Paraguay cuenta con servicios de desarrollo infantil temprano en salud, financiados por el Programa de Desarrollo Infantil Temprano (PDIT) “Paraguay creciendo juntos”, que busca mejorar el desarrollo cognitivo, emocional y físico de niñas y niños de cero a cinco años.

Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo del ser humano. En esta etapa, casi el 90 % del cerebro se desarrolla y se forman las capacidades para el futuro. A la par, es un momento clave para detectar trastornos de desarrollo y brindar un tratamiento oportuno, evitando gastos futuros en servicios más costosos como educación especial y programas sociales.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social habilitó servicios de atención temprana en 275 Unidades de Salud de la Familia con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un paso inédito para el Estado, puesto que, estos servicios, anteriormente no estaban disponibles en el sistema público. Al mismo tiempo ha reformado y/o construido 22 servicios de Intervención Temprana (SIT), para la rehabilitación y tratamiento de retrasos en el desarrollo.

“Vengo de San Lorenzo con mi hija, Martina Yerutí, que pronto va a cumplir un añito. Con lo que le diagnosticaron me dijeron que ella no iba a caminar ni nada. Pero ahora ya se sienta, agarra objetos, ha tenido un gran avance en poco tiempo. Ojalá que más mamis y papis traigan a sus hijos, porque la estimulación les ayuda muchísimo y la fisioterapia también”, cuenta Leonor, una de las madres que acude con su pequeña al servicio del SIT. 

Además de los 275 servicios habilitados, la inversión de USD 28,5 millones en este programa ha permitido construir, reformar y equipar 103 USF, cuatro de ellas para comunidades indígenas del Chaco Central, donde las comunidades, por primera vez reciben estos servicios de salud. A esto se agrega la reforma y/o equipamiento de 32 Centros de Bienestar Infantil y de la familia (Cebinfa).

Entre los resultados también se destacan la construcción de un pabellón en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu y la capacitación de 2300 profesionales de la salud en el modelo de atención integral del desarrollo infantil temprano.

Todas estas acciones han beneficiado a 360.500 personas en forma directa, principalmente de los departamentos de Central, Alto Paraná, Caazapá, Concepción y San Pedro, donde se reformaron y construyeron 103 Unidades de Salud de la Familia.

El MSP se propone continuar expandiendo la red de USF en todo el país para llegar a poblaciones que no acceden a servicios de calidad, incluidos los de desarrollo infantil temprano. Para eso, es fundamental invertir en ampliar la cobertura de salud pública con énfasis en la atención de la primera infancia. 

Los niños y las niñas que en los primeros cinco años de vida crecen con salud, nutrición, estimulación y en un entorno seguro tienen mayores oportunidades de convertirse en adultos capaces de lograr una vida sana, productiva y feliz. Seguir invirtiendo en el desarrollo infantil temprano en el presente traerá un futuro mejor para el país y su gente.