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Día de la Madre en las carpas: “el amor y la fe nos mantienen con fuerzas”

Rostros, ejemplos de esperanza y amor en las carpas de familiares, frente al INERAM. Foto: El Nacional

Rostros, ejemplos de esperanza y amor en las carpas de familiares, frente al INERAM. Foto: El Nacional

Este año en muchos hogares del Paraguay no se escuchará el bullicio de las visitas, en otros casos, incluso tampoco las videollamadas que de alguna manera calmaban el techaga’u (nostalgia) tan profundo. Este será un Día de la Madre muy diferente.

Para recordar a esas madres que están luchando desde una cama de hospital y por las que están esperando desde afuera la recuperación de sus hijos,  El Nacional recorrió las carpas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (INERAM).

El regalo más preciado para todas ellas es la salud de sus hijos. La celebración del Día de la Madre, no solo es especial por las demostraciones de gratitud y admiración hacia las figuras maternas, sino porque es una fecha en donde recordamos la importante labor que hacen las madres en pos de mantener sus familias a salvo en todo el mundo.

Mientras continuamos lidiando con la pandemia, honrar a las madres en este día sigue siendo con un festejo diferente este año, dado que muchas personas siguen luchando por sus vidas en los hospitales de contingencia contra el Covid-19.

Una madre siempre estará junto a su hijo en los momentos difíciles no importa la edad que tengan, pero hay hijas que están junto a sus madres desde el día 1 para velar por la salud de éstas y aquí nos cuentan parte de su historia.

Llueva o salga el sol, los familiares permanecen en las carpas alrededor del hospital de INERAM. Fotos: Florencia Vallejos.

Llueva o salga el sol, los familiares permanecen en las carpas alrededor del hospital de INERAM. Fotos: Florencia Vallejos.

Amor maternal

Carolina Ortiz  nos cuenta que su mamá se llama Zulma González, tiene 68 años y está internada por Covid sumado a un principio de neumonía sin infiltración y otros problemas como artrosis, que con el virus se le agravó todo el dolor de hueso. Al llegar mencionó que el hospital estaba lleno y manifiesta que tuvieron suerte de que les tomaran porque desde que llegaron vieron como rebotaba gente.

“Mi mamá estuvo casi 24 horas sin cama, se quedaba en una silla en el pasillo después le fueron acomodando en UTI pero la atención es de primera, muy amables, tanto los profesionales de adentro como la familia que encontramos afuera, hasta ahora todo lo que necesito lo cubrió el INERAM”, expresó.

En referencia a su situación, indicó que el reporte de ayer fue muy positivo, a pesar de que se le detectaron algunas  problemitas por sus enfermedades de base. “Está con una insuficiencia cardíaca de clase 2 y con todo eso está saturando súper bien según el pronóstico pero aquí es un día a día, un día estas arriba y otro abajo” aseveró.

El día de las madres en épocas anteriores, los festejos eran con ella ya que solo son dos hermanos, se sumaba un buen asado y las travesuras de los nietos. “Ella es todo, le pude enviar una cartita (dijo entre lágrimas) como le dije ella es nuestro todo  siempre fue y siempre va a ser todo. Ella es modista y desde hace un año elige solo algunos  trabajos”, estimó la mujer que también debió dejar de trabajar para quedarse de guardia en el hospital.

Algunas de las madres e hijas que pasan sus días en las carpas a las afueras del INERAM. Foto: Florencia Vallejos.

Algunas de las madres e hijas que pasan sus días en las carpas a las afueras del INERAM. Foto: Florencia Vallejos.

La que nos dio todo

Celeste Báez, tiene 25 años y manifestó que su mamá se llama María Dolores Catebeke quien ingresó el viernes pasado porque requería oxígeno y tiene buen pronóstico ya que esperan su alta en estos días. “Ya tuve una experiencia anterior de estar en un hospital de Contingencia, que fue con mi hermano en semana santa que fue un poco más complicado por el tema de que tenía ya los pulmones comprometidos pero en este caso gracias a Dios ya es mejor mi situación. Aparte de mi mamá le tengo a mi papá que está en el Hospital de Calle’i que el su estado es más grave pero avanzando poco a poco por suerte”, refirió la joven quien se encontraba sola esperando la recuperación de su mamá.

Celeste indica que los días de la madre en anteriores ocasiones siempre fueron entre la familia. “Y espero que esta no sea la excepción y que le tengamos ya rápido a mi mamá. Después de esto también requiere cuidados, tampoco es perder o bajar la guardia pero lo importante es que ella esté con nosotros” expresó la joven.

“Mi mamá se encargó de darnos todo lo que teníamos, todo lo que tenemos ahora. Le necesito muchísimo. Es difícil estar sin alguien tan importante. Tenes que sacar fuerza de donde no tenes. Es difícil no verle pero siempre con la fe inquebrantable y cuando sabes que todo va a estar bien”, dijo esta hija emocionada por volver a estar cerca de su mamá.

Celeste Báez espera sola en las afueras del INERAM a que su madre se recupere del Covid-19.

Celeste Báez espera sola en las afueras del INERAM a que su madre se recupere del Covid-19.

La Mamá Guasu

Antonella Benítez contó a El Nacional que se encuentra en una de las carpas del nosocomio desde hace una semana con su abuela Julia, que tiene 75 años y espera que sean sólo unos pocos días más. La abuela y mamá guasu tiene pulmonía y está con respirador en terapia desde hace unos días. “Está muy difícil la situación. Los médicos dicen que está estable hasta el momento, estamos esperando porque tiene que estar 4 días con esto y después vamos a ver que pasa pero como dicen los doctores es minuto a minuto”, expresó.

En cuanto a medicamentos, comentó que están consiguiendo todo y que esto realmente es de un momento otro, ya que está bien y luego pasa otra vez algo. “Por el momento sí tenemos medicamentos, estamos consiguiendo. Ayer lo que me pidieron un medicamento complicado de encontrar, estuvimos más de una  hora recorriendo farmacias y en eso ya se le intubó a mi abuela y todo un problema fue, pero es lo que decidieron los médicos, en ese momento, fue lo mejor porque ella estaba por tener un paro”, expresó.

Antonella comparte sus horas con varias familias que están en la misma situación. “Hay personas que hace un mes están ya en la misma situación. Gracias a Dios conseguimos camas en terapia pero fue un milagro porque realmente está difícil. Nos turnamos con nuestros familiares. Viene mi mamá, vienen mis tíos. Nunca estamos solos por suerte pero tratamos de turnarnos y no pensamos en festejo ahora. No hay cabeza para eso en este momento sinceramente”, indicó.

Sobre el día de la madre dijo que siempre solía ser en familia, tratando de compartir y aprovechar los momentos, “porque en estos días es donde te das cuenta que la vida es un hilo y sin darte cuenta hoy estamos y mañana no estamos como se dice. No vivimos con mi abuela, se contagió de otra manera. Quiero que salga y que volvamos a estar juntos”.

Antonella Benítez espera la recuperación de su abuela.

Antonella Benítez espera la recuperación de su abuela.

Familia separada por el virus

La joven Natalia González tiene 23 años y se encuentra en una de las carpas del INERAM acompañando a su papá Juan González que está en terapia intensiva, el mismo es diabético avanzado. Afirma que sola trajo a su padre y que el mismo lo hizo por sus propios medios y ahora evoluciona día a día.

“Ahora el problema es que su riñón esta fallando un poco. En mi casa dimos todos positivo: mi mamá, mi hermano y yo fui la única que no tuvo síntomas. Con mi mamá estaba acá pero a ella le hace mal y tuve que dejar que se vaya a la casa, para dejar que repose”, afirmó Natalia.

Natalia es la cabeza de la familia ya que debe encargarse de todos sus integrantes, especialmente de su madre ya que el viernes pasado la tuvo que llevar de emergencia a otro hospital porque sentía que su corazón le dolía, tenía taquicardia. “Le llevé al Hospital San Jorge, le hicieron la prueba para saber si iba a sufrir un infarto, gracias a Dios no. Su corazón esta sano, el problema es que se juntan todas las emociones que hay y eso le trabaja mucho a ella. Mi hermano y mi hermana ya consultaron y están medicados. Ellos están en mi casa y me quedo con mi papá, soy la única que se queda acá porque mis hermanos necesitan reposo, ellos son los que tuvieron síntomas”, expresó la joven.

“Mi mamá es una guerrera para nosotros, estoy agradecida por todo lo que me da y me sigue dando, y es muy guapa. Dentro de poco vamos a volver a estar juntos, le amo mucho”, dijo emocionada Natalia, mientras volvió a entrar a la carpa a esperar noticias positivas.

Madre, esposa, abuela y solidaria

Miriam Riveros acompaña a su marido quien está internado desde hace 22 días y que según los médicos  ya evoluciona mucho mejor y ya están por salir de alta. En las largas horas de espera por alguna noticia Miriam decidió ayudar en la carpa solidaria donde se organizan con donaciones para los familiares en vigilia.

En este día de la madre aún diferente a raíz de la pandemia,Mirian desea pasarlo junto a su mamá, sus hijas y nieta. “Para los que están acá va a ser un poco triste estar fuera o estar allá adentro, eso es indiscutible. Esperamos salir de alta mañana gracias a Dios voy a estar afuera ya con mis seres queridos. El festejo antes era visitarle a la mamá, a la abuela, hacer un almuerzo familiar, estar todos pero este año yo creo que va a ser restringido todavía, nada de abrazos, besos. Mi mensaje para mi mamá es que pasemos bien ese día en especial todas las mamás que le demos gracias a Dios por esa oportunidad y a seguir cuidándonos porque esta enfermedad no juega con nosotros esta enfermedad viene con todo y hay que cuidarse esa es la única forma”, refirió la madre quien pasará este día en una de las carpas luchando junto a su amor.

Día histórico

En nuestro país cada año, celebramos el “Día de la Madre”, fecha que tiene su origen en la gesta de la Independencia del Paraguay, iniciada un 14 de mayo y finalizada en la madrugada del 15 de mayo de 1811, con la rendición del Gobernador español Bernardo de Velazco y como un homenaje a la patria independiente a quien consideramos la Madre Patria se establece el 15 de Mayo como el Día de la Madre en Paraguay.

Desde El Nacional, con estas historias de lucha, amor y resistencia, va el merecido homenaje y honra a las figuras maternas que hacen a nuestra cotidianidad como Nación, desde la “Madre Patria” hasta nuestras madres, abuelas, hermanas, hijas, tías, primas, sobrinas y amigas.

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