Con “parches” a los problemas se van a seguir generando peores personas, afirma sociólogo

El Nacional conversó con Henrique Ferreira, formado en Sociología por la Universidad Católica, sobre cómo se ve la sociedad actual luego de la consternación por los casos de abuso infantil en instituciones educativas en algunos casos efectuados por adolescentes. El experto alega que con soluciones parches se van a seguir generando peores personas y que se debe tomar medidas para tratar los problemas de raíz.

Un gran eco produjo el caso de abuso sexual a un niño de 6 años, que se registró en una institución privada de Lambaré, ocasionando en diversos estamentos sociales y educativos el repudio generalizado por la manera en que los directivos de cierto modo “encubrieron” el caso.

Henrique Ferreira, Formado en Sociología por la Universidad Católica. Foto: gentileza

A partir de ahí saltaron otras denuncias en el mismo colegio y en otras instituciones educativas, lo que generó el debate sobre qué adolescentes estamos educando y cuál sería la raíz de estos problemas dentro de la sociedad misma, sumado a la educación en el hogar, o a lo que los mismos tienen acceso en cuanto a internet y redes sociales.

-¿Qué está ocurriendo como sociedad para que casos como estos se generen?

-Allí lo que impera es la impunidad, entonces el sentimiento de impunidad, esa sensación se reproduce hacia los niños, adolescentes y jóvenes, producto de la esfera en la que conviven; se socializan y también ellos internalizan esos valores llegando al extremo de que ven a un menor, a un chico como un objeto suyo, una extensión de su cuerpo, con el cual pueden hacer lo que bien quiera, desapareciendo así la empatía y la responsabilidad totalmente.

Generalmente nosotros vemos que los números con respecto al abuso infantil es algo que tiene cierta repercusión en varias esferas de la sociedad, solo que la diferencia con este caso es que la situación se da entre pares, entre adolescentes de 12 y 13 años con un niño. Sin embargo, en los sectores más empobrecidos, uno encuentra que generalmente se da en relaciones parentales jerárquicas (padres a hijos, tío a sobrinos, etc.).

Lo común ahí sería el abuso después podemos ir más allá y tenemos que tener en cuenta que el tiempo que tienen los padres para dedicarle a los hijos o es muy pequeño o no es de calidad, entonces nuestros hijos terminan teniendo como primeras dispositivos de socialización no a los padres sino que a otros dispositivos como podría ser: la propaganda, las redes sociales, las escuelas y el colegio.

El rol de los padres está en jaque (en la mira) recae toda la culpa en ellos?

En mi opinión los padres no tendrían la culpa en su totalidad pero si tienen responsabilidad en el sentido de que en muchos casos las escuelas se convierten en padres sustitutos de los chicos y terminan aconteciendo estos hechos en donde escapa absolutamente del control de los mismos, eso es relativo, como decía, también vemos que la institución no generan las condiciones para que los padres puedan ser parte integrante de la vida estudiantil actual. Es muy necesario un refuerzo en eso, como sucede con las cooperadoras que es como una especie de asociación entre familias y escuela y ahí mal que mal se logra cierto vínculo entre los padres y madres en la vida escolar con el hijo falta un continuo relacionamiento con la familia, la escuela y los hijos.

-¿Cómo se podría tomar recaudos o prevención para que estos hechos no ocurran?

Creo que no se debe tomar la situación del colegio de Lambaré de manera puntual, como si fuera un problema de esta institución, creo que la comunidad educativa inmediatamente debería de tomar la iniciativa de generar espacios continuos y no solamente para emergencias del vínculo entre la escuela, el colegio, padres, directivos, estudiantes y otros actores de la comunidad educativa para generar cierta conducta construida de manera colectiva no solamente de manera vertical ya que en estos tiempos la verticalidad no es efectiva pues el cúmulo de información difundida por todos lados genera cierta sensación de libertad.

Se deben hacer vigilancias de las conductas saludables para la comunidad educativa y también para una sanción colectiva de aquellas conductas que están desviadas o nocivas para el buen funcionamiento entre pares.