Desde la clandestinidad, Roque Py Guasu exige mediáticamente garantías

El prófugo de la justicia y supuesto líder de una banda de asaltabancos, Roque Jacinto González alias “Py Guasu”, habló desde clandestinidad y dio los motivos por los cuales se escapó de su lugar de reclusión, a la vez de exigir garantías para ponerse a disposición de la Justicia.

Refirió que la reja del Departamento de Investigaciones de Central en San Lorenzo, donde se encontraba recluido con otros tres delincuentes ya estaba cortada. Indicó que junto a sus compañeros de celda salieron por el techo, cada uno se dirigió por diferentes destinos y que él subió a bordo de un taxi.

Aparte de  González, los otros tres fugados son  Joel Macuello Ferreira alias “Loki”, Jesús Arnaldo Hermosilla alias “Jesu’i “y Diego Rubén Duarte Sanabria.

Negó ser él quien abrió los barrotes, alegando que presos anteriores fueron los que dejaron la abertura y que luego estos avisaron desde Tacumbú sobre el orificio. El motivo del escape fue porque los policías le extorsionaban con acusarle de otros hechos, que según él no cometió, a cambio de la entrega de dinero.

Comentó que la Policía y Fiscalía tienen la intención de involucrarle en asaltos ocurridos en Itá, Ñemby y Capiatá, también en un intento de homicidio y robo agravado.

“El motivo que yo me escapé de ahí, primeramente porque no tengo dinero, la Justicia es cara, si yo me voy preso me voy a quedar 10 años porque no tengo plata para pagar el abogado, estoy cansado de vivir esta injusticia y persecución, por eso le pido al Ministro del Interior, tiene él policías capacitados para que investigue de verdad; si he cometido el hecho me voy  presentar, voy a pagar mi culpa”, afirmó.

Agregó que los robos que se le atribuyen ocurrieron en noviembre y se preguntó por qué no fue capturado, ya que los responsables sabían que se encontraba en Asunción en la casa de su madre. Estando en la vivienda de su familiar, afirmó que se sometió a un tratamiento para una cirugía por piedra en la vesícula.

Aseguró que la fiscala de Itá está al tanto de su inocencia, por lo que exigió una investigación transparente y con garantías, para entregarse a la Justicia.

Negó ser el peligroso asaltabancos y afirmó que el tiempo que estuvo en prisión, más de ocho años, le sirvió para reflexionar y cambiar, pues su deseo es disfrutar el resto de su vida en compañía de sus hijos y nietos.