Ricardo Meyer: “La movilidad de la gente es un derecho, no un negocio”

Durante la última semana los paraguayos sólo hablaron de una cosa: el pésimo servicio de transporte público que aqueja a la ciudadanía para llegar a sus destinos. Mientras tanto, los representantes del Gobierno proponen apenas “soluciones parche”, sin estudiar a fondo la problemática.

Es por ello que, desde El Nacional, quisimos conocer la opinión de uno de los profesionales urbanistas que tiene el país y por ello, conversamos con el arquitecto Ricardo Meyer, quien brindó su punto de vista, destacando especialmente que este servicio se debe encarar como lo que es: un derecho y no un negocio.

“Desde mi visión, la movilidad de la gente es un derecho, no debería ser tomado como un negocio, es un derecho de la gente de trabajar, divertirse, estudiar y movilizarse de forma segura. Es como decir que el hospital no es rentable y no es por eso que hay que dejar de construirlos, porque no tiene retorno”, remarcó.

Siguiendo con esa línea declaró: “Nosotros tenemos que convertir la movilidad de la gente en un derecho y al final eso va a dinamizar la economía, porque si no estoy parado por horas esperando un colectivo, puedo usar ese tiempo para producir”.

Consultado sobre posibles soluciones a corto plazo, consideró que hay cuestiones que tienen que ver con lo inmediato y que una de ellas es poder controlar las frecuencias, “las concesiones de los itinerarios tienen una cláusula que tienen que ver con la frecuencia que tienen que operar los buses y eso tienen que controlar inmediatamente para hacer cumplir el contrato”, indicó.

Al respecto, siguió explicando que la ciudadanía se ve expuesta a que solo en horas pico se respete la frecuencia, conllevando con ello, el colapso el sistema. Agregó que es indispensable fiscalizar que realmente se estén cumpliendo las condiciones establecidas en esa concesión.

Asimismo, propone que las empresas que afirman no tener rentabilidad, puedan consorciar con otras rentables para tener una economía de escala en todo lo que tenga que gastar y a partir de allí se pueda solucionar este problema. “Es una locura que dos buses de la misma empresa jueguen carrera entre sí, es como que dos cajeros que compiten por quién vende más, eso es lo que está pasando con las empresas de transporte público”, añadió.

Dijo que por ese motivo no hay disponibilidad del servicio en horario nocturno, ya que al haber menos pasajeros, no es rentable pero si eso se hace como una empresa en consorcio, se podría compensar.

“Es como los supermercados, en horario pico hay 20 cajas abiertas, pero en horario de poca asistencia hay 3 o 5 cajas disponibles. Eso solamente se va solucionar si funcionara como una empresa en donde las utilidades se reparten en función a lo que se tendrá”, comparó.

Otro aspecto que le pareció importante es que se debe realizar una reingeniería del sistema, “no puede ser que todos los buses pasen por los mismos ejes mientras hay tramos desatendidos”, lamentó.

Consultado sobre su opinión acerca de la propuesta del Tren de Cercanías y otros de masividad, indicó que es impensable un sistema de transporte masivo sin integrar con los buses, “no puede pensarse como cuestiones independientes”, dijo.

Al respecto, explicó que cualquier transporte similar tiene que ser una solución integrada y se tiene que sentar en una mesa a discutir cómo va a funcionar. Porque las personas deberán contar con unidades internas para llegar a las paradas.

Además de lograrse un proyecto similar, la economía de la zona donde estén ubicadas las paradas tendrá mucho crecimiento en el sector inmobiliario, mercaderías, etc.

“Se va a llenar de negocios y viviendas si uno tiene una estación de metro, buses o tren de cercanías, si pensamos muy parcialmente en el negocio de forma individual no vamos a llegar a nada”, remarcó.

Finalmente, abordado sobre la propuesta de un carril exclusivo para los transportistas, indicó que lo ve como un proyecto muy positivo porque se evitarán los embotellamientos y la gente podría optar por movilizarse en bus, antes que en sus autos particulares. “Para mí es válido eso y hay que desalentar el uso del vehículo individual, las calles están saturadas por ello, sólo el 20 % se moviliza en transporte público”, sostuvo.

“Es como un círculo vicioso, el mal servicio hace que haya itinerarios que no son rentables y otros que sí, entonces es ahí donde se debe analizar el sistema integrado de transporte”, concluyó.