“Si lo querés secreto, no lo subas a las redes”, dice experto en ciberseguridad

La exposción de información personal en redes sociales siempre ha sido un tema de debate ya que es la forma de que alguien quiere ser visto o contar historias en tiempo real, aunque a veces esto genere algún tipo de riesgo. El Nacional habló con Miguel Gaspar, CEO de Tekhnos y director de Paraguay Ciberseguro, sobre cómo se pueden cuidar datos, la no exposición de niños y cómo se debe entrenar en ciberseguridad para resguardar la data.

Desde los años ’80 tratan de recolectar datos de las personas. En 1994 se crean las cookies, que son pequeños archivos que se instalan en las computadoras y sirven como una interface entre las plataformas y los usuarios para contarles a las plataformas las preferencias de los usuarios.

Esto ha venido mejorando y, en este siglo, al día de hoy el trabajo de las cookies ha sido mejorado y se hace en tiempo real gracias a la recolección de datos que se da por más de 20 sensores que tienen cada uno de los dispositivos smart. ¿Es entonces cuando la gente tiene la impresión de que los teléfonos nos escuchan? Claro que nos escuchan, pero no solamente por el micrófono, cámara, grabadora, georreferencia, luz ambiente, bluetooth, infrarrojo, persona cerca, iris, rostro, pulgar, pulsaciones, etc. Cada uno de los sensores que tiene el teléfono recolecta información en tiempo real, la procesa y la comparte con las plataformas y estas a su vez a sus asociados comerciales.

“Si a esto le sumamos que cada uno de los datos que son recolectados y generados digitalmente están embebidos de algo que se llama metadatos, que son los datos de los datos, son información que subyace dentro de un archivo digital y que a veces es mucho más descriptiva que el propio dato, entonces, por ejemplo, en una fotografía digital usted, como dato, ve lo que tiene en la fotografía, pero como metadato se puede tener la ubicación geográfica del lugar donde se tomó esa fotografía y va a hacer que esa fotografia tenga más valor en cuanto a sus metadatos inclusive”, expresa el experto.

Gaspar dice que hoy contamos con una herramienta que es la inteligencia de imágenes, la cual permite hacer que estas sean fácilmente identificables teniendo todo ese panorama. “Es muy riesgoso hacer una publicación de nuestra vida en internet a cada momento porque no solamente nos estamos exponiendo nosotros, sino que estamos exponiendo a los que están a nuestro alrededor y también a veces exponiendo a otras personas como daños colaterales”, aseveró.

“Hay un fenómeno psicológico y sociológico muy fuerte que hay que entender y es que las personas prefieren pertenecer a un grupo antes que tener la razón o hallar la verdad, y esta pertenencia es la que está haciendo que nos traguemos el cuento de que tenemos que estar hiperconectados todo el tiempo o hiperexpuestos y no es cierto, esa pertenencia hace que los chicos estén en su aldea digital abandonados por sus padres en internet desde muy temprana edad y también que no midamos las consecuencias de lo que publicamos en función a la profesión que tenemos”, dice.

El profesional indicó que fotos de niños no se debería subir en modo público, a menos que se comparta con un grupo familiar, que va a estar un poco más protegido. “Lo que pasa es que para hablar de seguridad por completo tenemos que hablar también del marco legal y un ente regulador, porque al cumplir ese marco legal que les asegure a esas personas poder ejercer siempre como propietaria de sus datos, en un país como el nuestro que no tiene protección de datos personales y que la ley de datos financieros no está reglamentada todavía, seguimos recibiendo una gran cantidad de publicidad y de invasión de contenido publicitario porque las bases de datos se siguen vendiendo”, expresó.

“No es cierto que cuando suben las fotos las fotos les pertenecen a la plataforma y ninguna dice eso, solo dice que las fotos pueden ser usadas para estudios de marketing o para fines comerciales, pero uno siempre es dueño de sus fotos, de su material y la vida digital de los niños no debería comenzar antes de los 7 años, así también la exposición de estos a ciertas redes sociales y no olvidar que por más que les llamemos redes, los mensajeros son servicios digitales y los servicios digitales tienen unas cláusulas de uso y política de privacidad y esas cláusulas de uso establecen bien la edad y al ser servicios no deberían ser para menores de 18 años; de esa manera se les informa a las personas que van a ser tratadas como adultos y sus datos van a ser almacenados como mayores”, manifestaron.

El riesgo cibernético se dispone de tres elementos: las realidades físicas y digitales; las condiciones de uso, su política de seguridad; y los ciberdelincuentes.

“Lo digital es real. Si lo querés secreto, no lo subas a Internet. Necesitamos una ley de protección de datos personales. No dejen a los niños solos en el ciberespacio”.

“No tener redes sociales es una elección de vida y no pasa nada, la solución es entrenarse en ciberseguridad, seleccionar qué parte de la privacidad estamos dispuestos a resignar a cambio de qué; medir la proporcionalidad entre lo que compartimos y lo que recibimos; para qué compartimos lo que compartimos, qué tanto rédito nos dan o para qué sirve que compartamos lo que compartimos y qué es lo que perdemos. Eso es lo que debería cuestionarse la gente, aprender a autorregularse y, por sobre todas las cosas, saber que si algo sale mal tiene un ente rector, un ente regulador, a quien poder ir a hacer una denuncia”, finalizó .