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¿El café, pretexto contra el reglamento antideforestación?

Granos de café. Foto: Joana Toro/dpa/picture alliance

Granos de café. Foto: Joana Toro/dpa/picture alliance

Bruselas prorroga un año la entrada en vigor de su reglamento antideforestación. La CELAC lo había solicitado para proteger a los pequeños productores de café. ¿Es esa la causa?

“Los gobiernos de Honduras, Brasil y Colombia harían bien en ver el reglamento de la Unión Europea contra la deforestación importada como una oportunidad para reforzar cualquier iniciativa local, nacional o regional en los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)”, dijo a DW Tom Kuchartz, investigador medioambientalista.

A pocas horas de que la Comisión Europea anunciara que posterga por un año el plazo para que entre en vigor el reglamento que impediría la entrada al mercado europeo de seis productos en caso de que provocasen deforestación (café, cacao, aceite de palma, ganado, soja y madera) crece la interrogante de si esto significará el fin de una regulación por la que la sociedad civil de ambas regiones ha luchado más de una década.

Por su parte, la Comisión Europea afirma que se trata de una prórroga para asegurar el éxito de la puesta en práctica del reglamento. Y explica la decisión haciéndose eco del pedido de países socios. Entre ellos, los de la CELAC. Representados por Honduras, los países latinoamericanos y caribeños pidieron a la UE en Nueva York la suspensión indefinida de este reglamento, aduciendo impactos graves para los pequeños productores de café.

¿El pequeño caficultor, un pretexto?

Desde el Quindío, en el eje cafetero de Colombia, Viviana Viera, especialista en desarrollo rural y caficultora, dice a DW: “Para nosotros es muy importante que ese reglamento entre en vigor lo antes posible. Que se hagan las adaptaciones en los países exportadores. Estamos luchando porque, cuando en dos años se revise ese reglamento, podamos introducir otro producto: el aguacate Hass, que está causando muchísima deforestación en estas montañas que la UNESCO declaró patrimonio cultural de la humanidad”.

Con un café producido a 1.800 metros sobre el nivel del mar y bajo árboles, su producto estaría lejos de ser vetado en el mercado europeo; ostenta además diversas certificaciones internacionales que lo acreditan. “La caficultura de estas pequeñas producciones no destruye bosques. Si hubo deforestación para plantar café fue hace muchísimo tiempo”, sigue Viviana Viera, líder de la asociación EcoGénova. Es decir, tampoco por la franja temporal del reglamento europeo (a partir del 31.12.2020) el café colombiano sería objeto de prohibición.

Cooperación europea en la preparación

Hay que decir que desde que se comenzó a gestar el reglamento, la UE ha venido cooperando con los países socios en adaptarse a las nuevas condiciones. Costa Rica exportó ya en abril de 2024 a Europa su café con sello “deforestation free”.

”Gracias a su sólida institucionalidad, a las alianzas público-privadas y a la coordinación con el sector productivo, Costa Rica se convirtió en el primer país en realizar una exportación bajo los lineamientos del reglamento contra la deforestación importada”, comenta a DW Gustavo André, director ejecutivo del Instituto del Café (ICAFE). “Este logro se suma a nuestra larga tradición y visión de país, que nos ha permitido liderar este tipo de procesos a nivel mundial, reafirmando nuestra ambición de ser el origen de café más sostenible del mundo”, sigue el especialista de ICAFE. Que se posponga la entrada en vigor del reglamento lo ve como una oportunidad de replicar la experiencia costarricense.

Opositores unidos

Cabe recordar que antes del pronunciamiento de la CELAC a finales de septiembre en Nueva York, algunos países latinoamericanos y caribeños (Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Honduras, Guatemala, México, Paraguay, República Dominicana, y Perú) habían cerrado filas con Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, Malasia, Nigeria y Tailandia en contra del reglamento europeo.

Curiosamente, en lo tocante a otros productos, los preparatvos van avanzados. “Costa de Marfil y Ghana, los mayores productores de cacao para el mercado de la UE, tienen listo un sistema de trazabilidad desde la finca hasta el barco. Hay cientos de asociaciones de pequeños productores de cacao que dicen que la UE no debe retrasar la aplicación del reglamento”, comenta Tom Kuchartz, colaborador de larga data de diversas organizaciones de la sociedad civil internacional.

¿A quién le conviene?

¿Quién empuja este rechazo al reglamento anti deforestación también en países -como Colombia y Brasil- que abanderan internacionalmente la justicia climática? “En Colombia, la deforestación (después del 31.12.2020) tiene que ver con la industria maderera, la ganadería y los cultivos de uso ilícito. En Brasil, que se ha esforzado por contener la deforestación en la Amazonía, en el Cerrado – la sabana más biodiversa del mundo- se produce soja, maíz y algodón para el mercado de la UE. En el Pantanal, se ha deforestado con agroquímicos que se usaron en la guerra del Vietnam, para criar ganado vacuno”, detalla Kuchartz.

Entonces, ¿a quién le conviene que se postergue la entrada en vigor del reglamento? “No al pequeño productor que ya está preparado con diversos esquemas de certificación”, responde Kuchartz. “Esto le viene bien a las grandes comercializadoras europeas y a las multinacionales de la soja, el maíz y el ganado”, añade.

Como fuere, la Comisión Europea resalta las ventajas de un año más de preparación. No obstante, “en un año se ha perdido una superficie forestal tan grande como Suiza y esa destrucción forestal liberó la mitad de dióxido de carbono que emite Estados Unidos por combustibles fósiles”, advierte Kuchartz.

Fuente: DW.

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