerada una de las más acaudaladas de la provincia.

Militar de carrera

Fulgencio Yegros, como todos en su familia, fue un militar de carrera.

Ya en 1801 integró una expedición al Norte, para desalojar a los portugueses de Coimbra, entonces territorio español.

Estuvo en la defensa del fuerte de San Carlos del Apa. Participó de la defensa de Buenos Aires en las Invasiones Inglesas, entre 1806 y 1807.  El 20 de enero de 1807 fue herido gravemente en Montevideo, en la batalla de Buceo.

En 1810 ya era capitán y actuaba comisionado en Pilar, para vigilar la frontera en Paso de Patria.

De personalidad arrolladora, se enamoró de una joven que le acompañó en sus ideales libertarios. La conoció en la actual “Casa de la Independencia” de la calle Presidente Franco y 14 de Mayo, propiedad de los hermanos Pedro Pablo y Sebastián Antonio Martínez Sáenz, donde se reunían los patriotas a comentar los sucesos políticos del momento.

Allí conoció a Josefa Facunda Speratti, cuñada de Pedro Pablo, con quien se casó después del 14 y 15 de mayo y compartió todas las vicisitudes que le tocó vivir.

Se la conocía como “La novia de la independencia”, por sus amores con Yegros.

Fulgencio Yegros había combatido en Paraguarí, donde fue ascendido a teniente coronel. Se destacó también en la batalla de Tacuarí.

El gobernador español Bernardo de Velasco y Huidobro lo creía a favor de los realistas españoles, por sus antecedentes familiares, por lo que lo nombró gobernador de Las Misiones, con sede en Itapúa.

Velasco se enteró tarde ya que, desde ese cargo, se encargó de organizar y preparar la revolución.  Fue quien detuvo, durante quince días, al emisario portugués Teniente José de Abreu.

Presidente de la Junta Gubernativa

El 17 de mayo de 1811, después de la gesta del 14 y 15 de mayo, vino a Asunción, donde después de tres días de marcha, “matando caballos”, fue recibido con fiesta popular.

Fulgencio Yegros fue elegido presidente de la Junta Gubernativa del Paraguay, inaugurada el 17 de junio de 1811.

El Congreso de octubre de 1813 lo nombró cónsul de la República, junto con el doctor Gaspar de Francia.

En 1814 se retiró a su estancia, donde permaneció hasta 1820, y donde fueron naciendo sus hijos.  Ese año nació Josefa Gregoria; en 1816 Anunciación Josefa; en 1818 José Rómulo y en 1820 Ángel Ignacio.

El año 1820 fue de gran agitación política. Fulgencio Yegros quedó envuelto en la conspiración contra el doctor Gaspar Rodríguez de Francia, quien le solicitó permaneciese en la capital, esperando aquietar su decisión de enfrentarle.

No lo logró y fue líder de la conspiración que debía estallar el viernes de la Semana Santa de 1820.  Yegros debía asumir el gobierno una vez asesinado el doctor Francia.  La conjura fue descubierta el Martes Santo. Fue uno de los primeros detenidos y estuvo preso más de un año.

En 1821, cayó en manos de Gaspar de Francia una carta escrita por el teniente Francisco Ramírez, entrerriano exlugarteniente de José Gervasio Artigas, a quien traicionó, en la cual anunciaba a Yegros su invasión al Paraguay y que los conspiradores se prepararan para derrocar a Francia.

Don Gaspar Rodríguez de Francia decidió entonces los fusilamientos. Yegros fue el primero, fusilado a los 41 años, el 17 de julio de 1821, según la historia, al pie de un naranjo frente a la Casa de los Gobernadores, al costado del actual Congreso de la Nación.

Tras su muerte, su esposa Josefa Facunda se refugió con sus hijos en la estancia de Quyquyho.

Allí permaneció sin hacerse notar, defendiendo la propiedad de los Yegros.

Uno de sus hijos fue edecán del mariscal Francisco Solano López, Rómulo José Yegros, quien lo acompañó a Europa y en el conflicto de mediación en Buenos Aires, en 1859, muriendo en la batalla de Boquerón del Sauce.

Su hijo Fulgencio, casado con Úrsula Urbieta, fue padre de Fulgencio y Miguel Ángel, quienes llegaron a la jerarquía de generales de división y tuvieron meritoria actuación durante la Guerra del Chaco.

La escritora Milda Rivarola, quien vive en Quyquyho, hizo una interesante investigación acerca de cómo fue la vida de Facunda Speratti, la viuda de Fulgencio Yegros.

Dice que fue una mujer adelantada a su tiempo, hija de un migrante italiano, que escribía y leía, lo que no todas las mujeres hacían y, además, opinaba sobre política.

Es calificada como prócer por su papel como compañera de Juana de Lara en la difícil tarea de enlace entre los patriotas.

Llegó a organizar una colecta para ayudar a los defensores del fuerte de Borbón. Hizo un manifiesto contra la esclavitud, lo que era impensable para la época.

Pudo rehacer su vida después de la trágica muerte de su esposo.  Llegó a tener cuatro hijos más, que también ocuparon su lugar relevante en la historia. No se volvió a casar. Fue madre soltera.

Sus hijos de apellido Speratti fueron: José Miguel, nacido en 1831, quien fue padre de Dolores y abuelo de las educadoras hermanas Speratti, las ponderadas maestras que nacieron durante la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay.

Adela nació en 1865 en Barrero Grande y Celsa en Luque, en plena guerra, en 1868.

Tuvo otras hijas que fueron: Carmelita, Hermenegilda y Micaela.

Facunda Speratti viuda de Yegros falleció antes de la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay.

Los descendientes de Fulgencio Yegros y de Josefa Facunda Speratti se han proyectado en la historia del Paraguay como personas de valía hasta nuestros días, en una saga familiar que traspasa todos los tiempos. Ángel Yegros y Lucy Yegros son ejemplos de ello.

El poeta José Luis Appleyard escribió, en setiembre de 1979, un poema sobre el drama del fusilamiento del primer presidente del Paraguay, muerto nada menos que por orden de su primo, el doctor José Gaspar Rodríguez de Francia, un Yegros por línea materna.

A continuación, algunas estrofas de “El ceño del dictador perpetuo”

(…) Fue heridor de mi sangre, pero yo lo respeto:

Cuando el Norte es tan alto,

No conviene aferrarse a privado recuerdo.

Seco, frío, implacable,

Enigmático y triste,

Su duro ceño indica no un carácter siniestro,

Sino la voluntad hermética y tozuda

De liberar el suelo de tierra prometida

Que es simplemente el nuestro.

Fuente: Municipalidad de Asunción

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